Una investigación iniciada meses atrás desde la Federal derivó en que se llevara a cabo el allanamiento, que tuvo como escenario una casa situada sobre la calle Fournier, en cercanías al cruce con Sargento Cabral.

El procedimiento, que también se tradujo en la aprehensión del investigado por esta infracción a la llamada ley de estupefacientes, había sido dispuesto por Juan José Suárez, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 3, dando lugar a un pedido formulado por Lucas Moyano, el fiscal a cargo de la UFI 22 con asiento en los tribunales de Azul que lleva adelante esta Investigación Penal Preparatoria.

Las sospechas de que el hombre que fuera arrestado el jueves se dedica a comercializar estupefacientes -concretamente cocaína- al menudeo desde esa casa donde reside se tradujeron en la realización del procedimiento que, según lo informado a EL TIEMPO por voceros allegados a la instrucción de esa causa penal, arrojó resultados positivos para la pesquisa.

Algo más de cuatro gramos de cocaína y dos carabinas -una de las cuales tenía limado su número de identificación- formaron parte de lo secuestrado en este procedimiento; del mismo modo que sucedió con el teléfono celular del hombre que resultara aprehendido y más de 26.000 pesos en efectivo.

Los agentes de la PFA contaron durante la realización del procedimiento con la participación de Bruno, un perro especializado en detectar estupefacientes que desde la Delegación local es utilizado habitualmente a modo de apoyo en allanamientos por drogas.

El ahora imputado, quien transitoriamente permanece alojado en la sede de la Delegación Azul de la PFA, fue indagado hoy viernes por el Fiscal que le imputa esta infracción a la Ley 23.737.

Sin que hasta el momento trascendiera su identidad, se informó que es un azuleño que tiene 42 años de edad.

En la investigación penal que lo involucra fue indagado en sede judicial como el presunto autor de los delitos de "tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas al consumidor, en concurso ideal con comercialización de estupefacientes propiamente dicha".

Entre las pruebas valoradas para ordenar este allanamiento, y mencionadas nuevamente ahora desde la Acusación para solicitar al Juez garante que la aprehensión del sospechoso sea convertida en detención, se mencionan diferentes tareas de observación que en las inmediaciones del inmueble allanado ayer jueves han venido haciendo desde meses atrás los agentes de la Federal.

El resultado de dicho trabajo -que luego fue documentado por medio de filmaciones y fotografías- arrojaba que el ahora aprehendido se dedicaba a vender estupefacientes al menudeo, actividad ilícita a través de la cual era habitual observar a personas que se dirigían hasta su domicilio con la finalidad de adquirir los estupefacientes.

Cuando hoy el investigado fue indagado a tenor de lo que establece el artículo 308 del CPP y declaró, a través de sus dichos intentó desligarse del delito por el que se encuentra privado de la libertad.

De esa manera, afirmó que es consumidor de cocaína pero que no vende estupefacientes. Y también señaló que el dinero que fuera hallado durante el procedimiento llevado a cabo ayer jueves en su casa proviene de la venta de lechones, actividad que dijo llevar a cabo.

Cuando fue interrogado acerca del habitual movimiento de gente que se observaba en su casa, en la indagatoria señaló que eso obedecía a que también vende "comida para perros en latas".