EDUCACIÓN
Las relaciones sexoafectivas han evolucionado con el tiempo y hoy en día se desarrollan principalmente a través de redes sociales y pantallas. La psicóloga y sexóloga Milagros Burgos Recci, ha explorado una variedad de temas, que van desde las relaciones afectivas en personas mayores de 40 años hasta el impacto del consumo de pornografía entre los jóvenes.
Por: Laura Méndez
5 de agosto de 2024
La Licenciada en Psicología (UBA) MN 81122 y Sexóloga Clínica, Milagros Burgos Recci ha encontrado una manera innovadora de concienciar y abrir debates a través de las redes sociales, especialmente en Instagram. Mediante una serie de reels, la Lic. explora temas que atraviesan a diferentes generaciones, desde jóvenes hasta adultos mayores. Estos reels cubren una amplia gama de temas relevantes y actuales, proporcionando información valiosa y fomentando discusiones significativas en la comunidad.
Además de su presencia en redes sociales, Milagros cuenta con su propio consultorio y ofrece atención virtual a todo el mundo, facilitando así el acceso a sus servicios e información para una audiencia más amplia. Su enfoque en temas cruciales y su habilidad para comunicarse efectivamente a través de plataformas digitales la han convertido en una figura destacada en su campo.
En una reciente entrevista con este diario, la Licenciada habló sobre los vínculos sexoafectivos, compartiendo su conocimiento y perspectivas sobre este tema tan importante. Su objetivo es educar y empoderar a las personas, ayudándolas a comprender mejor las dinámicas de sus relaciones y a construir vínculos más saludables y significativos.
Primero definió qué son las relaciones sexoafectivas: "Sexo-afectivo: El término sexo-afectivo se refiere a la interrelación entre la sexualidad y las emociones en las relaciones humanas. Implica comprender que la sexualidad no se reduce solo al acto sexual, sino que abarca emociones, afectos, deseos, vínculos, etc. Además, reconoce que estas experiencias están profundamente influenciadas por factores sociales, culturales y de género".
"Comencé a subir reflexionesy escritos míos hasta que me enganché en la movida de los reels"
-¿Cuándo te recibiste? y ¿cómo surgió la idea de subir contenido a las redes? porque es la manera más fácil y masiva de concientizar, ¿Es así?
- Me recibí en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 2022. Poco después de terminar la carrera, inicié la formación en Sexología Clínica, la completé y desde entonces me mantengo en constante formación y actualización.
La idea de empezar a subir contenido a redes surgió en 2021, durante el año pandémico. En ese momento, tenía una columna llamada "Encuentros sociales" en LU10 Radio Azul, que también se transmitía por Facebook, entonces tomaba esos videos y los subía a mi Instagram. A partir de ahí, empecé a interactuar con mis seguidores, quienes me proponían temas y yo realizaba encuestas sobre distintas temáticas en historias de Instagram, y analizaba los resultados para sumarlos a la columna.
Después comencé a subir reflexiones y escritos míos hasta que me enganché en la movida de los reels de Instagram y Tiktok, videos más cortos en formato vertical, que me permitieron conectar más con mis seguidores y llegar a nuevas personas.
La realidad es que hoy en día dependemos mucho de las redes sociales; estamos conectados todo el día. Además de servirnos como entretenimiento, las redes nos permiten comunicar contenido de valor de manera masiva y rápida. Me sorprende muchísimo el alcance que se puede lograr y la increíble rapidez con la que se difunde la información.
Sin embargo, me parece fundamental filtrar lo que consumimos en redes. No somos siempre conscientes de la dimensión del contenido al que estamos expuestos, y es importante ser selectivos, preguntarnos ¿a qué le quiero dedicar mi tiempo? Hacer una limpieza de las cuentas que seguimos, y dejar de seguir aquellas que nos generan ansiedad, es esencial para nuestra salud mental.
