Las aprehensiones de un hombre y de una joven que personal policial realizara este lunes que pasó, cuando ambos se trasladaban en un auto y tenían, presumiblemente para la venta al menudeo, más de treinta gramos de cocaína que estaban fraccionados en cuatro envoltorios de nylon, fueron convertidas en respectivas detenciones.

A solicitud de Lucas Moyano, el fiscal que desde la UFI 22 investiga por una infracción a la Ley 23.737 a los ahora imputados, las medidas cautelares fueron ordenadas por Juan José Suárez, el titular del Juzgado de Garantías 3 que tiene su sede en el Palacio de Justicia de Azul.

A través de lo resuelto por ese magistrado este martes que pasó, el varón y la mujer son considerados los probables autores del delito de tenencia ilegitima de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas al consumidor.

Respectivamente, cuando hace cuatro días agentes de la DDI Azul arrestaron a ambos durante un procedimiento en la vía pública, en momentos que se trasladaban en un automóvil en cuyo interior fue hallada la droga, los habían identificado como Sebastián Emilio Staheli, de 35 años de edad, y Mía Goñi (19).

Minutos después de la hora 15 de ese lunes pasado, los policías realizaban en la calle tareas preventivas de delitos cuando observaron el auto en que la pareja se trasladaba -un Peugeot 307- pasar por Avenida Mitre y 1° de Mayo.

En las actuaciones se menciona que en aquel entonces el hombre que conducía ese vehículo lo hacía en forma "imprudente", sobrepasando "de manera temeraria" a los demás rodados que también se trasladaban por esa zona de la ciudad.

Ante lo observado, los agentes de la DDI Azul que andaban en un móvil, contando con apoyo de otro comenzaron a seguir al Peugeot, al mismo tiempo que le hacían señas a su conductor para que se detuviera.

Pero como ese hombre no obedecía la orden, se inició una persecución que finalizó en Chaves y Laprida, donde el referido rodado pudo ser interceptado.

En esas circunstancias fueron identificados el hombre y la joven que iban en el auto. Y al revisar un morral que la mujer llevaba, en su interior se hallaron esos cuatro envoltorios que contenían cocaína. Droga que en su totalidad, al momento de ser incautada, pesó más de treinta gramos.

Desde la imputación se sostiene que tanto la mujer como Staheli, el conductor del Peugeot, poseían esa sustancia estupefaciente con fines de comercialización al menudeo, la circunstancia que derivó en las aprehensiones de los dos.

Aquel mismo lunes pasado en que resultaron aprehendidos, horas más tarde el varón y la mujer fueron llevados a tribunales para ser indagados por el Fiscal que lleva adelante esta Investigación Penal Preparatoria.

En esas audiencias la joven fue la única que habló. Pero sólo lo hizo para decir que la cocaína hallada en su morral no era suya. Y de Staheli, el hombre que conducía el auto y también resultara aprehendido, señaló que -al momento de ser interceptado por el personal policial en el marco de este procedimiento en la vía pública- a ella la estaba llevando a buscar a su madre.

Más allá de lo sostenido por la mujer, al menos hasta el momento existen indicios que involucran a ambos en esta infracción a la Ley 23.737 por la que ahora se encuentran detenidos. Un delito que, ante eventuales condenas, contempla penas de prisión que van desde los cuatro a los quince años.

Precisamente esa circunstancia fue valorada por el Juez de Garantías que entiende durante la tramitación de este sumario penal para convertir a las aprehensiones de los investigados en respectivas detenciones.

Además, a través de lo resuelto el titular de Garantías 3 dio lugar a otro de los pedidos que formulara el representante de la Acusación: que los teléfonos incautados en poder de la pareja sean analizados.

En total, los efectivos de la DDI secuestraron durante este procedimiento cuatro móviles, de los cuales el Juez garante concluyó -al ordenar las detenciones para los ahora imputados- que del análisis de los mismos "se podría obtener información útil para la presente investigación, por lo que corresponde autorizar su apertura y análisis a los fines requeridos".

El dato

Al menos hasta ayer, Staheli permanecía privado de su libertad en la Seccional Primera local perteneciente a la Policía bonaerense. Y en el caso de la joven Goñi, había sido trasladada a la Subcomisaría de Chillar. En la resolución que convirtió a sus aprehensiones en detenciones fue ordenado también que, en el marco de esta causa, una vez que se consigan cupos los dos sean llevados a unidades penales.