Luego de que días atrás resultaran detenidos en un pequeño pueblo que está en la provincia de Río Negro y los extraditaran a Azul, en el Palacio de Justicia dos hermanos -uno de ellos policía- fueron indagados por la Fiscal que los acusa de integrar una asociación ilícita que habría cometido varias defraudaciones al Estado, al percibir de manera ilegal dinero que personal policial cobra por servicios adicionales en hospitales y otros lugares públicos.

De acuerdo con lo informado por voceros allegados a la instrucción de esta causa penal que lleva adelante desde la UFI 9 Laura Margaretic, ante esa fiscal las indagatorias se llevaron a cabo durante la mañana de ayer.

Las mismas fuentes precisaron que los hermanos que están detenidos por estos hechos, identificados como Pablo Gerardo Rodríguez y Gabriel Iván Rodríguez, se negaron a declarar.

Durante esas audiencias fueron asistidos por Sergio Roldán, el abogado olavarriense que como Defensor Particular ahora patrocina a ambos en esta investigación penal preparatoria.

El segundo de los nombrados es el mayor de los dos hermanos que están presos. De 38 años de edad, figura con actual domicilio en Tres Arroyos y se dedica a la actividad apícola.

En la causa que se está instruyendo se lo menciona como "el recaudador" de ese dinero que de manera ilegal obtenían los demás imputados y también detenidos: cuatro efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Uno de esos policías es el otro hermano acusado, que ayer tampoco quiso declarar cuando fue indagado en los tribunales de Azul.

Se trata de un Sargento de la Bonaerense que tiene 37 años, quien hasta que resultara arrestado desempeñaba tareas en la División Infantería con asiento en Mar del Plata.

Pablo y Gabriel Rodríguez habían sido detenidos por personal policial de la DDI Azul en un pequeño pueblo llamado Chimpay, que está situado en cercanías de la ciudad de Choele Choel, en la provincia de Río Negro.

Contando con órdenes dispuestas por Federico Barberena, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 2, los Rodríguez fueron arrestados el pasado sábado 28 de noviembre.

Mientras que el mayor de los hermanos figura acusado de asociación ilícita; junto con ese mismo delito -por el que es considerado uno de los cabecillas de la organización- al sargento Rodríguez también le imputan los de falsificación ideológica de instrumento público en concurso real con fraude en perjuicio de una administración pública en concurso real con defraudación especial y usurpación de autoridad, títulos y honores.

Cinco acusados

Una investigación iniciada el año anterior, cuando otro de los policías imputados resultó aprehendido en Azul -en ocasión de que se hiciera presente en la Seccional Primera, donde falseó su identidad y se hizo pasar por un miembro de la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial- fue la que el jueves 26 de noviembre pasado derivara en que el juez de Garantías Barberena ordenara las detenciones de los cinco acusados.

Aquel mismo día, en Bahía Blanca, personal de la DDI Azul detuvo al oficial Principal Eduardo Ezequiel Saavedra, de 38 años, quien hasta aquel entonces desempeñaba funciones en el Escuadrón de Caballería de la mencionada ciudad, ubicada en el Sur de la provincia de Buenos Aires.

Asociación ilícita y falsificación ideológica de instrumento público en concurso real con fraude en perjuicio de una administración pública en concurso real con defraudación especial y usurpación de autoridad, títulos y honores, son los delitos que a ese policía le imputan.

Al día siguiente, es decir el viernes 27 de noviembre, dos policías más fueron detenidos en el marco de esta misma investigación penal.

Actualmente, ambos están apartados de la fuerza. Uno de ellos, desde que comenzó a ser investigado cuando resultara arrestado en la comisaría primera de Azul el 21 de noviembre de 2019, en ocasión de que se presentara en esa seccional como un falso miembro de la AGAI. También lo acusan de los mismos delitos que a los demás policías, su nombre es Gerardo Joaquín Espósito, tiene 30 años y la medida cautelar para él se había hecho efectiva en la ciudad bonaerense de Pila.

