La Plata, may 15 (DIB).- El vice bonaerense, Daniel Salvador y los tres gobernadores de esa fuerza, Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Gustavo Valdés, se verán las caras hoy en una reunión reservada pero estratégica para el futuro inmediato del oficialismo porque debatirán en torno a la posición que debe tener el radicalismo en la estrategia electoral de Cambiemos, un partido que comenzará a jugarse el sábado en Brandsen pero que terminará de definirse a fin de mes en Parque Norte.

No hay, claro, cuestiones personales en juego: lo que explica la situación son las miradas políticas diversas sobre la coyuntura. Cornejo –y de modo menos explícito  también el jujeño Morales y el correntino Valdés- sostiene en público que la Cambiemos debería ampliarse, con la incorporación de otras fuerzas, incluidos sectores no kirchneristas del peronismo, como el que comanda Roberto Lavagna. La candidatura presidencial, dicen, se resolvería en una gran interna entre ellos.

Para Salvador, esa posición, que internamente Cornejo describe como de "contención" de los sectores díscolos del radicalismo, es  una fuerte de incomodidad. Es que algunos de los referentes  más importantes entre los disidentes con bonaerenses, como Ricardo Alfonsín o Juan Manuel Casella. Y, en especial, Federico Storani, blanco de un fastidio especial, porque asume las actitudes rupturistas desde un  sillón institucional, la vicepresidencia segunda del partido nacional.

Salvador planteará una crítica interna a las contemplaciones con esos dirigentes, que cuestionan el ordenamiento que llevo a cabo en la provincia, tal vez el territorio donde el alineamiento de UCR con PRO y CC es más sólido, con un argumento duro: dirá que no son representativos. Y que eso se demuestra en el apoyo que intendentes y legisladores de la provincia dan al vicegobernador pero retacean a Storani y los suyos.

El centro del debate, será, de todos modos, la posición de cada sector respecto del futuro de Cambiemos. El vicegobernador, que llega al encuentro con la suposición de su entorno de que volverá a acompañar a María Eugenia  Vidal en la fórmula bonaerense, cree que el objetivo principal, hoy, es la continuidad política del proceso inaugurado por Cambiemos en 2015. Es decir, que el norte que ordene el resto de las decisiones debe ser el triunfo electoral en octubre.

Contra lo que podría suponerse a primera vista, desde Buenos Aires no se oponen a la ampliación de Cambiemos, pero son muy precisos respecto de un criterio clave: si ocurre, ese debate debe darse en la mesa nacional de Cambiemos. Es decir, no quieren que sea una imposición del radicalismo sino, en todo caso, una decisión en la que intervenga el PRO y la Coalición Cívica. Hacerlo de otra forma implicaría, para Salvador, una ruptura abierta.

Hay envuelta una cuestión institucional: el sábado, en Brandsen, habrá una clarísima ratificación de la Convención del radicalismo bonaerense respecto de la pertenencia a Cambiemos. Algo más de 300 convencionales, sobre un total de unos 400, votarán un documento contundente al respecto. Funcionará como la previa de la decisión final, que se tomará el lunes 27 de este mes en Parque Norte, durante la Convención Nacional de la UCR.

Como ya contó DIB, el oficialismo provincial aportará al menos 52 de 72 convencionales bonaerenses a aquella cita. Junto con lo que surja del sábado, es un adelanto de la postura que intentarán hacer prevalecer. De todos modos, si el Parque Norte se decidiera un camino diferente al que propone Salvador,  la UCR bonaerense permanecerá orgánica a las decisiones de ese órgano, el más importante de la conducción partidaria.

(DIB) MCH