Llegó el momento esperado por todos y donde muy pocos llegan: a la final, en este caso del Torneo Apertura de Primera División. Serán dos partidos donde dos equipos buscarán la gloria deportiva y aportarle a la camiseta que visten una estrella más.

En la llave decisoria estarán Chacarita Juniors y Alumni Azuleño, dos números puestos al momento de barajar (cuando un certamen se inicia) equipos que puedan aspirar al título. Y que demostraron, por ahí con algún sobresalto a lo largo de la competencia, porque ambos fueron los mejores de sus grupos.

El tricolor vuelva a esta cita luego de casi cinco años, la última fue en el Clausura 2019, donde perdió con el mismo rival de hoy. El albinegro desde ese choque definitorio no se perdió ninguna de las finales que se disputaron -fueron cinco- y se alzó con tres títulos.

A la pregunta sobre qué tipo de partido podremos ver hoy en Urioste y Rauch, a partir de las 15:30 y con Leandro Gómez como árbitro, la respuesta puede ser, por un lado, muy pretenciosa por el potencial que ambos poseen. Por el otro, al ser una serie de 180 minutos, se suele analizar, idear una táctica y una estrategia para un cotejo de largo aliento y eso lleva a que los encuentros de ida sean, casi siempre, cerrados y parejos.

A todo eso, se le podría sumar la lluvia -se anuncian para la mañana - y que lleve a que el verde césped se encuentre más rápido de lo habitual y le agregue un condimento que, si bien está pensado, nunca se puede saber cómo va a resultar en el momento de la verdad, cuando la pelota comience a rodar.

Un poco más de responsabilidad puede tener el local, sólo por eso. Chacarita ha demostrado a lo largo de toda la competencia que su reducto le cae muy bien ya que no perdió ningún partido, y en estos enfrentamientos eliminatorios se impuso en los dos juegos que disputó en Urioste y Rauch.

Además, el entrenador Adrián Di Prinzio ha encontrado el equipo. En los últimos partidos, salvo alguna modificación por el planteo táctico que desea realizar, el resto han sido siempre los mismos jugadores. Eso le brinda, a los que saltan al campo de juego confianza para poder llevar adelante lo que el técnico desee.

A Alumni le costó mucho más arribar a esta final. La serie con Piazza, en cuartos fue, además de lo comentada por lo que ocurrió al final del primer juego, dura y consiguió avanzar por la ventaja deportiva.

Ante Sarmiento debió remontar el marcador en la revancha y demostró que en estos tipos de partidos porque es el club más ganador de la historia del fútbol de Azul. Porque tuvo todo para perderlo, pero supo revertir esos desarrollos adversos y hoy está en una nueva final.

También a su favor, que por lesiones o suspensiones Nicolás Canelo ha variado bastante la formación titular de su equipo; el mérito grupal ha sido el de no haber perdido los cimientos de su juego. Alumni no se alejó de su rendimiento habitual, no obstante, los matices.

Como solemos decir en algún que otro anuncio de este tipo, que es muy difícil de predecir lo que ocurrirá en la cancha, y la que tendrá siempre la decisión final, por cualquier otra circunstancia, será pelota, que es la que manda y siempre se guarda algo para sorprender a todos.