Voceros allegados a la investigación penal que se está llevando adelante desde la UFI 6 que en los tribunales de Azul conduce la fiscal Karina Gennuso lo identificaron como Daniel Fabián "el Mono" Sequeira, un chillarense de 54 años de edad.

Luego de que ayer fuera indagado en sede judicial, transitoriamente permanece privado de la libertad en la Subcomisaría de Chillar perteneciente a la Policía bonaerense, a la espera de que se consiga un cupo para su traslado a una alcaidía del SPB de una cárcel de la zona.

Así lo había ordenado el magistrado Juan José Suárez cuando este martes que pasó, desde el Juzgado de Garantías 3 con asiento en los tribunales de Azul, convirtiera en detención a la aprehensión del empleado municipal.

De acuerdo con lo señalado en lo dispuesto, Sequeira está acusado del delito de "robo agravado por escalamiento en grado de tentativa".

Aprehendido

Hace dos días, poco antes de la hora 21, Sequeira fue arrestado en Chillar. Aquella medida se hizo efectiva -según se indica en las actuaciones penales- luego de que quiso sustraer varios litros de combustible y aceite propiedad de la comuna.

Para eso, el hombre había ingresado, luego de saltar un paredón que mide unos dos metros de alto, al predio de la ya mencionada Delegación Municipal con asiento en la vecina localidad.

Según pudo constatarse posteriormente, para sustraer el combustible fue forzada y dañada la cerradura del tanque de un camión perteneciente a la comuna azuleña que se encontraba estacionado en dicho predio.

Tanto el aceite como el combustible del que el empleado municipal que ahora está detenido "intentó apoderarse ilegítimamente", los había traspasado a tres bidones, dos de veinte litros y uno de cinco.

Pero en ese entonces el ahora encausado no pudo consumar el robo, ya que la maniobra fue observada por policías, quienes lo arrestaron.

Una denuncia

Rubén Steinhauser, actual delegado Municipal de Chillar, había radicado en sede policial el pasado día 16 del mes en curso una denuncia, tras haber detectado en ese entonces el faltante, de manera semanal, de entre sesenta y ochenta litros de combustible.

Aquella presentación se tradujo en el inicio de una primera causa penal relacionada con este hecho, la cual quedó radicada en la UFI 13 que en los tribunales de Azul está a cargo del fiscal Adrián Peiretti.

Una filmación que el propio Steinhauser aportara sirvió como un elemento de prueba, junto con tareas investigativas llevadas a cabo por personal de la Subcomisaría de Chillar, para identificar en aquel momento a Sequeira como el autor del ilícito. El mismo empleado municipal que hace dos días fue aprehendido, tras cometer un episodio delictivo de similares características.

Testimonios colectados en torno a esta pesquisa señalaban que el empleado municipal que permanece detenido llegaba hasta el predio en su automóvil -de color rojo y marca Volkswagen Polo- para "latear" el combustible.

También, que para llevar a cabo el ilícito arrojaba por encima de un paredón hacia el interior de una vivienda deshabitada -que está sobre la calle Moreno- los bidones que después utilizaba para apropiarse del combustible.

Posteriormente, ingresaba por el frente a ese inmueble y, "tras sortear un paredón", accedía al predio de la Delegación Municipal, desde donde luego se iba llevándose los bidones con combustible que cargaba en su automóvil particular.

Ese mismo accionar llevó a cabo el lunes pasado cuando terminó siendo arrestado, ocasión durante la cual fue observado por un testigo cuando se iba del predio conduciendo su auto por calle Moreno en dirección a De Paula.

Aquel día, el Polo que el imputado manejaba luego fue observado desde la Subcomisaría de Chillar, poco antes de la hora 21, estacionado en 9 de Julio entre Moreno y García, ocasión en la que tenía las luces encendidas.

El auto estaba parado en ese momento sobre la misma vereda de la Delegación Municipal, distante a una cuadra y media de la seccional policial.

En esas circunstancias Sequeira fue visto por efectivos de seguridad cuando atravesaba un paredón desde el predio de la comuna hacia esa ya referida casa abandonada.

Instantes más tarde, policías se dirigieron hasta ese lugar donde había quedado parado el auto y arrestaron a su conductor, cuando llevaba en una de sus manos uno de los bidones utilizados para cometer este ilícito.

Además, en ese entonces se incautaron en poder del trabajador municipal los demás bidones, uno de los cuales también tenía combustible y el otro, aceite.

Cuando los policías le dieron la voz de alto a Sequeira, en ese entonces intentó descartarse de su teléfono celular al arrojarlo cerca de un árbol.

Pero después el móvil pudo ser incautado, del mismo modo que sucediera con los bidones -dos llenos de gasoil y el otro con aceite- y el auto en que se trasladaba el ahora detenido.