EL DEBATE SIGUE ESTE MIÉRCOLES. Docente jubilada asesinada: uno de los acusados declaró y el segundo día del juicio terminó cargado de tensión

Gabriel Ignacio Magariño Vásquez estaba finalizando su declaración, sobre la manera en que el 18 de enero de 2020 Facundo Emiliano López y él ingresaron a la casa de Celia Edelma Wagner con fines de robo y después esa mujer de 81 años terminó siendo brutalmente asesinada a golpes, cuando comenzó a ser increpado.

Al momento más tenso de la segunda jornada del juicio por el crimen de la docente jubilada lo protagonizó ayer lunes una de las nietas de la víctima, que formaba parte del público asistente a la sala de audiencias del Tribunal 2, el escenario del debate.

A los gritos, entre llantos y prácticamente fuera de sí ante todo lo que estaba escuchando por parte de uno de los imputados por el homicidio de su abuela, esa joven insultó al azuleño y le exigió que pidiera perdón a su familia. También, que los mirara a los ojos cuando se disculpara por lo sucedido.

Además, visiblemente exaltada, su reclamo lo hizo extensivo al otro acusado: López, que es oriundo de la ciudad de Ensenada.

La escena obligó a la intervención de dos agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Mujeres ambas, ellas fueron las encargadas de retirar de la sala a una de las nietas de la víctima de lo que a escala penal es hasta ahora un "homicidio criminis causa", el delito que en este juicio oral les atribuyen como coautores a Magariño Vásquez y a López.

El viernes pasado, al comienzo del debate, esa misma joven también había increpado al azuleño no bien se sentó en el banquillo de los acusados.

Pero en aquel entonces la situación -en la previa a que la hermana de ella iniciara la recepción de la prueba testimonial- no fue tan tensa como ayer. Y bastó con que los efectivos del SPB advirtieran a la joven para que cesara con esa actitud, sin que llegaran a desalojarla de la sala, tal como sí sucedió este lunes en el epílogo de la segunda jornada del proceso.

Volvió a declarar

No es la primera vez que Magariño Vásquez declara en el marco de esta causa penal por la que, al igual que López, afronta la posibilidad de resultar condenado a "prisión perpetua".

Ese pacto de silencio existente entre ambos encausados el azuleño ya lo había quebrado años atrás cuando, por el crimen de Wagner, lo asistía un defensor Particular.

En la previa a que en febrero de 2021 esta causa penal fuera elevada a juicio en una primera instancia por Juan José Suárez -el titular del Juzgado de Garantías 3- se había dado aquella primera declaración del imputado, enmarcada en lo normado por el artículo 317 del CPP.

Ante Marcelo Fernández, mismo fiscal que ahora representa a la Acusación en el juicio, el azuleño -actualmente de 25 años- se había ubicado como quien pergeñó un robo en la casa de la mujer para la que supo trabajar como chofer.

Pero en aquella primera declaración, al igual que lo hizo en el debate, le endilgó toda la responsabilidad en el asesinato de la otrora maestra a López, su consorte de causa.

Durante la audiencia de este lunes quien ahora patrocina al azuleño, el defensor Oficial Diego Prado, había anunciado ante los jueces del TOC 2 Albano Gallicchio, Alejandra Raverta y Karina Gennuso que su asistido iba a declarar.

La actual Defensa del encausado apunta -algo que ya adelantara en su planteo no bien este juicio comenzó- a que lo sucedido con la docente jubilada hace ya casi seis años se encuadre bajo la figura de un "homicidio en ocasión de robo".

Ese delito contempla, en caso de condenas, una pena que va desde los diez a los veinticinco años de prisión y es inferior a la estipulada para el "homicidio cirminis causa", la ya referida de "prisión perpetua".

En ese contexto estuvo ubicada la declaración que en el juicio brindara Magariño Vásquez, quien también durante su testimonio fue interrogado por el Fiscal del juicio y por Adriana Hernández, la defensora Oficial de López.

Diego Prado había pedido a los jueces del TOC 2, sin que finalmente prosperara, que lo que su defendido iba a decir no fuera presenciada por el otro acusado.

Argumentó para ello que el azuleño ha sufrido varios hechos intimidatorios por parte del ensenadense coimputado, que está próximo a cumplir los 28 años de edad. Algo de lo que, al momento de hablar, hizo alusión también Magariño Vásquez.

Otro trozo de hierro, según Magariño Vásquez

Como dato distinto de lo que ya había dicho mientras esta causa todavía era materia de instrucción, ahora surgió de su relato que el hierro empleado para asesinar a golpes en la cabeza a Wagner no fue el incautado, el cual le fuera exhibido a la médica a cargo de la autopsia al cuerpo de la víctima durante la jornada inicial de este juicio oral.

