UNA AZULEÑA Y UN HOMBRE ORIUNDO DE CABA. Una pareja de comerciantes, detenida en Tandil para cumplir seis años de prisión

Luego de que en junio de 2021 una pareja de comerciantes había sido condenada en un juicio a respectivas penas de seis años de prisión, como los instigadores de diferentes delitos en perjuicio de un hombre al que le alquilaban un inmueble y hasta tiempo antes había trabajado en un local que los encausados poseen, el "doble conforme" de ese fallo se tradujo en que ambos resultaran detenidos para comenzar a cumplir con las referidas sanciones.

De acuerdo con lo que fuentes judiciales señalaron a EL TIEMPO, durante el transcurso de esta semana que pasó las medidas cautelares se habían hecho efectivas en Tandil, la ciudad donde actualmente el hombre y la mujer residen.

Los dos permanecen transitoriamente privados de la libertad en la sede policial de la DDI con asiento en esa vecina localidad serrana, a la espera de que desde el Servicio Penitenciario Bonaerense se otorguen cupos para sus respectivos traslados a unidades penales.

Los mismos voceros identificaron a los ahora detenidos como José Alfonso Fernández Menéndez y María Cecilia Goyeneche.

El hombre, oriundo de la Capital Federal, tiene actualmente 66 años de edad; en tanto que la mujer, nacida en Azul, tiene 63.

Detenidos

Marcelo Fernández, el fiscal que había intervenido en ese juicio oral que el 9 de junio de 2021 finalizara con las condenas para el hombre y la mujer, fue quien formuló los pedidos de detenciones para los dos.

Evaluando diferentes circunstancias, a esas solicitudes había dado lugar días pasados Martín Céspedes, el magistrado del Tribunal Oral en lo Criminal número 1 que condenara a la pareja en aquel debate.

Entre los elementos valorados para dictar las detenciones de Fernández Menéndez y Goyeneche, el Juez del TOC 1 tuvo en cuenta que el fallo surgido del proceso desarrollado hace dos años había sido ratificado desde una de las salas del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires.

Aquello sucedió el 27 de septiembre de 2022, en ocasión de que no prosperara ante la Alzada con asiento en La Plata un recurso que presentaran los defensores particulares de los todavía encausados, en busca de que se revirtiera lo que había sido resuelto en una primera instancia durante el debate.

Otra de las cuestiones tenidas en cuenta ahora para ordenar la detención de la pareja de comerciantes se relaciona con una resolución de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal departamental.

A través de dicho pronunciamiento, el pasado 10 de marzo había sido rechazado por "improcedente" un recurso mediante el cual se pedía en esa segunda instancia que a los imputados les fuera concedida una eximición de prisión. Una solicitud que, en un principio, también fuera denegada -el 1 de noviembre del año anterior- desde el tribunal oral donde los comerciantes fueron juzgados y condenados.

"La importante pena impuesta torna no sólo probable sino, incluso, comprensible que Fernández y Goyeneche intenten eludir la acción de la justicia, ya que la posibilidad cierta de un encierro prolongado, dado que aún les resta por cumplir la totalidad de aquella, hace que la presunción mencionada ahora se acentúe, pues subsiste el condicionamiento psicológico que genera esa posibilidad y que determina al ser humano, por su propia naturaleza, a tratar de evitarlo por todo los medios. Ello, sin analizar la gravedad de los hechos por los que se los condenara", puede leerse en la resolución que se tradujo en el dictado de las detenciones para los encausados.

Además, el juez Céspedes aclaró que "ese peligro de fuga no desaparece a esta altura del proceso por la aplicación de controles tutelares, de órganos de control" o por los arraigos "familiar o laboral" que ambos imputados puedan tener.

De esa manera, al existir en este caso lo que denominó "un aumento verificado de peligro cierto de frustración del proceso", el magistrado del TOC 1 se pronunció a favor del dictado de ambas medidas de coerción, las cuales se habían hecho efectivas en Tandil días atrás.

Seis años de prisión

Ese 9 de junio 2021, en aquel juicio oral desarrollado en el Tribunal 1, José Alfonso Fernández Menéndez y su pareja María Cecilia Goyeneche fueron condenados a las referidas penas de seis años de prisión como los instigadores de un incidente ocurrido el 1 de agosto de 2016.

Según quedara probado en el debate, con intenciones de que sus moradores se fueran ambos enviaron ese día a tres sujetos a provocar destrozos en un inmueble que les pertenece y está situado sobre la calle De Paula entre Belgrano e Yrigoyen.

En esa propiedad, para cuando el hecho ocurriera, vivía con su familia un ex empleado de la confitería que los encausados también poseen en la zona céntrica de Azul, en San Martín entre De Paula y Burgos.

Para que se fuera del inmueble, los agresores habían amenazado de muerte al ex trabajador de la confitería.

Además, los tres sujetos que concurrieron a ese domicilio e ingresaron por la fuerza habían provocado daños, teniendo en cuenta que con una maza destrozaron los sanitarios del baño, luego de que al ex empleado del comercio le dijeran aquel día que venían de parte de la pareja que desde la semana anterior está presa.

El hecho había sido situado como ocurrido en el marco de un conflicto laboral que Fernández Menéndez y Goyeneche mantenían con el por entonces ocupante del inmueble.

Ese hombre, tiempo antes, había sido despedido de la confitería y les inició un juicio a los ahora detenidos, a quienes les reclamaba el pago por los años que había trabajado "en negro" en el referido local.

Al respecto, en el fallo del debate el juez Céspedes explicó que para aquella época el hombre y la mujer que actualmente están presos "mantenían un conflicto laboral y patrimonial con las víctimas, pues resultaban ser aquellos los titulares del bien inmueble de calle De Paula donde sucedió el delito, cuya desocupación pretendían y era objeto de un juicio en estrados judiciales".

En ese debate, Fernández Menéndez y Goyeneche habían sido declarados los "determinadores directos y penalmente responsables" de los delitos de violación de domicilio, coacción agravada por tener como propósito compeler a una persona a hacer abandono del lugar de su residencia habitual y daño simple, ilícitos que -según también se diera por probado- cometieron "en concurso real de acciones".

Tiempo antes a que el hombre y la mujer que ahora están privados de la libertad en la DDI Tandil fueran condenados, lo mismo había ocurrido con el único de los tres autores materiales de este violento episodio que pudo ser individualizado.

En primera instancia, la condena para ese hombre se anunció el 6 de marzo de 2019, a modo de corolario de un juicio desarrollado en el Tribunal Oral en lo Criminal 2.

Llamado Sandro Ernesto Juan de Dios, un changarín oriundo de Mar del Plata, la magistrada Alejandra Raverta lo había sentenciado en aquel proceso judicial a "cinco años y seis meses de prisión", tras declararlo coautor de los delitos de "violación de domicilio, coacción agravada por el uso de armas y por la intención de que las víctimas abandonen el lugar de residencia habitual, y daño, en concurso real".

El dato

Un hombre de nacionalidad uruguaya llamado José Gregorio Iribarnegaray y su cónyuge, Ana María Mancebo, fueron las víctimas de aquel hecho por el que ahora los comerciantes José Alfonso Fernández Menéndez y María Cecilia Goyeneche están presos. La pareja imputada, tiempo después, logró recuperar la posesión de ese inmueble que les pertenecía.