Las redes sociales llegaron para quedarse y, bien utilizadas, puede ser una herramienta valiosísima. Pero tenemos que ser nosotros quienes las utilicemos, no las redes las que nos utilicen a nosotros.
-¿Cuáles son los temas que más te consultan?
-Hoy en día, el tema vincular es complejo por varias razones. Estamos viviendo en un contexto marcado por la individualidad y múltiples cambios, tales como la post-pandemia, el declive del matrimonio como institución, la influencia de internet y las redes sociales, la dificultad para comprometerse, la caída del deseo sexual, los movimientos feministas y el empoderamiento de la mujer, la dificultad para sostener conflictos, la ansiedad generalizada y la visibilidad cada vez mayor de diferentes modalidades amorosas, conyugales, eróticas y parentales.
En mi trabajo con una población de entre 18 y 46 años, estos cambios se reflejan en los temas que más me consultan, entre ellos: las dificultades en la comunicación tanto con la pareja como con los vínculos sexo-afectivos, la falta de deseo sexual, la ansiedad en el desempeño sexual, la dificultad para concretar encuentros, la culpa antes, durante y después de los encuentros sexuales, y la baja autoestima son preocupaciones comunes.
Es decir, la dificultad para concretar encuentros, en particular, es cada vez más frecuente en un mundo donde las interacciones digitales predominan, lo que hace necesario abordar formas efectivas de conectar en el mundo real.
La culpa en las relaciones sexuales es otro tema importante. Muchas personas, especialmente aquellas que han sido educadas en entornos con fuertes tabúes sexuales, pueden sentir culpa o vergüenza en relación con su sexualidad. En estos casos es importante trabajar con las creencias limitantes de esa persona, su contexto y su historia.
Las dificultades en la comunicación son un gran desafío. Muchas veces, los problemas en las relaciones de pareja o en los vínculos sexo-afectivos se deben a la falta de comunicación asertiva. Ayudar a las personas a expresar sus deseos, necesidades y límites de manera clara y respetuosa es fundamental para mejorar sus interacciones y relaciones.
El deseo de encontrar pareja es otro tema que surge con frecuencia. Muchas veces, este deseo está influenciado por mandatos sociales disfrazados de expectativas personales (lo mismo también sucede con la maternidad). Es importante ayudar a las personas a discernir entre lo que realmente desean y lo que sienten que deberían desear debido a presiones externas/mandatos.
En Azul: "la búsqueda de alternativas sigue siendo un desafío"
-Estábamos hablando de la carencia a la hora de interactuar con otra persona que fue lo que vi en el reel y me pareció interesante lo que dijiste sobre "Azul, ciudad conservadora". ¿Cuál es la solución para lo que planteas?. Esta cuestión de la "mirada ajena" está muy instalada en Azul y sinceramente no le encuentro mucha solución, porque las generaciones nuevas no son tan así o no las percibo así. ¿Cuál es tu postura?
-En términos generales, en pueblos y ciudades pequeñas como Azul, los mandatos tradicionales de género y las expectativas sociales suelen ser más estrictos. Los mandatos son imposiciones, nos ponen en un molde y nos dicen "acá tenés que entrar". La presión para cumplir con roles específicos varía según la sociedad y la familia en la que nacemos, lo que hace que muchas personas sientan una carga adicional para ajustarse a estas expectativas.
Al mismo tiempo, el miedo "al qué dirán" y la mirada de los demás se intensifican, lo cual puede limitar la libertad individual y generar ansiedad, estrés y una disminución del deseo. Esto se manifiesta claramente en la dificultad para conocer gente nueva. El uso de aplicaciones de citas, por ejemplo, puede estar estigmatizado, y muchas personas evitan usarlas por miedo a ser juzgadas, limitando sus oportunidades de conocer gente fuera de su círculo social inmediato.
Asimismo, la percepción de que "todo el mundo se conoce" aumenta la reticencia a exponerse públicamente, y actividades como ir a un bar solo o salir con alguien nuevo a un lugar público, pueden resultar desalentadoras, ya que cualquier interacción puede convertirse rápidamente en objeto de escrutinio y chismes.
