Por Catalina Pace

Especial para El Tiempo

Gath & Chaves fue una tienda histórica de nuestro país, pero que también supo tener su propia sucursal en Azul. Sin embargo, para adentrarnos en el rol que tuvo dentro de nuestra localidad, es primordial comprender y reconocer el surgimiento de la misma, en conjunto con su crecimiento y funcionamiento.

Alfred Henry Gath y su familia llegaron a Argentina en el año 1866, directo desde Inglaterra. En 1873 ingresó a trabajar como empleado en Casa Burgos, local en que trabajaba Lorenzo Chaves. Allí fue donde se conocieron estos dos hombres que, tiempo después, decidirían formar una sociedad.

En julio de 1883 se fundó Gath & Chaves, una tienda ubicada en San Martín 569, en Buenos Aires. En ese entonces, sólo se vendía indumentaria masculina, pero con el paso del tiempo no sólo incluyeron ropa para damas, sino que también ampliaron su local. Para el 1901 construyeron el primer edificio de la empresa, en el cruce de las calles Piedad (hoy conocida como Bartolomé Mitre) y Florida, la cual incluía la planta baja y otros tres pisos donde se empezarían a vender otras tantas cosas como muebles, zapatos, perfumes y demás.

En 1908 la tienda pasó a ser una sociedad anónima y, además, en 1910, con motivo de su exponencial crecimiento, el local fue más allá de nuestro país y se inauguró una sucursal en Santiago de Chile. En 1912 la empresa fue adquirida por capitales británico y decidieron renombrarla como "The South American Stores" (Gath and Chaves). Al momento de dicha compra, ya contaban con tres sucursales, talleres y una fábrica, más ocho tiendas en el resto del país.

Dos momentos del local de Gath & Chaves en Azul: el de la construcción del edificio y su habilitación final, en la esquina de San Martín y Moreno.

FOTOS HEMEROTECA JUAN MIGUEL OYHANARTE DE AZUL

La evolución fue tal que para ese entonces ya existían sucursales en importantes ciudades argentinas, pero faltaba en la nuestra. El 16 de abril de 1928 se instala Gath & Chaves en Azul. Con información que Julio Portales brindó al Diario El Tiempo se puede añadir que: "La tienda empezó en el local de San Martín 518, entre Uriburu (De Paula) y Moreno. Con apenas tres años de comercializar sus productos, deciden trasladar la sucursal a escasos 50 metros, a la esquina de San Martín y Moreno en un gran local."

A su vez, consta que a la empresa le iba muy bien y, en ese sentido informa: "Sigue su crecimiento y en 1935 hacen una gran reforma. Dentro de esta obra hacen 12 vidrieras, se construye una gran planta alta y para mayor confort de los clientes la empresa instala el primer ascensor de Azul."

Domingo Cammarata fue uno de los empleados de esta tienda que fue furor en Azul, del negocio que creció tan exponencialmente como nuestra ciudad. Ingresó a trabajar en el año 1952, cuando su edad rondaba entre los 19 o 20.

- ¿Qué tipo de objetos se podían encontrar en Gath & Chaves?

- Se vendía de todo, era como el supermercado de ahora. Había telas, confecciones, sillones, zapatería, marroquinería, lo que te puedas imaginar.

- ¿Cuántas personas trabajaban en el local y cómo se dividían dentro del mismo?

- Éramos 50 empleados, entre vendedores, cajeros, cadetes, entre otros. Yo estaba en la sección de tejidos o telas junto con 4 compañeros, ahí era donde encontrabas desde el forro del saco hasta el paño más fino para hacer un tapado.

- ¿Cómo recuerda el edificio y lo que era la mecánica de compra?

- Mi sección estaba abajo, junto con la de sastrería y perfumería. Si no recuerdo mal, en el segundo piso estaba la mueblería, zapatería y marroquinería. Seguro algo más había. Buscabas todo lo que necesitabas en cada sección y luego bajabas para pasar por la caja a pagar. La gran mayoría de los clientes tenían como una cuenta corriente, te anotaban en la ficha.

El camión de Gath & Chaves para transportar mercaderías desde la casa central hacia todas las sucursales, entre ellas la instalada en Azul. A la derecha, una de las vidrieras de la tienda, exponiendo vestimenta juvenil. FOTOS HEMEROTECA JUAN MIGUEL OYHANARTE DE AZUL

Además, "Cholo" comenta que una vez por mes se cargaba un furgón con ropa, botones, de todo un poco y se iban a las estancias a vender. Por lo general, iban el chofer y uno o dos vendedores, que eran esperados por los peones. Cada uno de ellos sabía que iba a llegar el camión de la empresa y se preparaban para encargar cosas para la próxima vez que fuera.

- ¿Entraba mucha gente al negocio en esa época?

- Muchísima, las personas que necesitaban algo iban a buscarlo ahí porque encontrabas todo lo que deseabas y lo que te pudieras imaginar.

La empresa era sumamente reconocida, en nuestra ciudad, en los alrededores con las otras 18 sucursales de todo el país, y en todo el mundo en algún momento se mencionaba a Gath & Chaves.

Luego aparecieron algunos problemas económicos en Argentina y con ello llegaron algunos despidos como el de Cammarata. "A mí me despidieron por ser el último en entrar a trabajar. Me dieron una carta de presentación para que fuera a otro lado a pedir empleo y, con ese papel indicaban que se debía a que necesitaban hacer reducción de personal, que me autorizaban a que cualquiera de los lugares a los cuales iba a buscar trabajo podía ir a pedir mi recomendación en la empresa" señala el protagonista.

Además, en la década de los '70, aproximadamente, se comenzaron a abrir pequeños negocios en la ciudad y las personas empezaron a concurrir a ellos. Es decir que, cada una de las secciones que se encontraban juntas en el histórico local, desde entonces se podían encontrar por separadas en otras tiendas más chicas y nuevas.

Estuvo un tiempo más en vigencia, hasta que cerró sus puertas en 1978, luego de una gran liquidación. Muchas de sus fachadas se mantuvieron intactas o con muy pocas remodelaciones. Por ejemplo, en Azul, actualmente se aloja el Banco Industrial y las modificaciones de infraestructura fueron escasas.

Gath & Chaves fue una empresa realmente importante, tanto en nuestra ciudad como en el país. Histórica, destacada dentro de su época y reconocida a nivel mundial. Pudo dejar una huella marcada para aquellos que fueron alguna vez al local.

El "nutrido" sector de bebidas de Gath & Chaves, con sus empleados; y el salón de telas y alfombrados, en el salón principal del local definitivo, en San Martín y Moreno. FOTOS HEMEROTECA JUAN MIGUEL OYHANARTE DE AZUL