Según el azuleño afirmó, se trató de otro trozo de hierro -que también estaba en un cantero de la casa donde Wagner vivía, situada en Burgos entre Neuquén y Chubut- y que el propio López se llevó, luego de ultimarla de tres golpes que le diera en la cabeza aquel 18 de enero de 2020 en que este crimen se produjo.

De acuerdo con lo que Magariño Vásquez también dijo, aunque no pudo precisar en qué lugar, ese trozo de hierro luego fue descartado en el Arroyo Azul. Y refirió que a las prendas de vestir que tanto él como su cómplice tenían puestas el día del asesinato luego se encargó de prenderlas fuego.

Al mismo tiempo, algo que no había dicho en su primera declaración y ahora contó en el juicio fue que López amenazó con matarlo a él no bien, el 18 de enero de 2020, se dirigió hasta el patio de la casa donde vivía Wagner y la halló herida de muerte.

Aquello ocurrió mientras él buscaba elementos de valor de los cuales apoderarse en otros ambientes de la vivienda, a la que ambos habían llegado luego de que Magariño Vásquez llamó por teléfono a la víctima y le dijo que iba a ir con un conocido suyo que estaba interesado en comprarle una cortina de plástico para una ventana que ella tenía a la venta.

La excusa para que, aquel día en que fue brutalmente asesinada, la docente jubilada los dejara ingresar a ambos a su casa, contando además con que ya conocía al azuleño por haber trabajado durante un tiempo para ella de manera informal, siendo su chofer.

De lo declarado este lunes en el juicio por Magariño Vásquez pudieron reconstruirse también los momentos previos y posteriores al homicidio de la docente jubilada.

En un principio, López y él fueron desde el Balneario a la casa de la víctima en el auto que el azuleño guiaba: un Renault 9 de color blanco que le pertenecía a su madrina.

Al igual que esa cámara de seguridad de un domicilio cercano al inmueble donde la docente jubilada vivía, que registró el momento en que ambos llegaban en horas del mediodía a la casa de Wagner e instantes más tarde se retiraban cargando en el vehículo todo lo robado, hubo otra que grabó cuando minutos después del crimen los dos llegaron hasta la zona céntrica.

La idea era comercializar, en un local de compra y venta de joyas y antigüedades que está en Moreno entre San Martín y Bolívar, las alhajas robadas a la víctima.

Pero después -según contaría el propietario de ese negocio cuando este lunes también declaró en el debate- como las mismas no tenían valor porque no eran de oro no se las compró a Magariño Vásquez cuando aquel sábado 18 de enero de 2020, luego del mediodía, se hizo presente en su comercio acompañado por López.

Contando también con lo que el azuleño imputado refirió, ese quiebre en la relación que mantenía con López -surgido a partir de la primera declaración que hiciera sobre lo sucedido- tuvo varias consecuencias para él.

El azuleño recordó que estando transitoriamente los dos detenidos por el crimen en la Estación de Policía Comunal de Tapalqué fue amenazado en varias ocasiones por López y que hasta llegaron a pelearse. Y que después, ante las intimidaciones que seguía recibiendo, él intentó colgarse con una sábana en la celda que ocupaba; aunque otros detenidos evitaron que se quitara la vida.

Los episodios intimidatorios continuaron cuando los dos estaban en una de las cárceles de Sierra Chica, hasta que luego López fue trasladado a la Unidad 1 de Olmos; mientras que él sigue en la Unidad 2 del complejo penitenciario situado en la localidad olavarriense.

Hubo un momento de su declaración donde, en respuesta a una pregunta de su Defensor Oficial, dijo arrepentirse a diario de lo sucedido con Wagner. Y hasta llegó a quebrarse ya para el final de su testimonio, cuando la nieta de la docente jubilada comenzó a increparlo.

En ese momento ya referido de mayor tensión en la audiencia de este juicio, ayer lunes surgió otra novedad: a pesar de la intención de su Defensora Oficial de que no declare, López ahora quiere hablar también.

Tal vez su testimonio apunte, fundamentalmente, a desmentir algunos de los dichos de Magariño Vásquez, en lo que será su primera declaración desde que resultara aprehendido como uno de los responsables de este brutal asesinato.

Según se anunció desde el Tribunal que preside el juez Albano Gallicchio, el ensenadense declarará cuando este debate continúe este miércoles.

Para ese día se esperan también a dos testigos más que no comparecieron en la audiencia de ayer lunes.

Está previsto mañana, además, que después las partes formulen sus respetivos alegatos, que en total serán cuatro considerando lo que está siendo la intervención también en este juicio del abogado Daniel Pérez Guedes.

En su caso, bajo la figura del Particular Damnificado y en nombre de los familiares de la víctima de lo que fuera aquel homicidio.

Un hecho del que se cumplen el mes que viene seis años y que recién ahora, finalmente y luego de varias postergaciones, es materia de este debate.