Una causa penal caratulada como lesiones se está instruyendo en una de las fiscalías con asiento en los tribunales de Azul, luego de que una mujer denunciara que a su hija de 17 años la agredieron en un boliche de esta ciudad, provocándole heridas por las que después tuvo que ser llevada al Hospital Pintos para que fuera atendida.

De acuerdo con lo referido por la denunciante, durante ese incidente a la menor le pegaron en la cabeza con una botella de vidrio y quedó prácticamente inconsciente por unos instantes, accionar que implicó que también resultara con un corte en su cuello.

Además, quienes están sospechadas de haber sido sus agresoras -tres jóvenes a las que personal policial ya identificó- habían comenzado a atacar a la adolescente mediante golpes de puños, lo cual sucedía mientras la tomaban de los pelos. En las primeras horas de la mañana de este sábado que pasó el hecho fue denunciado por la madre de la menor en la sede de la Seccional Primera de Policía.

En esa presentación se menciona que el grave incidente que tuvo como víctima a la adolescente de 17 años se produjo en el interior de un boliche que está situado en el centro, sobre la calle Colón entre Yrigoyen y San Martín. Teniendo en cuenta lo referido en aquella denuncia radicada en sede policial por la madre de la víctima, esa mujer contó que este sábado que pasó, poco antes de la hora 6.30, recibió un llamado telefónico desde el Hospital Pintos.

En aquella comunicación le informaban que su hija de 17 años estaba siendo atendida en el centro asistencial municipal a causa del ataque que instantes antes había sufrido mientras estaba en el referido boliche: un restaurante y bar llamado "Ramé". A la madre de la víctima le explicaron también que la menor había ingresado al Pintos presentando una herida en su cabeza y en el hombro derecho, lesiones ambas -se señala en la denuncia- "producto de un impacto con un objeto cortante" que, según pudo determinarse posteriormente, se trató de la ya mencionada botella de vidrio.

A través de versiones de una hermana de 15 años de la chica agredida y de amigas de ambas, quienes estaban juntas en el boliche cuando el incidente se produjo, se pudo saber también que fueron tres jóvenes -todas mayores de edad, de acuerdo a lo que después pudo determinarse al ser identificadas por la Policía- quienes atacaron a la víctima de este hecho.

Los testimonios colectados señalan también que sin mediar palabra alguna sus agresoras comenzaron a atacar a la menor. En un principio, mediante trompadas. Después, con una botella de vidrio con la que golpearon su cabeza, provocando que la adolescente perdiera el conocimiento por unos instantes, lo cual sucedió en la previa a que fuera trasladada al Hospital Pintos por uno de los propietarios del boliche, llamado Sergio "Pocho" Regalado.

En la denuncia se indica también que Regalado llevó a la menor en una camioneta hasta el Pintos, dejándola en la Guardia en la previa a que la chica fuera asistida por esas lesiones que presentaba como consecuencia del ataque que sufriera en el interior del referido local. La menor estuvo internada en observación en el centro asistencial municipal hasta que le fueron efectuadas las curaciones de las heridas que presentaba, que no pusieron en riesgo su vida, según se indica también en las actuaciones policiales.

Posteriormente, integrantes del Grupo Táctico Operativo de la comisaría primera lograron identificar a sus agresoras, siendo ellas tres mujeres. De acuerdo con lo informado, todas ya fueron notificadas de la formación de la causa penal que las involucra en este hecho. Según lo señalado ayer por voceros policiales, se trata de Yazmín Nerina Gallardo, de 19 años de edad; Melina Sánchez (20) y Angie Bermay (20).

EL DATO

El sumario penal que se está instruyendo por lo sucedido quedó radicado en la UFI 13, la fiscalía que en los tribunales de Azul está a cargo del fiscal Adrián Peiretti. Desde la Policía se remitió también una copia de las actuaciones al Juzgado Correccional en turno el pasado sábado, para que se inicie una causa contravencional al haberse constatado la presencia de menores de edad en el local donde este incidente se produjo.