El azuleño -como así se siente y lo hacen sentir- Mario Mosca dirigió una carta a este diario, en donde se pone de manifiesto su malestar por la situación por la que atraviesa el Partido de Azul en la actualidad.

A continuación, el texto completo:

Señor Director:

No uso redes sociales, esquivo los debates estériles, solo la gente muy cercana a mi sabe que mi corazón político está junto al Peronismo. Tengo muchos amigos y creo que la mayoría no comulga con mi ideología, lo que pone en evidencia que no soy un intolerante. No nací en Azul, pero allí aprendí a caminar, a leer y escribir, todos me consideran azuleño y así lo siento; quienes me conocen saben de mi amor por esa ciudad en la que tengo mi casa y a la cual regreso periódicamente ya que resido y trabajo en Buenos Aires pero estoy empadronado allí y en mi documento figura mi dirección de Azul, lo que hace que cuando hay elecciones, con asistencia perfecta concurro a la urna en "mi" ciudad.

Comienzo esta carta con esta aclaración, porque como el tema al que voy a referir está originado por la incompetencia y egoísmo político de quienes gobiernan mi ciudad, con toda seguridad, para desacreditar mis palabras, se caiga en que lo dice un "Peroncho" o un Kirchnerista; esto último no me considero pero no me ofende para nada el calificativo, todo lo contrario.

Debido a la pandemia, y a mi falta de trabajo aquí en CABA, decidí los primeros días de junio ir por un tiempo a Azul, allí reside mi madre Nelly en el "Hogar Malere" y también viven mis dos hijos, siempre considero una caricia en el alma regresar a mi ciudad en la que terminé -después de mucho tiempo de no hacerlo- viviendo casi cuatro meses; pero contrario a lo que creía regresé a aquí con mucho dolor y tristeza.

En mi viaje de ida, cuando registré mi ingreso por la Ruta 3 tomaron mis datos como corresponde, me dijeron que me debía guardar en mi domicilio 14 días, que me llamarían por teléfono para cotejar el cumplimiento de la cuarentena, que un patrullero me acompañaría hasta mi vivienda y de allí no me podía mover. El patrullero que me acompañó, a las pocas cuadras se detuvo en la comisaría cercana y me indicaron que siguiera solo a mi casa sin parar en ningún lado y las llamadas de control nunca existieron. Aún así cumplí con el aislamiento a rajatabla.

Cuando el Covid no había desembarcado a pleno en la ciudad y se liberaban actividades, disminuían los tapabocas, se incrementaban las reuniones y el control municipal brillaba por su ausencia; mientras eso pasaba vi por televisión a una sesión del Concejo Deliberante en la que se discutía un tema tan importante como declarar de interés municipal la producción de trufas!!!. Estuvieron largo tiempo debatiendo si hacer una plaza en un terreno baldío del que no aparece el dueño hace 60 años, no era expropiación del estado!!!! Sólo el concejal Claudio Molina habló del descontrol en el Parque y el Balneario pero, por lo visto, no sirvió de nada porque el Poder Ejecutivo no vio ni escuchó.

La pandemia desembarcó en el Partido de Azul y mientras eso pasaba se descuidaban más los controles, los médicos que están en las trincheras en el Hospital Pintos pedían a gritos que los ayuden y el Dr. Bravo, sin que se le mueva una pestaña, aseguraba que todo estaba bajo control y, mientras el Quijotesco Intendente y su escudero realizaban homenajes políticos vía Zoom con el ex senador Pichetto y descubrían y proponían como paseo turístico el Paso Mandagarán!

Tengo que confesar que por tratarse de una ciudad Cervantina antepuse "Quijotesco" para omitir el adjetivo "Señor", sólo por una cuestión personal, ya que este hombre en su gestión anterior hizo que mi voto por un Proyecto Nacional y Popular pasara a engrosar las filas de un partido al que yo no adhiero, y a este tipo de acciones, allí en el barrio de la estación del ferrocarril donde me crié, aprendí desde muy chico a denominarlas TRAICIÓN.

Vuelvo a la actualidad...

