16 de diciembre de 2025
Una de las lecciones más desconcertantes para un jugador de poker en desarrollo es la que se aprende al perder un bote teniendo, aparentemente, la misma mano que su rival.
Lo cierto es que es algo que ocurre con mayor frecuencia de lo que imaginamos. Un jugador llega al final de la mano con una jugada fuerte, como un par de Ases, y se encuentra con que el bote se lo lleva un oponente que muestra la misma pareja. Esta situación, que puede parecer ilógica al principio, se resuelve con el kicker.
En el
poker, el objetivo es siempre formar la mejor mano posible de cinco cartas. Un kicker es una carta que no forma parte
de una combinación principal (como una pareja, un trío o un póker), pero que sí
forma parte de esa mano final de cinco cartas.
Su única
función es actuar como un criterio de desempate cuando dos o más jugadores
tienen la misma combinación principal. La regla de oro que siempre debes
recordar es que la mano ganadora se determina evaluando las cinco cartas en su
totalidad, no solo la pareja o el trío. La mano que tenga la carta más alta
fuera de la combinación principal, es decir, el mejor kicker, será la ganadora.
Veamos un
ejemplo sencillo para ilustrarlo. Supongamos que el Jugador A tiene As-Rey y
el Jugador
B tiene As-Dama. Las cinco cartas comunitarias en la mesa son
As-8-5-3-2. En este caso, ambos jugadores tienen un par de Ases. Para
determinar el ganador, comparamos sus manos de cinco cartas.
·
La mejor mano del Jugador A es: A, A, K, 8, 5.
·
La mejor mano del Jugador B es: A, A, Q, 8, 5.
Ambos
comparten el par de Ases y las cartas 8 y 5. La diferencia está en la quinta
carta de cada uno. El Jugador A tiene un Rey (K) como kicker, mientras que el Jugador
B tiene una Dama (Q). Como el Rey es más alto que la Dama, el Jugador
A gana el bote. Este principio es universal y se aplica en la mayoría
de variantes del juego.
Entender
cómo funcionan los desempates es crucial en la gran variedad de juegos de poker que existen, desde el popular Texas
Hold'em hasta el Omaha. Practicar en un entorno que ofrezca diferentes
modalidades te ayuda a internalizar estas reglas fundamentales, y una
plataforma con un software claro y una gran comunidad de jugadores es ideal
para esta clase de aprendizaje.
Imaginemos
un escenario con dos parejas: el Jugador A tiene As-Rey y el Jugador
B tiene As-Dama. La mesa muestra A-J-J-5-2. Ambos jugadores tienen una
doble pareja de Ases y Jotas.
Para
desempatar, miramos la quinta carta, el kicker.
La mano final del Jugador A es A, A, J, J, K. La del Jugador B es A, A, J, J,
Q. Una vez más, el Rey del Jugador A supera a la Dama del Jugador
B, otorgándole la victoria.
La
situación se repite con los tríos. Si el Jugador A tiene As-Rey, el Jugador
B tiene As-Dama y la mesa es A-A-A-5-2, ambos tienen un póker de Ases.
Pero la mano final del Jugador A incluye el Rey como kicker (A,A,A,A,K), mientras que la del Jugador
B tiene la Dama (A,A,A,A,Q). El jugador A gana.
Sin
embargo, hay una situación crucial donde el kicker
no decide nada, como cuando la mejor mano de cinco cartas posible está
enteramente en la mesa y es compartida por ambos jugadores.
Por ejemplo, si el Jugador A tiene As-2, el Jugador
B tiene As-3 y la mesa es A-K-Q-J-8. La mejor mano de cinco cartas para
ambos es A-K-Q-J-8, usando el As de su mano y las cuatro cartas más altas de la
mesa. Sus kickers privados (el 2 y el
3) son irrelevantes porque son más bajos que las cartas de la mesa. En este
caso, el bote se reparte.
Comprender el kicker afecta
directamente a tu estrategia y a las decisiones que tomas. Por lo tanto, la
selección de manos iniciales es el primer punto a considerar; así, manos como
As-Rey o As-Dama son mucho más fuertes que As-4 o As-7, precisamente por la
fuerza de su kicker.
Una mano con un kicker débil puede llevarte a situaciones muy complicadas, donde
ligas tu pareja pero pierdes un bote enorme contra la misma pareja con un mejor
acompañante.
La fuerza de tu kicker también debería influir en cómo juegas la mano. Si tienes
una pareja máxima con el mejor kicker
posible (por ejemplo, A-K en una mesa con un As), puedes jugar la mano de forma
mucho más agresiva, con la confianza de que no puedes ser superado por otro
jugador con la misma pareja.
En cambio, si tienes una pareja máxima
pero un kicker débil (A-6 en la misma
mesa), deberías proceder con más cautela y tratar de controlar el tamaño del
bote. Ignorar la fuerza de tu kicker
es una de las maneras más rápidas de meterse en problemas. Es fundamental
aprender a evitar errores costosos para proteger tu stack. Comprender el papel del kicker
es una parte esencial de dominar la jerarquía de
manos en el poker.
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