Tenencia ilegitima de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas al consumidor es el delito que le imputan al joven arrestado durante un allanamiento antidrogas que personal policial llevara a cabo en una vivienda de Azul.

Este viernes que pasó la aprehensión del investigado por esa infracción a la Ley 23.737 había sido convertida en detención.

La medida cautelar fue ordenada por Federico Barberena, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 2 que entiende en esta causa penal que se tramita desde la UFI 22, la fiscalía que en el Palacio de Justicia local conduce Lucas Moyano.

El mencionado funcionario judicial había solicitado también al Juez garante la realización del allanamiento que hace tres días se tradujo en la aprehensión del ahora encausado, a quien fuentes allegadas a esta pesquisa identificaron como Carlos Sebastián Quintana.

De 26 años de edad, después de que fuera llevado a sede judicial y optara por negarse a declarar por el delito que se le atribuye a título de autor, una vez que su aprehensión fue convertida en detención se dispuso su traslado a la Estación de Policía Comunal de Tapalqué.

En esa seccional policial de la vecina ciudad ahora permanece privado de la libertad, a la espera de que se consiga un cupo para que, en el marco de la instrucción de esta causa penal, sea llevado a la alcaidía de una cárcel de la zona.

Allanamiento y aprehensión

Tal lo que EL TIEMPO informara en su edición web, el arresto de Carlos Sebastián Quintana se había hecho efectivo este jueves que pasó, durante un allanamiento realizado por agentes de la Brigada de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas con asiento en Azul.

En ese procedimiento, que tuvo como escenario una casa ubicada sobre la calle Las Flores, los policías de la división antinarcóticos local hallaron e incautaron más de 340 gramos de flores de marihuana que -de acuerdo con lo investigado- el joven que ahora está detenido poseía en varios frascos con la finalidad de comercializar al menudeo.

Desde la Acusación se sostiene que la comisión de ese delito por parte de Quintana se encuentra por el momento demostrada también a través de lo que fueron más elementos recogidos durante el allanamiento, entre los cuales figuraron un teléfono celular, recortes de nylon y una tijera.

Además, en la imputación se señala que el revólver calibre 32 largo "con cuatro municiones en su interior" recogido durante la mencionada diligencia Quintana lo tenía -"sin contar para ello con la debida autorización legal"- para la "protección" de esa sustancia vegetal considerada estupefaciente, la que poseía "en forma ilegítima para la comercialización".

Temporalmente, el accionar delictivo que le atribuyen al joven lo ubica desde fines de mayo del año pasado comercializando estupefacientes "en forma habitual y continua". Tanto desde el domicilio que fuera allanado hace tres días como bajo la modalidad conocida como "delivery", según lo que había sido referido en un reporte policial relacionado con esta investigación por venta de drogas al menudeo.

Una denuncia anónima de un vecino que se recibiera en sede policial se había convertido el año pasado en el punto de partida para el inicio de esta investigación llevada adelante desde la división antinarcóticos con sede en Azul y perteneciente a la Policía bonaerense.

A través de esa versión se lo ubicaba a Quintana -alias "Kaito"- vendiendo drogas al menudeo.

Los investigadores, una vez que lo identificaron, comenzaron a realizar sobre el joven diferentes tareas de observación, vigilancia y seguimiento. Tanto en la vivienda donde el año pasado se domiciliaba como en esa otra a la que tiempo después se mudara y hace tres días fuera allanada, ubicada en la ya mencionada calle Las Flores entre La Madrid y Pringles.

Todas esas actividades posteriormente quedaron documentadas a través de filmaciones y fotografías. Y se convirtieron en evidencias que sirvieron para solicitar el allanamiento realizado el pasado jueves. Un procedimiento que, al mismo tiempo, se tradujo en la aprehensión del joven que ahora, pero en carácter de detenido, permanece en la Estación de Policía Comunal de Tapalqué.

En el marco del desarrollo de esta investigación, además, se pudo tener acceso a escuchas y mensajes de los teléfonos celulares utilizados por el imputado. Y de esas comunicaciones surgieron más evidencias que lo sitúan comercializando estupefacientes al menudeo. Tanto marihuana como cocaína, según se refiere en las actuaciones penales.

EL DATO

En lo dispuesto hace dos días, y que se tradujo en el dictado de la detención para Carlos Sebastián Quintana en esta causa, el magistrado Federico Barberena autorizó también a que se analicen las comunicaciones que contiene un teléfono del imputado. Un celular que personal policial incautara durante el allanamiento que derivó en la aprehensión del investigado por esta infracción a la ley de drogas.