Por Eduardo Agüero Mielhuerry

Agustín Rogelio Vidal nació en Azul, el 18 de junio de 1925. Sus padres fueron Albano Rogelio Vidal y María Elena Némoz, unidos en matrimonio el día 21 de mayo de 1921, en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario. La pareja tuvo, además, dos hijas: María Elena y Edith Lucía.

Agustín Rogelio cursó tres años de secundario en la Escuela Normal “Bernardino Rivadavia”. En 1942 prosiguió sus estudios en el Instituto de Educación Física de San Fernando, donde no sólo obtuvo, en 1944, el título de maestro normal, sino también el de profesor de educación física, materia ésta por la cual sentía igualmente una profunda vocación, nacida al influjo de la práctica intensa del deporte, especialmente del atletismo, que lo contaba entre las figuras de mayor relieve, formando parte del grupo del Club Velocidad y Resistencia cuya comisión directiva llegó a integrar.

Radicado nuevamente en Azul comenzó a ejercer el profesorado de esa materia en establecimientos secundarios. Y como su capacidad intelectual se lo permitía, abarcó otras disciplinas, dictando la cátedra de Historia de la Cultura Argentina en la Escuela Normal.

El 24 de abril 1945 nació el “Centro Cultural Horizontes”, conformado por jóvenes azuleños comprometidos con diversas actividades dentro del ámbito de la cultura. La reunión constitutiva se llevó a cabo en el Club Social (Alsina –actual Yrigoyen- entre Burgos y Uriburu –actual De Paula-), para luego pasar al salón de la Sociedad Francesa (planta alta de la Galería Piazza). Entre los asistentes y miembros de la primera comisión estuvieron Agustín Rogelio y su hermana Edith Lucía, Aquiles Ecker, Omar Nieto, Armando Paternó, Celia Martino y Adolfo Godoy.

Aquél mismo año, el 16 de junio, se realizó la asamblea fundacional del “Círculo de Ajedrez de Azul”, repitiendo la misma comisión que provisoriamente se había conformado en la primera reunión del 19 de septiembre de 1944 en el Bar Net. Fueron nombrados: presidente Ernesto Giachetti, secretario Julio Cabrera, tesorero Laureano Adrián Túnez, y vocales: Agustín Rogelio Vidal, Ricardo Varnet, Luis Ribet y Enrique Segura. Más tarde se convertiría en tesorero de la institución.

El 6 d enero de 1946, el Club Atlético Newell´s Old Boys realizó su asamblea general ordinaria, eligiendo nueva comisión directiva a la que se incorporó Agustín Rogelio como prosecretario, quien más tarde sería revisor de cuentas.

Y el 9 de marzo de 1947, Agustín Rogelio también se incorporó a la Sociedad Colombófila “Alas Azuleñas” que eligió nuevas autoridades en la asamblea general ordinaria que tuvo lugar en el Club Velocidad y Resistencia. Ocupó modestamente el cargo de vocal suplente.

Centro Universitario Azuleño

El 17 de agosto de 1954, en la Biblioteca “Alejandro Korn” de la ciudad de La Plata, se fundó el Centro Universitario Azuleño (C.U.A.). La primera comisión directiva quedó encabezada por Agustín Rogelio Vidal como presidente, secundado por Ricardo Moguillansky (secretario), Julio A. Pifano (prosecretario), Rodolfo Emilio Arpaia (tesorero), Ricardo M. Del Buono (protesorero); Roberto Cano y Jorge Rodríguez de la Fuente (secretaría de Cultura); Francisco Laurini y Carlos Sadi Némoz (secretaría de Biblioteca y Prensa); Alberto Sarramone y Héctor Lupiano (secretaría Gremial); Alberto P. Rey y Jorge Ferro(secretaría Social); Daniel Magistrali y Juan Jorge Berdiñas (secretaría Deportes); Osvaldo Pérez y Mario Sarramone (vocales suplentes).

