De acuerdo con lo informado a EL TIEMPO, ayer miércoles se llevó a cabo el referido allanamiento, que tuvo como objetivo una celda identificada con el número 21. Situada en el primer piso del penal del SPB con asiento en esta ciudad, en el Pabellón 1, en la misma se encuentra actualmente alojado el recluso acusado.

Efectivos de la DDI Azul llevaron a cabo la diligencia, que se tradujo en el hallazgo y posterior secuestro de un teléfono móvil que, de acuerdo con lo investigado, el interno habría utilizado para enviarle mensajes intimidatorios a la víctima, quien hasta tiempo atrás había sido su pareja.

En las actuaciones penales ese preso fue identificado como Raúl Adelqui Pérez, quien actualmente cumple en la Unidad 7 condena por otros delitos.

Como "amenazas y desobediencia en concurso ideal" está caratulada la causa penal que este miércoles que pasó se tradujo en la realización del referido allanamiento.

Desde una de las fiscalías con asiento en Tandil -la que conduce Guillermo Vaticano- había sido solicitada la diligencia, ordenada por Juan José Suárez, magistrado que en esta investigación penal interviene de manera subrogante desde uno de los juzgados de Garantías pertenecientes también al Departamento Judicial Azul y con asiento en la vecina ciudad serrana.

Un correo electrónico y un mensaje por WhatsApp

Los hechos materia de esta investigación penal se remontan a lo sucedido este lunes que pasó, cuando la víctima recibió en un principio un correo electrónico que, desde ese contexto de encierro carcelario en el que se encuentra, le envió Pérez.

Aquel mensaje incluía una evidente amenazada por parte del preso a su ex pareja. Y este mismo lunes que pasó, posteriormente, la mujer recibió un mensaje por WhatsApp a su celular que también le remitió el recluso investigado.

En esa comunicación el interno -de 41 años de edad- le advertía que iba a dejarla "en silla de ruedas de por vida, por más que me muera acá adentro".

Para cuando el preso envió esos menajes hace tres días a la víctima de este caso de violencia machista, al mismo tiempo vulneró una manda judicial que tiempo atrás le había sido dictada desde el Juzgado de Familia número 1 que tiene sede en Tandil.

A través de lo resuelto el pasado 30 de mayo, Raúl Adelqui Pérez tenía prohibido mantener cualquier tipo de contacto con su ex pareja y denunciante de los hechos que derivaron en que ayer miércoles fuera allanada la celda que ocupa en la Unidad 7 y le incautaran su teléfono celular.

Teniendo en cuenta lo que la víctima de estas intimidaciones refiriera, en el año 2012 había iniciado un vínculo con el recluso, de quien dijo que años más tarde había incendiado su casa y estuvo detenido, el motivo por el cual en aquel entonces se separaron.

Pérez recuperó la libertad en 2018, aunque tiempo después volvió a prisión tras la comisión de un caso de violencia de género en perjuicio de otra mujer, a la que al parecer había atacado y le cortó los tendones de una de sus manos, según se menciona en estas actuaciones penales.

Estando nuevamente privado de su libertad, la víctima volvió a relacionarse con el hombre que está preso en la Unidad 7, a quien visitaba en el penal de Azul hasta que en mayo pasado volvió a ser amenazada.

En esa oportunidad, denuncia mediante, al investigado le fue dictada la manda judicial que recientemente vulneró. Concretamente, cuando este lunes que pasó le envió un correo electrónico y luego un mensaje por WhatsApp a su ex pareja.

En ambos casos, con contenidos intimidatorios y volviendo a hostigarla, generando con ese accionar temor en la víctima de estos episodios de violencia machista.

Además del allanamiento que ayer miércoles derivó en que los efectivos de la DDI Azul secuestraran el teléfono celular del preso, el Juez de Garantías que ordenó esa diligencia le prohibió a Raúl Adelqui Pérez utilizar todo tipo de "dispositivo digital" mientras continúe tramitándose esta nueva causa penal que lo involucra.

"Atendiendo a la persistencia evidenciada por el sindicado, quien -no obstante su situación de privación de libertad- continúa hostigando psicológicamente a su ex pareja a través del uso de medios digitales, afectando con dicha conducta su libertad de autodeterminación, a fin de procurar que la víctima pueda continuar desarrollando una vida libre de violencia encuentro adecuado imponerle, durante el tiempo que permanezca radicada esta causa en esta instancia del Juzgado de Garantías, la prohibición de la tenencia de todo dispositivo digital, en tanto ello resulta una medida idónea y proporcional para evitar la reiteración de las conductas por parte del agresor hacia la víctima", escribió el magistrado Suárez en lo resuelto.