Por Evolución Radical

Después de un tiempo recorriendo los distintos barrios de nuestra ciudad y las localidades vecinas, no podemos dejar de expresar que pasamos por todos los estadíos con los vecinos que nos reciben siempre de la mejor manera. Un mate, alguna que otra anécdota, porque "nos conocemos todos", risas y la inevitable reflexión sobre todas las necesidades que atraviesan cada uno de ellos.

Y ahí nos ponemos serios, las demandas que no se resuelven duelen. Vecinos que pierden todo cuando llueve, otros que no cuentan con los servicios básicos, la preocupación de los chicos en la calle, y una lista innumerable de cuestiones que no reciben ninguna solución, en ningún plazo.

Se requiere el diseño y la implementación de nuevas políticas públicas que se focalicen en los problemas y dificultades específicas que enfrenta cada localidad.

La pregunta por excelencia es ¿Hasta cuándo vamos a tener que esperar? Y no podemos responder más que "hasta que las cosas cambien", lo que implica que logremos enfrentar el desafío de hacer un Estado eficiente y empático para resolver problemáticas y recuperar la confianza. Porque ahí tenemos el otro problema, la desconfianza, el temor a que esta huella que se viene haciendo cada vez más profunda, sea imposible de llenar.

La desilusión y la desesperanza son motivos que nos interpelan y nos incentivan a trabajar fuertemente para convertirnos en esa posibilidad que les demuestre que se puede cambiar la realidad actual.

Asombra que las demandas cada vez son más básicas, porque cada vecino nos asegura que con poco se conforman.

Somos un equipo preparado e integrado por personas comprometidas y con experiencia en diversas áreas. No esperamos soluciones mágicas, proponemos políticas públicas que reviertan la situación de abandono en que se encuentra el Partido.

Nos sentimos interpelados y desafiados a lograr convertirnos en esa alternativa tan esperada, la de las respuestas y propuestas, la que no solo hace los recorridos y relevamientos sino que también propone soluciones y la que apela a la conducción de nuestro querido Azul... El Azul que se viene.