Ya sea como estudiante y analista de relaciones internacionales, como militante político o como un ciudadano más de este hermoso y a la vez caótico país veo como una responsabilidad el dar una oposición acerca de lo que estamos viviendo las argentinas y los argentinos de esta época. Me encuentro escribiendo estas líneas con la difícil necesidad de resumir y sintetizar tanto que tengo para observar, estudiar y decir sobre el nuevo gobierno nacional que preside Javier Milei.

A quienes gusten de leer deben saber, nobleza obliga, que además de estudiante y analista de relaciones internacionales, soy un sujeto político que tiene ideas y formas de vivir y pensar la vida. Creo en la política como herramienta de transformación de la realidad, creo que la mejor manera de llevar a cabo la vida es en una comunidad organizada donde todas y todos seamos parte y también sostengo que tengo la dicha de ser parte de un pueblo, el argentino, que es el mejor del mundo.

Se cumple un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, y tristemente la historia recordara a estos días en el que nuestro máximo representante político nos ha dejado momentos que serían mejor olvidar que recordar. Un conflicto diplomático sin sentido alguno con España que deja en vilo a miles de compatriotas que se encuentran allí (sumado a las tensiones con Brasil, China y el Partido Demócrata estadounidense), un "Javopalooza" en el Luna Park como intento de refrescar la idea de outsider de la política pero manejándose con ideas aggiornadas de las épocas más oscuras de nuestra historia, y por último el debate (ahora en Senado) impulsado por el gobierno en torno a la Ley Bases y al paquete fiscal. Dejaremos para otro momento el análisis aquellos legisladores que negocian como si fuera el T.E.G. (reconocido juego de mesas de tácticas y estrategias) con el gobierno nacional poniendo en jaque la vida y los sueños de miles de argentinas y argentinos.

Claro que al tratarse de un proyecto de Ley que trae consigo una gran cantidad de puntos para debatir me centrare solo en aquellas cuestiones que de aprobarse dicha ley causarían mayor daño a nuestro país por la implicancia de estos.

Entre ellos, los principales temas a abordar tienen que ver con la posible creación del RIGI (Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones), quizás el corazón de lo que es la Ley Bases. Es una de los puntos principales de la política económica y dentro del discurso del gobierno cambiaria para siempre a esta "Argentina decadente en una Argentina próspera y moderna". Lo cierto es que no hay nada nuevo, ni próspero, ni moderno aquí. Al analizar el RIGI se trata de viejas recetas ya aplicadas en el menemismo: baja de impuestos a las empresas extranjeras que se quieran radicar aquí, concesiones por parte del gobierno a estas, baja de impuestos en los derechos aduaneros para importación y exportación, y ahora también la baja de la tributación al volumen exportado por parte de estas empresas de un 20% el primer año, 40% el segundo año y la totalidad a partir del tercer año. Este régimen además tendría una duración de 30 años y limitaría a una nulidad total la autonomía de municipios y provincias para la creación de nuevos impuestos a estas empresas dejando la posibilidad de que se conforme un modelo extractivista sin precedentes en nuestro país. Ya es sabido que los grandes perdedores con estas recetas hemos sido los argentinos. Esto implicaría una clara pérdida para la industria nacional ya que bajo estos regímenes sería muy difícil competir con empresas de carácter extranjero que se puedan localizar en nuestro país lo que podría llevarlas a la quiebra y a miles de familias sin trabajo como consecuencia de ello.

Esto abre las puertas a otro de los puntos que generan mayor preocupación con la posible aprobación de esta ley y es la reforma laboral, que apunta a una flexibilización laboral a favor del empresariado y en contra del sector de los trabajadores. Este nuevo proyecto propone la eliminación como se conoce al momento de la indemnización en caso de despido, se extienden los periodos de prueba de 3 meses a 8 meses y hasta 1 año, facilita la creación de trabajo no registrado ya que se eliminan las multas e indemnizaciones a empleadores que tengan a empleados en dicha situación.

Otro capítulo aparte de lo que podríamos mencionar como preocupante es que no hay ninguna mirada que contemple el desarrollo productivo nacional con políticas ambientales acordes que protejan nuestros recursos naturales sino que todo lo contrario, el régimen que se plantea es uno netamente extractivista sin ningún tipo de política ambiental ni resguardo de nuestros recursos naturales, y en una suerte de regalo sin sentidos a las grandes empresas transnacionales de nuestra soberanía en términos de riquezas naturales. El gobierno de Milei pondría a la Argentina de cara al mundo como un país ni siquiera en venta sino directamente en remate, poniendo en jaque la posibilidad de una Argentina autónoma, que defienda y haga uso de su territorio y posibilidades para el desarrollo del aparato productivo del país.

Por lo detallado anteriormente y muchas cuestiones más que se plantea a través del proyecto de la Ley Bases, entre ellas tarifazos, mayores obstáculos para jubilarse, eliminación del monotributo social, privatización de empresas estratégicas para el desarrollo nacional, es que hemos iniciado una campaña tanto a nivel provincial como nacional que tuvo su réplica en Azul, con diferentes sectores de la juventud, para que se tome conciencia de todo el deterioro que implicaría para nuestro país la aprobación de la Ley Bases, deseando que las senadoras y los senadores tomen nota, sean patriotas y defiendan a nuestro país de un gobierno nacional que quiere poner a la Argentina en remate y al pueblo argentino de rodillas.

Ángel Fuchila

Estudiante avanzado de Relaciones Internacionales - Secretario de Juventud del Partido Justicialista de Azul - Responsable de Juventud del Peronismo 26 de Julio de Azul