En consecuencia, los encuentros sexo-afectivos suelen limitarse a planes más privados, como invitaciones a casa para actividades como 'vinito y película', y la búsqueda de alternativas sigue siendo un desafío.
Esto afecta a todas las generaciones.
Una de las claves que se me ocurren para empezar a cambiar esto está en transformar la manera en que hablamos sobre el tema, cambiar el rumbo de las conversaciones, es decir, en lugar de alimentar chismes o comentarios que juzgan cómo otras personas conocen a alguien o qué tipo de relaciones tienen y con quién, podemos hablar sobre las distintas formas en que las personas se conectan, compartir experiencias propias, o que promuevan una visión más inclusiva, creando un entorno donde la diversidad de experiencias y los diferentes modos de amar y de vincularse se celebren y no se juzguen.
Esto no solo ayuda a que las personas se sientan más libres, sino que también contribuye a una comunidad más inclusiva y amigable con la diferencia.
-¿Cuántas APPs de citas hay? porque en Azul se conocer solo Tinder.
-Hay varias, en Argentina 2024, las apps de citas más utilizadas son Tinder, Bumble y Happn.
Tinder: Popular por su gran base de usuarios y facilidad de uso. Permite buscar y conectar con personas cercanas.
Bumble: Destaca porque las mujeres inician la conversación.
Happn: Se diferencia al conectar usuarios que se han cruzado físicamente en la vida real (en la calle, una fiesta, laburo, etc).
Después de los 40: Apostar al amor
-Después de los 40: Otra de las cosas que sin irme de tema, es que después de los 40 ya con "matrimonios fallidos" no sé quién tiene ganas de apostar al amor. Entonces, ¿hay una tendencia a quedarse solo/a?
-En este mundo marcado por lo que el sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman llama "amor líquido", la fragilidad de los vínculos se hace evidente. En lugar de compromisos sólidos, predominan los encuentros efímeros, la individualidad y la reestructuración constante de las relaciones. Esto hace que el acercamiento emocional se vuelva costoso.
Las personas tienden a relacionarse siempre y cuando eso no implique un compromiso a largo plazo que limite su libertad, lo que paradójicamente crea una especie de vorágine de goce constante pero parcial. Al no alcanzar nunca una satisfacción plena, el deseo permanece insatisfecho.
El precio a pagar por la libertad de consumo, el no-vínculo y la ausencia de compromiso, es la incertidumbre, el sentimiento de soledad, y la ruptura como una amenaza constante que puede afectar la autoestima.
Frente a este panorama, es fundamental buscar nuevos modos de amar, arriesgarse, animarse a sentir y estar dispuestos a asumir que el fracaso es una posibilidad, podés volver a enamorarte de la persona equivocada, luego harás el duelo, pero me parece más interesante animarse a vivir que reprimirse.
Por último, quiero resaltar la importancia de la red afectiva -es decir, todos los vínculos que tenemos, amigos, familia, no solo un vinculo sexo- afectivo o de pareja-. El hecho de que sepamos que tenemos una red de cuidado de amores que nos sostiene, hace que pongamos mayor énfasis en fortalecer los vínculos de nuestro entorno y descentralizar la idealización por la pareja.
-En otro reels hablaste sobre el consumo de pornografía. ¿Qué consecuencia trae?
-El consumo excesivo de pornografía puede tener varias consecuencias negativas. En primer lugar, puede llevar a disminuciones, tanto del deseo sexual como de la excitación en situaciones reales, ya que el cerebro se acostumbra a estímulos artificiales y cada vez más intensos difíciles de replicar en la vida cotidiana. Además, afecta la capacidad de fantasía, la concentración y el encuentro real.
