Durante el pasado fin de semana, un adulto mayor se convirtió en su casa de esta ciudad en víctima de un violento robo.

El episodio delictivo incluyó que dos sujetos que estaban armados se metieran en su domicilio y lo redujeran a golpes, para después sustraerle pesos, dólares y un arma de fuego.

Además, antes de darse a la fuga los delincuentes dejaron al jubilado inmovilizado, mediante el empleo de precintos plásticos que colocaron en sus brazos.

Sin que hasta el momento se tengan novedades acerca de quiénes fueron los autores de este violento robo, los investigadores no descartan que en lo sucedido haya existido un entregador, teniendo en cuenta que los ladrones -cuando ingresaron a la casa de la víctima- le dijeron que sabían que tenía dinero guardado en su propiedad.

Voceros judiciales señalaron ayer a EL TIEMPO que por lo sucedido se está tramitando un sumario penal que en principio fue caratulado como robo agravado y privación ilegítima de la libertad.

Ese expediente quedó radicado en la UFI 13, la fiscalía que en los tribunales de Azul conduce el funcionario judicial Adrián Peiretti.

El asalto

Un hombre que actualmente está jubilado y reside en un inmueble situado sobre la Avenida 25 de Mayo, en cercanías del Balneario Municipal, se convirtió en la víctima de este violento episodio delictivo.

El sábado que pasó, cuando habían transcurrido unos minutos de la hora 21, el septuagenario fue sorprendido por dos delincuentes en momentos que él se encontraba solo en el interior de su domicilio.

A los asaltantes no les costó ingresar a la vivienda, ya que la puerta estaba entreabierta, por lo que el adulto mayor, al escuchar ruidos y dirigirse hasta el frente de su propiedad, fue sorprendido por ambos sujetos.

La extrema violencia evidenciada por los dos autores de este hecho implicó que al hombre lo redujeran por la fuerza, al tomarlo del cuello, tirarlo al piso y después inmovilizar sus brazos con precintos de plástico que ellos tenían.

En esas circunstancias, al jubilado también lo atacaron mediante golpes de puño y patadas. En la cabeza y en diferentes partes del cuerpo.

Al mismo tiempo, uno de los autores de este hecho le apuntaba con un revólver que portaba y lo amenazaba, exigiéndole que le dijera dónde guardaba dinero.

Su cómplice, en tanto, tomó del interior de un cajón de la cocina de la vivienda un arma blanca que utilizó también durante la comisión de este ilícito para amedrentar a la víctima.

"Decime dónde está la plata, sabemos que tenés plata", le expresaba al jubilado uno de los delincuentes, sin dejar de agredirlo e intimidarlo mientras el hombre estaba inmovilizado en el suelo.

Durante la perpetración de este asalto los ladrones aprovecharon para revisar todos y cada uno de los ambientes de la casa donde reside el adulto mayor, en busca de elementos de valor de los cuales apoderarse.

En esas circunstancias, posteriormente la propia víctima les indicó dónde guardaba dinero y los condujo hacia una de las habitaciones de la vivienda.

En ese cuarto los asaltantes dejaron, en cercanías de una cama, tirado e inmovilizado al hombre cuando decidieron darse a la fuga de la casa, llevándose -a modo de botín de lo que fuera este violento asalto- unos siete mil pesos, alrededor de seis mil dólares y una pistola calibre 22 con su cargador y municiones, arma de fuego también propiedad del jubilado que sufriera este robo.

Minutos después a que los autores del asalto se dieron a la fuga, el azuleño convertido en víctima de este episodio delictivo pudo liberarse de los precintos que le habían colocado e inmovilizaban sus brazos. Y tras dar aviso por teléfono a sus familiares de lo que le había pasado, instantes más tarde personal policial se hizo presente en su casa para comenzar con las averiguaciones sobre lo sucedido, con la finalidad de localizar a los autores de este hecho.

En ese contexto, se procuraba recoger y observar registros de cámaras de seguridad instaladas en cercanías al inmueble donde el robo se produjo, ante la sospecha de que los autores del violento asalto al adulto mayor se movilizaban en un automóvil al que, después de cometer el ilícito, se subieron para darse a la fuga.

El dato

Desde la Policía local se había irradiado un alerta a seccionales de seguridad de ciudades de la zona para procurar dar con un auto en el que andaban los delincuentes. Dicha circunstancia refuerza la hipótesis que indica que los dos sujetos que cometieron este violento asalto no son de Azul; y que ambos llegaron hasta la vivienda del adulto mayor contando con un dato aportado por un entregador que conocía los movimientos de la víctima.