Asimismo, asistieron a la asamblea: Tomás Enrique Angeli, Juan Ángel Bardi, José Manuel Bazán, Omar Blanco, Luis Campagnale, Antonio Coritna, Saúl Crevy, Bosir Damsky, Issac Damsky, Raúl Domingo, Omar Fittipaldi, Rubén Giachetti, Nora Griffits, Néstor Hohl, Enrique Jordi, Eugenia Kostchavska, Rebeca Kostchavska, Osvaldo Laurini, César Leo, Adolfo Mele, Raúl Moguillansky, Alberto Mogaburu, José Mordasini, Alberto Pardini, Teresita Pellegrini, Juan Carlos Placente, Alfredo Prat, Amelia Prat, Bernardo Rocca, María Reina Sánchez, Oscar Eduardo Sarubo, Saturnino Saparrat, Luis María Scavuzzo, Francisco Tourné, Oscar Trovato, Teresa Urretaviscaya, José María Vilas y Bernardo Fernández Villegas.

Los cimientos…

El Estatuto del Centro Universitario Azuleño en su espíritu refleja buena parte de la perspectiva pedagógica y militante de Agustín Rogelio Vidal, quien sin dudas tuvo una fuerte injerencia al momento de su redacción. Dicha agrupación de estudiantes universitarios, desde su génesis busca “propender a estrechar vínculos de amistad y solidaridad entre sus asociados y demás organismos estudiantiles e instituciones de la Ciudad de Azul”, poniendo el acento en el “vínculo entre los estudiantes y sus aspiraciones”.

Las herramientas inmediatamente disponibles para alcanzar dichos objetivos fueron expresadas en algunos puntos esenciales como la “Fundación y sostenimiento de la Casa del Estudiante Azuleño”; el “Otorgamiento de Becas y ‘Prestamos de Honor’”; la “Creación de una Cooperativa y Biblioteca”; y el “Asesoramiento de los futuros universitarios”.

Sin dejar de lado la realización de cursos, conferencias y otras actividades culturales, sociales y deportivas, se hace hincapié en “Promover al Estudio y difusión de los principios de la ‘Reforma Universitaria’”. Aunque, inmediatamente se remarca que la institución “prescindirá de todo partidismo político, religioso o racial, pudiendo expedirse solo sobre problemas universitarios y atingentes a la Universidad”.

Radical de alma 

El radicalismo fue la corriente política en la cual canalizó sus impulsos cívicos, siendo una de las figuras jóvenes de mayor relieve.

El 11 de agosto de 1956 se inauguró el subcomité femenino “Moisés Lebensohn”, ubicado en calle Gral. Francisco Leyría entre Olavarría y Puan. En la ocasión fueron oradores los jóvenes Omar Rebolino y Agustín Rogelio Vidal, y los doctores Palmiro B. Bogliano y Juan Prat.

En aquella jornada Vidal fue el segundo en hacer uso de la palabra. Luego de referirse al significado del acto que se realizaba, en modo especial se resaltó el honor y la responsabilidad que implicaba el colocar el local y la obra que en él comenzaría a cumplirse bajo la advocación de Moisés Lebensohn; anunció que procuraría desarrollar algunos enunciados del pensamiento escrito de aquél con relación a la misión que comprendía a la U.C.R. frente a los problemas que afectaban al pueblo argentino. “‘Los hombres de la juventud radical juzgamos que las libertades civiles y políticas deben integrar el clima de la dignidad humana con una efectiva democracia económica’, fueron palabras pronunciadas por Lebensohn en el Congreso de la Juventud Radical de 1942. Toda su gestión en el partido y su prédica desde la tribuna o la prensa tendió a ese objetivo en cuya realización entendía que debía cumplirse una triple etapa de desarrollo”. Vidal terminó exhortando a los afiliados del Barrio Sur a realizar su labor en consonancia con la línea trazada por el pensamiento y acción de Moisés Lebensohn.

Tras los comicios del 23 de febrero de 1958, el Concejo Deliberante de Azul quedó conformado por nueve miembros de la Unión Cívica Radical Intransigente, siete de la Unión Cívica del Pueblo y dos concejales del Partido Conservador.

