Desde la Cámara Penal fue confirmada la prisión preventiva para un hombre que es señalado como el entregador de un violento robo que una familia azuleña sufriera en su casa en mayo del año anterior, señalaron voceros judiciales a EL TIEMPO.

Llamado Matías Nicolás Castañares, luego de que su captura fuera ordenada días más tarde a ocurrido el ilícito por el que continúa privado de la libertad, recién diez meses después a sucedido aquel hecho había quedado detenido, lo cual sucedió cuando en marzo pasado se presentó en los tribunales de Azul.

En lo resuelto de manera unánime por los camaristas Agustín Echevarría, Damián Cini y Carlos Pagliere (h) el azuleño continúa siendo considerado el "partícipe necesario" del delito de robo doblemente agravado por el uso de armas de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda, en concurso real.

Lo dispuesto en esta segunda instancia fue en respuesta a una apelación que no prosperó y había sido formulada ante la Alzada departamental por Daniel Pérez Guedes, el defensor Particular del encausado y quien lo había acompañado a los tribunales de Azul el pasado 8 de marzo, cuando Castañares decidió entregarse tras permanecer prófugo durante diez meses.

En el fallo que confirmó la vigencia de la medida de coerción para el imputado, que actualmente está preso en la Unidad 7 de Azul, Damián Cini -el vicepresidente de la Cámara Penal- analizando las pruebas reunidas en esta investigación penal concluyó que Castañares "resultó un eslabón fundamental" para que en horas de la tarde del domingo 9 de mayo del año pasado se concretara aquella violenta entradera.

El hecho tuvo como víctimas a una pareja y a sus dos pequeños hijos en la casa donde se domicilian -ubicada sobre la calle Leyría, en el Barrio Urioste- y aquel mismo día derivó en que, cuando de Azul huía en un auto, fuera arrestado en jurisdicción de Cañuelas el único de los tres considerados autores materiales de este robo, que sigue preso. En ese entonces había sido identificado como Ariel Alejandro Sifredo, un hombre oriundo del conurbano bonaerense que registra antecedentes delictivos y figuraba con último domicilio en Luján.

De acuerdo con lo investigado, ese 9 de mayo del año anterior Sifredo y dos sujetos más -quienes aún no han sido identificados ni habidos- cometieron este violento asalto, que tuvo como víctimas a un azuleño llamado Mario Sebastián Calderón, a su pareja y a los dos pequeños hijos que ambos tienen.

Los tres autores materiales del robo llegaron hasta la casa de los Calderón en el auto que luego sería secuestrado en poder de Sifredo cuando aquel domingo fue arrestado en jurisdicción de Cañuelas, ocasión durante la cual en su poder se secuestraron un arma de fuego y más elementos relacionados con la comisión de este ilícito.

Haciéndose pasar por policías, los delincuentes se metieron a la casa donde Calderón vive con su familia luego de que a ese hombre lo sorprendieron en las afueras del inmueble.

Una vez en el interior de la vivienda, al azuleño lo obligaron a tirarse al piso para inmovilizarlo, en momentos que uno de los asaltantes le apoyaba el caño del arma de fuego que portaba en la cabeza y -al igual que sucedía con su pareja- lo amenazaba para que le diera toda la plata que tenía.

Aquel domingo los delincuentes huyeron tras apoderarse de más de 400.000 pesos que Calderón tenía, al igual que de otros elementos, entre los cuales figuraron tarjetas de crédito y un teléfono celular.

Pero rápidamente, a través de lo declarado por las víctimas, el auto en que se movilizaban pudo ser identificado y localizado cuando ya sólo Sifredo transitaba en el mismo, en oportunidad de que fuera arrestado durante un retén montado sobre la ruta -en jurisdicción de Cañuelas- tras un alerta irradiado por la Policía en Azul con relación a lo que había pasado.

Además, las versiones de las víctimas sirvieron para ubicar a Castañares pasando por la casa de la familia Calderón ese domingo 9 de mayo en que este asalto se perpetró.

Específicamente, previo a que el hecho sucediera y en una actitud que - según se sostiene desde la imputación- estuvo ligada a "marcar" a los autores materiales la casa convertida posteriormente en escenario de esta violenta entradera.

Una medida de coerción que ahora se confirmó

"En resumidas cuentas, Matías Castañares estuvo circulando en diversas horas de la mañana del día del hecho en su auto -un Citroën C4 que días más tarde sería incautado por los investigadores- junto al del imputado Sifredo", puede leerse en el fallo que ahora confirmó su prisión preventiva.

"Algunas de esas observaciones -agregó el camarista Cini en lo resuelto- fueron en cercanías al lugar del evento"; cuando "pasó muy despacio (paso de hombre) por el domicilio de las víctimas, observando el interior con mucha atención", lo cual sucedió en la previa a que Sifredo y los demás llevaran a cabo el robo.

También, las pruebas ubican al azuleño para quien ahora fue confirmada su prisión preventiva como el mismo que, luego de concretado el asalto, "fue visto, nuevamente, con Sifredo" -lo cual había sido posible determinar por medio de observaciones de cámara de seguridad- instantes antes a que uno de los acusados de cometer este asalto se diera a la fuga de Azul en un Volkswagen Vento que luego sería interceptado en jurisdicción de Cañuelas, cuando resultó aprehendido.

Al ser requisado ese rodado, además de los elementos ya referidos se encontró un chip de teléfono celular "cuya titularidad corresponde a la progenitora" de Castañares, algo que también lo incrimina en ese probable rol de entregador por el que sigue preso.

Magdalena Forbes, la jueza de Garantías que intervino en la tramitación de este sumario penal llevado adelante desde la UFI 2 por el fiscal David Carballo, con los elementos de prueba referidos había ordenado la detención de Castañares. También, que se allanara la vivienda donde reside -ubicada en la prolongación Norte de la calle Las Flores- y que se incautara su automóvil.

Pero cuando personal policial llevó a cabo esas diligencias el hombre al que ahora le fue confirmada su prisión preventiva ya no estaba en Azul. De esa manera, logró mantenerse evadido de la justicia hasta que decidió entregarse el ya referido 8 de marzo que pasó.

"Un día posterior al suceso criminal el causante modificó su rutina habitual de vida, por cuanto no fue visto ni en su domicilio ni en los lugares que habitualmente frecuentaba", escribió también en lo resuelto desde la Cámara Penal su actual Vicepresidente.

"En suma, el análisis integral de dichos factores da cuenta de un plan para la consumación del robo en el que Castañares era el encargado de indicar y observar el lugar donde el ilícito se perpetraría y de colaborar en la huida, dado que vive en la ciudad de Azul; mientras que al menos uno de los involucrados (Sifredo) no", se indicó en otro tramo del fallo que ahora confirmó su prisión preventiva.

EL DATO

Si bien no lo hizo cuando fuera indagado al día siguiente de quedar detenido, posteriormente Castañares pidió declarar en esa causa penal por la que ahora su prisión preventiva ha sido confirmada. Pero su versión exculpatoria sobre lo sucedido continúa no siendo creíble "porque, además de las contradicciones apuntadas y la falta de explicación de la presencia del chip de teléfono de su madre en el auto de Sifredo, su accionar previo y posterior al hecho da cuenta de la participación primaria en el robo", señaló el juez Damián Cini al ratificar desde la Cámara Penal su prisión preventiva.