Se llama Paola Garrido aunque le dicen "Puly". Desde el pasado lunes es la nueva integrante del staff de la Empresa de Transportes "La Unión", donde también trabaja su marido Omar Gutiérrez. Juntos tienen dos hijos: Joaquín de 9 años y Guillermo de 3.

"Puly" está haciendo historia al ser la primera mujer en Azul en conducir un colectivo.

Su incorporación marca un hito significativo no solo para la empresa, sino también para la comunidad ya que este logro representa un paso importante hacia la igualdad de género.

La presencia de "Puly" al volante genera una profunda admiración y un sentimiento de inspiración entre las mujeres de Azul. Muchas de ellas ven en "Puly" un modelo a seguir, un ejemplo de que es posible romper las barreras de género y desempeñarse con éxito en oficios que históricamente fueron catalogados como "para hombres". Su valentía y determinación no solo desafían los estereotipos de género, sino que también abren puertas para futuras generaciones de mujeres.

Además, la incorporación de "Puly" -al momento de subir esta buena nueva en las redes sociales- reflejó comentarios sobre la necesidad de inclusión de la mujer en más ámbitos de la sociedad.

Por otra parte "Puly" corre carreras en Olavarría en diferentes categorías. Incluso obtuvo premios y un reconocimiento especial por ser la primera mujer en correr picadas. Tiene dos autos: un Chevrolet rosa que es de uso diario y otro azul con el que corre.

Ahora, con 37 años, se enfrenta a nuevos desafíos.

Es decir su pasión por las carreras la acompañó durante casi dos décadas, demostrando su dedicación y habilidad en un ámbito igualmente dominado por hombres. Las picadas, conocidas por su intensidad y la adrenalina que generan, fueron el terreno donde "Puly" demostró un desempeño digno de admiración y respeto.

"Puly" no solo sigue destacándose en las competencias, sino que también enfrenta nuevos retos en su vida profesional y personal. La responsabilidad de conducir un colectivo y garantizar la seguridad de los pasajeros es un desafío que aborda con la misma determinación que se muestra en las pistas de carreras.

Además, su doble rol como conductora de transporte público y corredora de picadas la convierte en un ejemplo viviente de cómo es posible equilibrio.

En diálogo con EL TIEMPO "Puly" quien llegó a la esquina de Burgos y Belgrano junto a su compañero de ruta, Omar Gutiérrez y sus dos pequeños hijos, dialogaron sobre esta nueva etapa y cómo se organizan para recorrer la vida en equipo, se podría decir impenetrable, incluso ante las adversidades, nunca mejor dicho: "las piedras en el camino".

La primera en todas

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"Puly" comenzó diciendo "¡nunca imaginé que subirme a un colectivo iba a tener tanta repercusión!. Me llamaron desde la empresa y me comunicaron si era posible que empiece a trabajar y yo pensé que era un chiste".

Sobre si estaba buscando trabajo, especificó que "en realidad soy peluquera, mi marido es colectivero hace 17 años. Siempre que lo acompañaba a la empresa que dirigía Ricardo Basile y ahora su hijo, Emilio con Leandro Méndez, con frecuencia trasladaba un colectivo de un lado al otro.

Por otra parte mi viejo es mecánico, o sea tengo idea sobre estos transportes y cuando se 'bajó' un chofer de la empresa me comunicaron que era una muy buena idea empezar a poner mujeres y qué me parecía ser la primera y sinceramente me quedé helada. Les dije que sí, es una oportunidad única, increíble y no la quise desaprovechar. Me dieron unos días de pruebas y pasé".

De la misma manera continuó "el lunes ya arranqué con un recorrido desde el Balneario hasta el Frigorífico y viceversa. Ahora estoy trabajando de tarde, arranco a la 1 y termino las 8:30 o arrancó a las 2 y termino 8:45 o arrancó a las 3 y termino 10:30, porque el horario es variable".

Sobre cómo está viviendo esta experiencia en su primera semana, expresó que "hasta ahora es muy buena porque la gente cuando me ve, se pone a charlar conmigo. Sinceramente la hora se me pasa volando. Amo manejar, me encanta porque además corro picadas, es decir soy la primera mujer en correr en el autódromo de Olavarría. De hecho tengo un trofeo por eso y salí campeona y subcampeona un montón de veces".

Acerca del por qué de su pasión -o fanatismo- por los fierros, explicó que "como dije mi papá es mecánico, Pablo Garrido y mi mamá que la voy a nombrar porque siempre me pasa factura es Mónica Cepeda" (risas).

La familia de Paola está conformada por tres mujeres y un varón, pero Paola es la mayor y a la única que su papá le enseño a manejar a la edad de 7 años.

Después continuó el relato sobre su fanatismo: "Teníamos unos amigos que iban a correr y papá se compró un auto para él solo. Cuando lo empezamos a preparar porque yo desde chica se manejar y de adolescente entiendo de motores y lo ayudo, le pregunté si podía subir y me preguntó ¿te parece? porque no había mujeres. Yo tenía 20 años y ahí fue cuando arranqué a correr. Pregunté si se podía, me informaron que para una mujer no había limitaciones, así que empezaron a rugir los motores".

