Por Jorge Meza (*)

Especial para El Tiempo

Argentina tiene una larga historia de lucha de su clase obrera, una historia en construcción constante, con avances y retrocesos. Con la presencia para reclamar, protestar, repudiar y hacer sentir su voz contra las políticas neoliberales que empobrecen al conjunto de la sociedad, pero también en la búsqueda de la conquista de derechos y en la construcción de un mundo más justo.

Los docentes, como trabajadores de la educación, somos parte de ese entramado del tejido social tan importante. Para el maestro Paulo Freire la educación es praxis, reflexión y acción sobre el mundo para transformarlo. Es un acto de amor y coraje.

Las noticias

A pocos días del comienzo del nuevo ciclo lectivo 2024, el gobierno nacional decidió dejar sin efecto el FONID (Fondo Nacional de Incentivo Docente) cuya asignación específica es el mejoramiento de la retribución de los docentes hasta tanto las asimetrías salariales de los y las docentes de todo el país sigan existiendo.

En estos días, se vuelve a recordar y a ser noticia una de las tantas luchas que realizamos los maestros: la Carpa Blanca y una de sus conquistas: El Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID).

Porque de la lucha con la Carpa Blanca de la Dignidad se logró la instalación en la agenda pública de la inversión educativa y la sanción de la Ley del Fondo Nacional del Incentivo Docente que significó empezar a transitar otros caminos de la política de desresponsabilidad del Estado nacional iniciada con la transferencia a las provincias de los sistemas educativos.

La crisis económica que veníamos transitando se refuerza hoy con un ajuste a toda la clase trabajadora en general y a los maestros en particular. La quita de fondos de la nueva administración del Gobierno nacional de Javier Milei, incluye además del incentivo docente, el fondo compensador, conectividad y otras partidas que están en peligro como infraestructura, fondos para obras, el consenso federal. El presupuesto 2023 fue prorrogado por el actual gobierno y todas esas transferencias figuraban, por lo que están incumpliendo con una ley.

Fondos tan necesarios en un país federal, pero con provincias muy pobres.

Una decisión claramente antipopular.

Un poco de historia:

La lucha contra el neoliberalismo

La primera mitad de los años '90 fue el momento en que hubo una hegemonía más marcada del neoliberalismo. Esa hegemonía se apoyaba -entre otros factores- en las condiciones internacionales y en los aparentes éxitos del Plan de Convertibilidad.

En lo educativo, en 1992 el gobierno nacional, en el marco de las reformas promovidas por el Banco Mundial, concretó una iniciativa estratégica: la transferencia de los servicios educativos a las provincias, con lo cual avanza la política de ajuste descentralizador (tal como se plantea en la actualidad).

También elaboró un proyecto de Ley de Educación claramente privatizador. Las políticas neoliberales instauradas desde la última dictadura militar se consolidaron en ese momento. Desindustrialización, creciente deuda externa, corrupción, flexibilización laboral, desocupación y desmantelamiento del Estado.

El protagonismo delos trabajadoresde la educación

En el país comenzaron a expresarse con fuerza las consecuencias de la política económica implementada, lo que trajo aparejado una fuerte resistencia. La Marcha Federal en 1994 fue la primera gran movilización contra el gobierno menemista bajo la consigna "un país para todos".

En 1995 se inicia la implementación de la reforma educativa bonaerense encontrando resistencias en la Caravana Educativa, en la Marcha en Defensa de la Escuela Pública junto a los padres estudiantes y sectores que acompañaron. Pasada la segunda mitad de la década, las grandes movilizaciones contra la recesión económica más profunda de la historia argentina hicieron crecer el conflicto social.

Desde 1997, la estrategia de los maestros y profesores fue la disputa en el orden nacional frente a las políticas de ajuste, entendiendo que la resolución de los conflictos provinciales no podía lograrse si el modelo se imponía en la Nación.

Se centró en la lucha que CTERA emprendió por una Ley de Financiamiento Educativo. La nacionalización del conflicto fue la instalación de la carpa Blanca y el inicio del ayuno docente, el 2 de abril de 1997.

La Carpa Blanca de la Dignidad

Fue una de las protestas más extensas de la década de 1990 en Argentina. Llevada a cabo por docentes de todo el país reclamando la derogación de la Ley Federal de educación y fondos económicos para el sistema educativo.

La Carpa fue instalada frente al Congreso Nacional liderada por CTERA (Central de Trabajadores de la República Argentina) y duró 1003 días hasta el 30 de diciembre de 1999.

Grupos de aproximadamente veinte docentes provenientes de todos los rincones del país ayunaban en grupos por períodos de una semana, que se turnaban para ayunar como forma de protesta ingiriendo solo té caliente o caldo. Luego eran reemplazados por otros grupos.

La carpa fue visitada por casi 3 millones de personas, incluyendo a siete mil alumnos de escuelas argentinas y recibió el apoyo de diferentes personalidades del mundo cultural, educativo, científico, político etc.

