Por Laura Méndez

De la Redacción de EL TIEMPO

Reinhold es uno de los más admirados exponentes del stand up local. Su perfil multifacético le permite lucirse como actor, conductor y bailarín.

Se abre el telón pero no cualquier telón, el de su propio universo, en donde Diego se fusiona con la nueva tecnología que se titula Mapping, en proyecciones e imágenes en una restrospectiva en la historia de la música y el cine.

Hace un juego de palabras muy rico que utiliza de los términos habitualmente utilizados en una computadora, los "programa" al doble sentido, pero no deja de lado el humor, constantemente.

Además, trabaja con los efectos visuales a través de la pantalla y se ubica en un tiempo real. En una ingeniosa y simple puesta de idea de conceptos plasmados en altibajos hasta hacerte descostillar de risa de las distintas realidades que vamos transitando en un modo complejo, pero viéndolo desde una sárita en un impecable show.

Es una sencilla pantalla, pero con mucho trabajo por detrás, ya sea de tecnología, de exhibir una historia personal de incursionar en ese tipo de stand up: moderno, actual.

Independientemente del show cómico se observó una preocupación de su parte para con el público hacia un despertar de la conciencia.

Habló de este sistema pérfido de vida que es lo que mayormente destacó. Que estamos cada vez más agobiados, mucho trabajo, poco dinero, devaluación, y cansados de que son más ricos sigan siendo, justamente, más ricos.

El transmitir que tenemos que defender lo que somos, una realidad cruda, sincera pero que el público entendiera que no hay solución. "Que es preferible que el mundo colapse porque estamos atrapados", según sus palabras.

EL TIEMPO dialogó con el cómico, quien ofreció interesantes conceptos de este mundo realista y lo que es peor: hacia donde vamos.

La entrevista se publicará en la edición papel del diario del domingo.