"Posteriormente se dio la oportunidad de poder hacer el carnet profesional y desde el lunes me subí al colectivo. La experiencia es increíble".

Más sobre su pasión por las picadas

En segundo lugar, con respecto a cómo se conocieron con Omar, "cuando íba a la escuela, yo tenía 16 años empecé a tomar el colectivo, él manejaba y fue amor a primera vista. Juntos, tenemos dos hijos. Ya a Joaquín le enseñamos a manejar" (risas).

Por su parte Omar contó que "yo soy colectivero pero entiendo también de motores".

"Puly" agregó que "tengo un Chevrolet 400 rosa cuyo motor me lo hizo él. Me movilizo a diario en ese auto, tenemos un Duna pero prefiero el Chevrolet y además tengo un Chevrolet azul con el que corro. Incluso me los tatué a ambos en el brazo, además de un cuentavueltas", puntualizó.

Más cerca del hombro "Puly" se tatuó una trascripción que la describe: 'poder femenino' y unos pistones.

Contó la siguiente anécdota: "corrí en Chevrolet siempre y en una de mis primeras competencias que siempre es con Ford, llegamos a Olavarría y la gente me miraba y se asombraba, incluso las miradas eran despectivas como diciendo: 'andá a lavar los platos'. Me tocó correr con un Falcon, así que me senté en el auto, me puse el casco y le gané la tirada. El hombre se dio toda la vuelta al autódromo, me saludó, se subió al auto y se fue. De a poquito fui ganándome el respeto y mi lugar".

"Puly" orgullosa aclaró que todo esto es posible gracias a su familia.

"Ellos siempre me acompañaron, tanto mi papá, mamá, mis hermanos, mi marido y ahora mis hijos; de hecho estaba embarazada de 5 meses de los dos chicos y corrí igual", apuntó.

Y prosiguió "vamos con mi Chevrolet a los encuentros, es un mundo muy fierrero en el que estamos, me encantan los autos clásicos, y ahora se me dio esta oportunidad de manejar un colectivo y dejé de lado a mis clientas de la peluquería que espero que no se enojen, porque me encanta".

Son un equipo. "Puly" y Omar junto a sus dos pequeños hijos: Joaquín de 9 años y Guillermo de 3.

Retomando su recorrido arriba del cole, señaló que "estoy de lunes a sábados, pero esto me cambió la vida porque tengo a mis hijos que están acostumbrados a estar conmigo. Antes, mis nenes y yo tomábamos el colectivo para ir a pasear con mi marido, ahora es al revés" (risas).

"Sinceramente es una locura. Yo lo hago porque me encanta, más allá de lo económico la gente al subir al colectivo tiene cálidos gestos de comportamiento y los nenes chiquitos cuando me vieron... Me tocó justo hacer la escuela y estaban todos encantados, fue hermoso", expresó la flamante chofer.

Omar recordó cómo se dió todo para que la llamen desde la empresa.

"Me aparecí con la sorpresa. Estaba hablando con Emilio Basile de incorporar mujeres a la empresa y siempre la cargan y hablamos de ella. Al otro día me llamó, y la puso a prueba dos días y el lunes ya estaba arriba del cole 8 horas".

Sobre qué otros vehículos conduce, enumeró que tractores, todo tipo de autos, incluso hasta, alguna vez, una avioneta.

Continuó "en mi perfil de Instagram hay autos, no como otras mujeres que tienen fotos con amigas, es una pasión, un fanatismo. Agradezco a Emilio Basile y Leandro Méndez que confiaron en mí, es increíble".

"Quizás de a poco podamos ser más mujeres"

En otro tramo de la charla "Puly" sostuvo que "ahora, el mes próximo se van a hacer picadas en Azul, la competencia se titula 'Cuarto de milla' y tiene un IG que es 'Picadas Azul'. Yo voy a participar, es decir nosotros nos enteramos que hay picadas y le cargamos nafta, regulamos válvula, cargamos el tráiler y salimos", declaró.

Más pruebas de la pasión que trae de cuna es que "incluso mi hijo se llama Guillermo que se lo iba a poner a Joaquín y mi marido no quiso, por un corredor famoso de carreras, Guillermo Ortelli y su segundo nombre es Agustín Canapino que fue corredor en Estados Unidos".

Para terminar reflexionó "esto significa que somos capaces de todos. Por eso me lo tatué, porque las mujeres somos capaces de hacer todo y esta experiencia me lo demuestra. Siempre recibo un montón de mensajes ya sea por las redes sociales o cuando vamos a algún evento. Las mujeres dicen que esto es una inspiración y ojalá anime a más mujeres. Por ejemplo, cuando nos fuimos en el auto al sur las chicas me decían: 'qué lindo, ojalá lo pudiera hacer'. Y yo les respondía que sí, que 'si tenes ganas lo podes hacer. Porque hay muchas mujeres que por ahí no se animan. Simplemente hay que animarse, enfrentar miedos y romper prejuicios pero se que soy capaz de todo".

El Chevrolet con el que Paola corre. Tiene otro pero rosa que utiliza a diario. GENTILEZA PAOLA GARRIDO