La Carpa estuvo llamada a condensar en su territorio físico y simbólico las luchas contra el modelo ajustador. Fue expandiéndose hasta límites inusitados como caja de resonancia y contención de las luchas cotidianas de los trabajadores, no solo de los maestros.

El compromiso cotidiano de escritores, músicos, artistas plásticos, bailarines, deportistas y de tantos que expresaron como nunca antes la articulación de un consenso de los trabajadores de la cultura y el pueblo en su conjunto, en defensa de uno de los bienes más preciados: la educación pública.

Y fue a través de esos gestos que la Carpa se transforma en la Carpa de la Dignidad.

Fui uno de los maestros ayunantes junto a Graciela Hesayne y Mario Vuotto quienes, desde Azul y en representación de la seccional SUTEBA, fuimos en distintos grupos parte de ese ayuno como mecanismo de protesta pacífica.

Los maestros y profesores pasamos tres navidades y dos fines de año debajo de la lona de la carpa, participando en actos y movilizaciones como parte de una dignidad que se viste con guardapolvo blanco.

La aprobación por parte del Congreso Nacional de un nuevo paquete fiscal que garantizaba los fondos para todas las provincias permitió el levantamiento de la carpa, con un gran Acto acompañado de miles de personas mientras eran desarmadas sus estructuras y arrollada la lona. Pero otros graves problemas pendientes de resolución siguen en pie y requerirán de otras estrategias de lucha que dependerán además de las circunstancias de cada momento generando el más amplio consenso social.

Participé ese día jueves 30 de diciembre de 1999, a la tardecita, en la Plaza del Congreso, mientras que, acompañados de aplausos, festejos, música, fuegos artificiales y una imponente cantidad de ex ayunantes desarmábamos la carpa y descubríamos la escultura de hierro que aún está presente frente al Congreso, como testimonio de una gesta ya inscripta en la memoria colectiva y miré a lo alto donde un manojo de globos blancos se elevaba hacia el cielo conteniendo una consigna: "La carpa se va, el compromiso con la educación pública sigue".

La historia también se enseña sin pizarrón ni tiza

"Sin violencias, con imaginación y entereza, instalaron nuevos métodos para la lucha, resistieron los empellones del poder altanero, soportaron la fatiga propia y ajena, eludieron las tentaciones de la rendición anticipada. Probaron, con toda evidencia, que ninguna razón de la economía es superior a la condición humana. Cuando desarmaron la Carpa Blanca, festejaban la victoria de otra etapa cumplida, en una larga historia que aquí no termina, para beneficio de la escuela pública

"Con el mismo acto dejaron inaugurada la esperanza para el desamparo de tantos, que desde ahora tendrán un espejo donde mirarse. Se puede y se debe, enseñaron sin pizarrón ni tiza, pero con legítimo orgullo.

"Los docentes, bien agradecidos, salieron cada vez que fue necesario a ofrecer la mano tendida a los desvalidos, a los rebeldes, a los docentes sin fortuna. Habían comprendido, claro, que de a uno es más difícil hacer el camino" -escribía el periodista Pasquini Durán en la contratapa del diario Página 12.

En el camino de luchas, aquel hito será superado seguramente por otras circunstancias, pero será una continuación de aquel paso de mil días.

Pero los maestros seguiremos marchando. Mientras no haya un camino claro hacia un mundo más digno seguiremos dando batallas y construyendo con nuestros pasos.

La palabra docente

Reflexionando sobre la palabra docente, cargada de múltiples significados que tienen que ver con nuestra historia personal, con lo vivido en las escuelas, con los maestros y maestras que encontramos en los caminos, con nuestros estudiantes, con la historia compartida, con la construcción en nuestro país en torno a la educación, la misma deberá tener un profundo sentido, el que cada uno le asigne en lo personal, pero también para que tenga sentido para nuestro pueblo, el que le pone la educación de sus hijos en nuestras manos.

Seguiremos trabajando y defendiendo la educación pública. Porque antiguos clamores nos acompañan. Nuevas manos ensanchan el camino.

Porque este presente requiere de latidos y porque el futuro reclama otra mañana más digna.

Con el valor de la palabra hecha acción levantaremos utopías y esperanzas.

(*) Maestro y profesor de Educación Especial. Escritor. Ayunante de la Carpa Blanca de la Dignidad. Autor del libro: "Una Carpa, un país...".

-Bibliografía utilizada:

-Canto Maestro. 30 años de lucha y compromiso. CTERA. Buenos Aires, 2003.

-Apuntes. Por una Ley de financiamiento Educativo. UTE. Buenos Aires, 2005.

-Banderas en tu corazón. SUTEBA. Buenos Aires, 2006.

-La Educación en nuestras manos. SUTEBA. Buenos Aires, 2000.

-Una carpa, un país. Meza, Jorge. Azul, 2001.

-"Blancura". Por J. M. Pasquini Durán. Contratapa, Página 12, 31 diciembre 1999.