Integraban el primer grupo Néstor M. Pitaluga, Héctor. R. Blanco, Agustín Rogelio Vidal, Rubén Darío Moreno, Roberto Martinucci, José María Posada, Alfredo Torchia, Adolfo Ricobene y Rolando Oscar Vitale. Por la Unión Cívica Radical del Pueblo ingresaron Juan Carboni, Alfredo Sarno, Raquel Haydée Salvo de Gau, Fernando Ilarragorri, Clemente Oscar Gazzolo, Héctor Prieto y Jacinto Marchisio.

Finalmente, por la tercera fuerza ingresaron los señores Alberto Castellár y Juan Arrastua.

Además tuvo a su cargo la dirección del Instituto de Perfeccionamiento Docente, ya en el década del ’60, cumpliendo una gestión valiosa en la reorganización del mismo.

La cultura del pueblo fue, sin duda, su mayor y permanente preocupación. Por eso abrazó la docencia y por eso fue uno de los impulsores de las más variadas actividades llevadas adelante por el “Centro Cultural Horizontes”.

Tras el derrocamiento del gobierno, Vidal se alejó de Azul, pero nunca en forma definitiva, pues solía hacer visitas periódicas a su ciudad natal.

Otros lares…

Siguió su carrera docente en el Colegio Nacional de Ezeiza, llegando a ejercer la dirección del mismo. Luego pasó a la Escuela Normal de San Martín.

Desde abril de 1966 como Vicedirector y a cargo de la Dirección a partir de marzo de 1967, el Profesor llevó adelante una importante labor educativa. Su infatigable trabajo le permitió integrar la cultura institucional de la tradicional con las nuevas concepciones de la pedagogía.

Durante su gestión impulsó la creación de talleres dedicados a las expresiones artísticas, la realización de campamentos estudiantiles y la publicación de una revista pedagógica.

Gracias a su amplia visión, la escuela brindaba a jóvenes de la Capital Federal y de distritos cercanos del Gran Buenos Aires, la posibilidad de aprender y expresarse, concibiendo asimismo el funcionamiento de un Club Colegial y un Centro de Estudiantes.

Le cupo también al profesor Vidal la importante tarea de gestionar, junto a los directivos de las escuelas “Tomás Guido” y “Eduardo Wilde”, la constitución de un consorcio para concretar la construcción del edificio escolar que hoy ocupan las tres escuelas y es modelo a nivel nacional. Las autoridades de los tres establecimientos, miembros de las tres cooperadoras, de la Municipalidad, representantes de las entidades de bien público, comerciantes y vecinos de San Martín adhirieron a la formación de la Asociación Pro Edificio en octubre de 1967.

Poco más tarde, radicado en la Capital Federal, su siguiente destino laboral, desde 1972, fue el Colegio Nacional Comercial de Morón, donde actuó como Rector hasta el momento de su fallecimiento.

Al margen de su actividad en la docencia se había propuesto obtener el título de abogado y estudiando libre le faltaban un par de materias para graduarse.

La hora de la triste despedida…

A los 52 años de edad, Agustín Rogelio Vidal falleció el 6 de septiembre de 1977. Se hallaba trabajando en su despacho de la dirección de la Escuela Nacional de Comercio de Morón.

Sus restos fueron trasladados a Azul, para ser inhumados en el Cementerio Municipal. Muchos de sus alumnos, utilizando diversos medios de transporte, vinieron a Azul para darle el último adiós.

En la galería de la necrópolis local, las primeras palabras estuvieron a cargo del tesorero de la Escuela Nacional de Comercio de Morón, Daniel Zelaya, quien hizo un breve y justo enfoque de la personalidad de Vidal, remarcando su sentimiento afectivo, siempre manifestado, hacia su Azul natal. Luego hizo uso de la palabra la profesora Benice de Lara de Brunati (fundadora de la Escuela de Comercio de Morón).

