Como un homicidio simple agravado por ser cometido con un arma de fuego, en concurso real con portación ilegal de arma de fuego de uso civil, quedó definido a escala penal el asesinato que en enero de 2021 había derivado en Olavarría en la muerte de un azuleño que se llamaba Matías Guillermo Cabral y tenía 21 años.

El considerado autor de aquel crimen ahora fue condenado. En una primera instancia, tras la tramitación de un juicio abreviado, recibió trece años de prisión.

Identificado como Julián Ezequiel Castro y "mecánico" de ocupación, es oriundo de la ciudad donde este luctuoso suceso ocurrió. Actualmente de 22 años de edad, está en una de las cárceles del complejo del SPB ubicado en Sierra Chica: la Unidad 2.

Desde el Tribunal Oral en lo Criminal número 2 con sede en el Palacio de Justicia de Azul la magistrada Alejandra Raverta condenó al joven por aquel asesinato, contando con lo acordado entre las partes que también participaron en el proceso abreviado.

"Ahora vengo y te cago a tiros"

Esa fatal advertencia -se menciona en las actuaciones penales- el ahora sentenciado le expresó a la víctima en las primeras horas del 17 de enero de 2021, en la previa a asesinarlo de un disparo.

Para concretar el crimen Castro utilizó un arma "tipo carabina" que sería calibre 22 y portaba de manera ilegítima, la cual después nunca pudo ser hallada.

En un principio, el imputado había mantenido una confrontación con ese joven al que después mató, quien estaba a punto de ser padre. Y le dijo que instantes más tarde iba a regresar para matarlo.

El homicidio, alrededor de la hora tres de un domingo, tuvo como escenario el cruce de Calle 17 y Mitre, en el Barrio 12 de Octubre de Olavarría. Y la víctima murió aquel mismo día, cuando estaba internada en el Hospital Cura de esa vecina ciudad.

El balazo que recibió había ingresado en su zona abdominal y lesionó varios de sus órganos vitales.

Dos varones que estaban con Cabral identificaron a Castro como el autor del crimen. Y señalaron que con el arma de fuego que portaba había efectuado varios disparos, uno de los cuales terminó con la vida del azuleño.

A través de la investigación penal se determinó también que el ahora condenado y la víctima habían estado discutiendo. Y que aquello ocurrió cuando el olavarriense se hizo presente en un auto en las afueras del inmueble donde, aquel 17 de enero de 2021, Cabral estaba.

En ese cruce verbal entre ambos el autor de este asesinato le expresó al azuleño que iba a regresar armado a matarlo. Algo que efectivamente hizo cuando se registró la segunda y más grave instancia que tuvo aquel hecho.

De esa manera -al volver en un Chevrolet Astra que guiaba y estaba acompañado por conocidos suyos- Castro efectuó varios disparos contra el inmueble donde la víctima se encontraba con esos dos jóvenes que se convirtieron en testigos de lo ocurrido: el primer piso de una propiedad situada en el mencionado barrio.

Cuando todos ellos bajaron a la calle, Cabral resultó herido por otro de los disparos efectuados por Castro con la carabina, por lo que instantes después fue llevado en una ambulancia al Hospital Cura, donde falleció.

El cruce verbal inicial entre los dos se produjo cuando el azuleño estaba en la casa de un familiar de su novia. En aquel entonces, esa joven estaba a pocos días de dar a luz.

Instantes después, cuando el condenado en este juicio abreviado regresó en el auto, desde el interior del mismo efectuó varios disparos contra esa vivienda. Y al bajar Cabral para confrontar con él tras aquel primer cruce verbal que habían mantenido, recibió el balazo mortal, que estuvo localizado cerca de su ombligo.

En lo resuelto se menciona que fueron al menos siete los disparos que el agresor efectuó con el arma de fuego que portaba de manera ilegal. Uno de ellos había impactado contra la ventana de ese inmueble donde el azuleño estaba con dos jóvenes más. Los restantes balazos dieron contra la mampostería de esa casa y en una vivienda contigua.

Posteriormente, cuando el azuleño -que en ese entonces trabajaba en una carnicería de Olavarría- salió a la calle para confrontar con Castro, ocasión en la cual tenía un palo, "con el unívoco fin de causarle la muerte" el encausado le disparó "en la zona umbilical", hiriéndolo.

Ese balazo le provocó "una hemorragia interna", la "ruptura de grandes vasos retroperitoniales" y su deceso, ya cuando estaba internado en el Hospital Cura.

Definido por testigos que declararon en esta causa como "una persona conflictiva", al día siguiente de ocurrido este asesinato Castro se presentó en sede policial con su abogado para entregarse.

El reconocimiento que hiciera como el autor del homicidio y su falta de antecedentes delictivos computables hasta el momento fueron valorados por la Jueza que lo condenó como atenuantes a la pena que le dictó. En tanto, Raverta tuvo en cuenta para el olavarriense, pero como una agravante, "la nocturnidad aprovechada para cometer el hecho y así evitar ser visto por terceros".

El dato

En lo resuelto se menciona que el encausado recibió el mismo monto de pena que fuera convenido entre la fiscal Paula Serrano -quien también había tenido a su cargo llevar adelante la investigación penal por lo ocurrido- y el abogado Gustavo Scotto, su defensor Particular.