Dr. Bravo, cómo es que pueda morir gente en su casa con Covid sin pasar por el Hospital? Cómo es que los médicos que están sacrificándose hacen cartas pidiendo ayuda porque se sienten exhaustos y usted declara en entrevistas periodísticas que está todo bajo control? Cómo no auxilio al Hogar Malere con gente especializada en la pandemia cuando se detectó tanta cantidad de abuelos con Covid y dejó al médico del Hogar y el personal arreglándoselas como podían? Está pasando lo mismo en el San Francisco de Asís? Por qué no le informa a la ciudadanía que no hay más camas Covid y pide ayuda por médicos a la Provincia? Cómo puede ser que en todo el país estén haciendo hospitales de campaña y en Azul permanezca cerrado el Sanatorio? Cómo es que médicos hablan de colegas que se están escondiendo? Cómo es que hay gente que cursa otras enfermedades y tiene que ir a operarse a otras ciudades?

Dr. Bravo, hágase un favor usted mismo y no siga poniendo en riesgo el prestigio que bien se ganó como cardiólogo ante la sociedad y sus pares y deje de dilapidarlo en la función pública,

DÉ UN PASO AL COSTADO, que su cargo lo ocupe alguien que maneje el termómetro del cansancio de los médicos que luchan y el dolor de los que sufren en esta pandemia, que como siempre, son los más humildes.

Compañero Sombra, comprendo que usted solo es el titular en Azul de la Obra Social privada más grande del país y no funcionario público, pero a la vez es la persona que el Peronismo Azuleño eligió para oxigenarse y renovarse; no espere que la inoperancia de la gestión municipal quede al desnudo para gestionar con el Gobierno de la Provincia, porque en el medio hay mucho dolor y muerte. Lo escuché decir ante periodistas que como al gobierno de la Provincia le llegaban de Azul datos erróneos, no enviaban ayuda. No son datos erróneos, son datos MENTIROSOS y usted lo sabe!!

Amigos periodistas, muy difícil se ha puesto nuestra profesión en estos últimos tiempos donde se controla nuestro trabajo a fuerza de pauta publicitaria, pero no bajemos los brazos. Si el titular de Salud dice que el ciudadano que murió en la casa lo hizo con dignidad, vayamos a la casa a hablar con los familiares; si te dicen que está todo bien en el hospital tratemos de hablar con los médicos y los enfermeros, hagamos esto con cada declaración de algún funcionario que nos cause dudas. En estos días vi una imagen oficial, que me llamó mucho la atención, publicada en algunos medios locales: un sacerdote bendiciendo una cama en el hospital con el Intendente a su lado; no tengo nada en contra de las religiones ni de que eso se haga, pero publicada en un medio es la representación gráfica de cuando se oculta la mentira atrás de la Fe de la gente. Recuerden que estábamos acostumbrados a ver estas imágenes oficiales durante el gobierno militar.

Vecinos de Azul, háganle saber a los funcionarios lo que piensan en la calle cuando los cruzan, que no son reyes a los que se le debe pleitesía; eso los ayudará en su gestión a no vivir en una burbuja.

Todo esto que manifiesto lo saben todos, yo solo lo escribí.

Para finalizar, antes de regresar a Buenos Aires fui a saludar al Hogar Malere a mi madre a través de una ventana desde la calle como se dispuso hace varios meses. Hasta el momento sólo sospecha que tuvo Covid.

"¿Ya te vas a Buenos Aires hijo? No tenés miedo de enfermarte allí?" - "El mismo que tengo acá mamá, por eso me cuido y me seguiré cuidando". Me mordí los labios para no decirle que aquí si me enfermo tengo la certeza que me espera una cama en un hospital, derecho que en su amado Azul le fue negado por la inoperancia Municipal en el momento que se requirió su internación, por falta de camas Covid en el Hospital Pintos.

Mi madre se curó, pero varios quedaron. En homenaje a ellos y al dolor de sus familiares me sentí obligado a escribir esta carta.

Mi más profunda admiración y respeto a la Doctora María del Carmen Ruiz, Azul la llora.

Un abrazo y total reconocimiento a todo el personal de salud que lucha contra este maldito bicho cuerpo a cuerpo.

Buenos Aires - Octubre 2020 - Mario Mosca - DNI: 13.172.889