Prosiguió una oración fúnebre dicha por el doctor Alberto N. Sarramone, quien intensamente conmovido luego de hacerse el propósito de no llorar y pedirles a los jóvenes alumnos que hicieran lo propio –por que la presencia de Vidal así lo imponía- en nombre de los amigos hizo una certera y conmovedora semblanza del extinto, comparando su vida a la del buen árbol sin espinas, de flores fragantes, sombra generosa y raíces profundas. En suma, lo mostró tal como era, exaltando su condición de auténtico maestro, cuyos alumnos fueron los hijos que no le dio la vida.

Finalmente, en nombre del Club Velocidad y Resistencia, habló Julio César Labattaglia.

Una calle a su memoria

En la localidad de San Martín, el 17 de junio de 2011, mediante la Ordenanza Nº 10885/10 (aprobada el 26 de octubre de 2010), se hizo efectivo el cambio de nombre de la calle Ramón Falcón por el de Profesor Agustín Rogelio Vidal.

Para la ocasión, desde el Concejo Deliberante de Azul se comunicó, a través de su Presidente, Dr. Carlos Gustavo Vignau, que en la sesión del cuerpo azuleño del día 13 de junio del 2011, se había aprobado por unanimidad la Resolución N°3010/11, por la cual se celebra el cambio del nombre de la calle impulsado desde el Concejo Deliberante de San Martín.

La ordenanza se concretó gracias a la iniciativa de la concejal Olga Centurión. Aquél día se realizó un acto oficial que tuvo lugar en la esquina de la ex Escuela Normal “Estados Unidos” de la localidad sanmartinense.

En el emotivo acto se encontraban presentes el presidente del Concejo Deliberante, Juan Callegher, el secretario de Gobierno, el presidente del Consejo Escolar, la Directora del establecimiento educativo, inspectores escolares, directores de escuelas del distrito, el historiador azuleño Alberto N. Sarramone, el artista plástico Andrés Zerneri, familiares del profesor Vidal y público en general.

En un viaje de egresados, Vidal divirtiéndose montando un asno, divirtiéndose con sus alumnos.

De pie, cuarto desde la izquierda, Agustín Rogelio Vidal posando junto a sus alumnos en el viaje de egresados a Bariloche.

Zamba “A Vidal”

(Eduardo Guerschberg, 15 de mayo 2011)

De la sombra de los tilos,

apareciste con tus ojos sabios,

con tu peinado gardeliano y siempre,

con la sonrisa limpia de hombre humano…

Quién comprendió tus silencios?

Tus pasiones, tus generosas manos,

maestro del alma que estás en lejanías,

construyendo realidades y utopías…

(Estribillo).

Vientos del Sur, compañero…

Fogón de amigos eterno…

La memoria para vos es infinita,

en los recuerdos felices y sinceros.

Nunca te dije te quiero,

y sin embargo nos amamos tanto,

es justamente en silencio donde

aparecen lenguajes más hermanos…

Tristes lloramos tu ausencia,

es más difícil recorrer la vida,

pero tu voz está siempre,

en los espacios de luz del día a día.

El CUA está realizando un censo histórico

La actual Comisión Directiva del Centro Universitario Azuleño emprendió este año, entre otros proyectos, un relevamiento de todas las personas que formaron parte de la institución en el pasado. El objetivo de esta iniciativa es elaborar un listado completo, desde la mismísima fundación del CUA en el año 1954, para poder contar la historia del Centro de manera completa y también para homenajear a los cuenses que han hecho posible que al día de hoy el CUA esté abierto y becando a jóvenes azuleños para que accedan a la Universidad Nacional de La Plata.

Desde la Secretaría de Prensa y Comunicación, el primer paso para este censo histórico fue relevar las actas de asamblea desde la fundación hasta las de la década del 90. Esta tarea ya fue realizada y dejó como saldo un listado de cientos de personas con sus respectivos cargos. Sin embargo, se estima que puede haber documentación faltante por lo que la investigación sigue su curso.

En este sentido, si fuiste parte del Centro Universitario Azuleño, o sabes de alguien que estuvo, podes contactarte con ellos a través de sus redes sociales facebook.com/cua.centrouniversitario o al mail cua_laplata@hotmail.com. Cualquier información será agradecida y, seguramente, sea de gran utilidad para seguir construyendo la historia del CUA.