Por otra parte, la pornografía mainstream refuerza aspectos del sistema patriarcal y afecta cómo entendemos y vivimos la sexualidad. Esto sucede porque a menudo reproduce estereotipos de género y normaliza ciertos cuerpos, deseos y prácticas sexuales, impactando en nuestra autoimagen y en nuestras relaciones, al mismo tiempo que promueve relaciones de poder desiguales entre las personas.
-También plantaste el tema de encarar. Realizas una diferencia entre "los valientes" y "los estrategas".
-Hablar de "encarar" en estos tiempos es hablar de cómo nos vinculamos y cómo las redes sociales han cambiado esa dinámica.
Nos acostumbramos a interactuar a través de pantallas, olvidando que detrás de cada dispositivo hay un ser humano. Si nos quedamos solo en el ámbito virtual y no nos implicamos como personas, esto termina siendo deserotizante y perdemos la riqueza del encuentro real, donde las interacciones son más auténticas y significativas.
Encarar es difícil desde siempre, la sociedad viene implementado miles de estrategias para afrontar este momento: desde enviar cartas, llamar al teléfono fijo de la familia, aparecerse en la casa de la persona a tocarle timbre... hasta la aparición de las redes que empezamos a enviar mensajes, el toque de Facebook, el me gusta, mejores amigos y el fueguito de Instagram, Apps de citas y otras más que van surgiendo.
Y es que el mundo se divide en dos tipos de personas:
-Los valientes, que están dispuestos a hablarle a un total desconocido ya sea en redes o en la presencialidad y que muchas veces critican a los que no se sienten con tanta seguridad.
-y los estrategas: que necesitan todo un ritual de cortejo en redes porque les cuesta encarar o esperan que la otra persona de el primer paso y les confiese su amor.
Nadie está en lo correcto. Todos enfrentamos el miedo al rechazo de diferentes maneras, y según Eva Illouz esto pasa porque las cosas que nos hacen sentir valiosos como personas son muy volátiles, no tenemos un criterio objetivo para decir "yo valgo esto", y hoy en día nuestra autoestima depende mucho de interacciones que nos hacen sentir más o menos deseables, o sea un visto en instagram y nuestro ego cae en picada.
Hay que trabajar en esto, fomentemos la comunicación más directa, pero tengamos paciencia, hoy en día nadie tiene claro cómo actuar en lo vincular.
Aunque menciono dos grandes categorías de personas, "valientes" y "estrategas", no es que existan solo dos tipos. Estos son solo extremos, y entre ellos hay una infinita variedad de estilos y matices.
Lo más importante no es cómo te acerques al otro, sino tener el deseo y las ganas de hacerlo. Cada uno tiene su propia forma de encarar, influenciada por su personalidad, estilo, contexto, etc. No importa el resultado, lo que vale es la intención.
Tu valor como persona no depende del resultado del encare. Este valor es algo que se construye y es único para cada persona, y la terapia es un espacio fundamental y en muchos casos muy necesario para trabajarlo.
-Se me viene a la mente que por ahí con la revolución feminista les redujo la posibilidad a chicos/hombres a encarar. Por ejemplo: "no me encares o te denuncio".
-El feminismo crea un terreno más equilibrado y justo en las relaciones sexo-afectivas, permitiendo que ambas partes participen activamente. No se trata de limitar las interacciones, sino de redefinirlas con igualdad, respeto y consentimiento.
Empoderadas por el movimiento, hoy en día son muchas las mujeres que se sienten seguras para tomar la iniciativa y mostrarse deseantes, cambiando la dinámica tradicional donde solo los hombres daban el primer paso.
Los hombres pueden seguir encarando cuando deseen, siempre y cuando lo hagan de manera respetuosa, entendiendo y respetando los límites y deseos de la otra persona, sin insistir ni agredir si la respuesta no es la esperada.
EL DATO
Instagram: @lic.miliburgosr
Tiktok: lic.miliburgosr
E-mail de contacto para turnos o consultas: lic.milagrosburgosrecci@gmail.com
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