El quinto encausado es un oficial Principal que se llama Jorge Manuel Spontón. En la investigación penal se lo sindica, junto con uno de los hermanos Rodríguez, como otro de los líderes de esta organización delictiva configurativa a escala penal de una imputación también para él por el delito de asociación ilícita.

De 40 años de edad y desde meses atrás en situación de disponibilidad en la fuerza, ese mencionado viernes 27 de noviembre fue arrestado en La Plata, luego de que también el juez de Garantías Barberena ordenara que fuera allanado un inmueble en Berisso donde figuraba con último domicilio.

EL DATO

A excepción de Gabriel Iván Rodríguez, el único civil detenido que por el momento permanece privado de la libertad en la sede de la Sub DDI que está en Las Flores, los policías coimputados están actualmente alojados en comisarías con asiento en Berazategui y Avellaneda. Cuando días atrás ordenó sus detenciones, el juez de Garantías Barberena había dispuesto también que, una vez que se consigan los cupos correspondientes, a los cinco acusados los trasladen a unidades penales.

Un fraude al Estado

A través de la supuesta "organización criminal" que los cuatro policías y el hermano de uno de ellos integraban, las pruebas reunidas en esta investigación penal señalan que recibían dinero del Estado que obtenían luego de "alquilar" legajos de policías de la Bonaerense.

Esos papeles los usaban después para falsear datos de las horas adicionales que los agentes supuestamente hacían en hospitales y en otras instituciones públicas.

Quienes les acercaban los documentos, en realidad, nunca desarrollaban esas tareas. Y si hacían los llamados servicios "PolAd", era por menos horas de las que figuraban en los papeles y por las cuales el Estado provincial les pagaba.

Parte de ese dinero, se señala también en la causa, después lo percibían los imputados, tras el arreglo que hacían con los efectivos de seguridad que aceptaban ser partícipes de esta maniobra de defraudación al entregarle sus legajos.

Desde la instrucción hay identificados al menos veinticinco policías de la Bonaerense que dieron su conformidad para ser cómplices de estos ilícitos contra el erario público, a quienes está previsto citar también a indagatoria, tal como ya ha sucedido con los cinco miembros principales de esta organización delictiva.

Los hechos que les imputan a los cuatro policías y al hermano de uno de ellos han sido situados como sucedidos entre 2016 y hasta finales del año pasado.

"El sargento Pablo Gerardo Rodríguez junto al oficial Principal Jorge Manuel Spontón, ambos numerarios de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, lideraron una asociación ilícita dedicada a cometer delitos varios contra el erario público a través de la manipulación del cobro de las horas PolAd (servicio adicional) en distintas jurisdicciones de la Provincia de Buenos Aires", se señala textualmente en la causa.

Uno de los hermanos Rodríguez figura como el titular de una empresa que era utilizada para que esta -a escala penal- asociación ilícita percibiera la plata. Y dos de los demás policías detenidos son señalados como quienes se dedicaban a conseguir los legajos de otros miembros de la fuerza, para después poder llevar a cabo este accionar ilícito.

En una circunstancia así, el 21 de noviembre del año pasado, el efectivo Gerardo Joaquín Espósito -otro de los acusados- había sido detenido en Azul cuando se hizo presente en la Seccional Primera, diciendo que era de Asuntos Internos y con la intención de obtener los legajos de agentes de esa seccional que cumplían horas de servicio adicionales en el Hospital de Niños.

Según lo averiguado, importantes sumas de dinero eran obtenidas mediante la maniobra de defraudación cometida con las horas adicionales que personal de la Policía de la Provincia de Buenos Aires habitualmente desarrolla en hospitales y en otros lugares públicos.

En la investigación se señala también que "un porcentaje sustancial" del dinero mal habido que cobraban esos policías que figuraban como desempeñando horas "PolAd" luego era girado a los miembros de esta organización, por medio de transferencias bancarias que se hacían a la cuenta de la empresa que presidía uno de los hermanos acusados y detenidos por este fraude al Estado.