24 de julio de 2023

LUEGO DE LA DECLARACIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA Y LA CELAC SOBRE MALVINAS

LUEGO DE LA DECLARACIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA Y LA CELAC SOBRE MALVINAS. "Van a pasar muchas generaciones para que los kelpers cambien la mentalidad"

Así lo consideró el azuleño veterano de la Guerra de Malvinas, César Gabriel Luna. Admitió que es importante el avance diplomático obtenido con la declaración conocida esta semana, pero también sostuvo que "ellos van a respetar la voluntad del isleño y ya sabemos cuál es la mentalidad" del kelper. "La Unión Europea es una entidad reconocida y ellos pueden llamar la atención sobre ese tema", destacó en una entrevista con este diario, en la que sostuvo que la cuestión Malvinas se va "apagando" con el tiempo. En el siguiente artículo, además, se refieren algunos aspectos de la experiencia del veterano en la Guerra de 1982.

La Unión Europea (UE) y la CELAC, en la cumbre biorregional, emitieron el pasado 18 de julio una declaración conjunta sobre la "cuestión Malvinas". Fundamentalmente, bregaron por una solución pacífica del conflicto en torno a la soberanía del archipiélago y reconocieron como territorio en disputa.

En el artículo 13° de la declaración se menciona: "En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas/Falkland Islands, la Unión Europea tomó nota de la posición histórica de la Celac basada en la importancia del diálogo y el respeto del derecho internacional en la solución pacífica de controversias."

Y luego añade: "Reafirmamos además nuestro compromiso fundamental con todos los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, incluida la igualdad soberana de todos los Estados y el respeto de su integridad territorial e independencia política, solución de controversias por medios pacíficos y en conformidad con los principios de justicia y derecho internacional."

Desde el gobierno argentino se celebró este pronunciamiento -al cual se consideró "histórico"-, en tanto desde el Reino Unido se planteó una queja a la UE por los términos utilizados.

Durante una entrevista con EL TIEMPO, el azuleño y veterano de guerra de Malvinas César Gabriel Luna, al ser consultado sobre la declaración conjunta de la UE-Celac, indicó que "es una presión más hacia Inglaterra, creo. La Unión Europea es una entidad reconocida y ellos pueden llamar la atención sobre ese tema. También es claro que van a respetar la voluntad del isleño [kelper]. Y ya sabemos cuál es la mentalidad del isleño en cuanto al territorio. Nosotros lo vemos de una forma desde acá, pero es la tierra donde ellos nacieron y reaccionan de una manera que nosotros también haríamos si estuviésemos en el lugar de ellos."

Los kelpers "se sienten, por un lado, británicos, y por otro lado sienten que nosotros los invadimos en algún momento. Creo que van a pasar muchas generaciones para que ellos cambien esa mentalidad."

También analizó que "mientras Inglaterra los siga subsidiando, los isleños van a estar muy cómodos allí, porque no creo que la producción de las islas les dé como para solventarse." En un marco más amplio, "lo que más le interesa, tanto a Inglaterra como a la OTAN, es tener ese punto estratégico en ese sector atlántico, para tener dominación sobre un amplio espacio".

César Gabriel Luna admitió que "quizás esté equivocado, pero lo veo así. Los más poderosos quieren tener puntos estratégicos dominantes. Por ejemplo China, al instalar ciertas bases. En el mundo se habla de libre comercio, pero en realidad hay otras cosas. En el caso de Malvinas, no dejan de tener un punto estratégico como base: [los ingleses] fortifican las islas no pensando en una agresión argentina, porque ellos saben que nosotros, armamentísticamente, hoy estamos muy lejos de ni siquiera pisar las islas. Si estábamos abajo en 1982, hoy, después de todos los gobiernos, los presupuestos han sido prácticamente para sostener sueldos. No se han reforzado las fuerzas armadas, como sí lo ha hecho Chile. Argentina ha descuidado esa parte. No sé si está bien o mal. Entonces, nosotros no representamos una amenaza para Inglaterra. Por eso, seguramente no refuerzan las islas pensando en nosotros. Hoy, ¿con qué los vamos a encarar a los ingleses y la OTAN?", cuestionó.

Desde su óptica, "me parece que nosotros nos quedamos en el conflicto de Malvinas y hoy el trasfondo va mucho más allá. Los ingleses están, con la OTAN, observando el movimiento de los chinos, los rusos y otras cosas que están en juego hoy. Eso, en cualquier momento, estalla, porque se están midiendo fuerzas. Por eso Inglaterra está militarizando tanto las islas, porque se da en ese contexto."

En cuanto a la declaración conjunta, el azuleño veterano de la Guerra de Malvinas admitió "que la UE, la entidad europea, haga una definición como la de esta semana, no deja de ser muy bueno para nosotros. A veces hacen más los organismos exteriores que nosotros mismos. Han pasado gobiernos que al tema soberanía y Malvinas no lo atendieron. Socialmente es un tema que sigue pesando, por la existencia de los mismos Veteranos de Guerra. El tema Malvinas es uno de los pocos que no tiene 'grieta', en eso coinciden todos los partidos políticos".

También puntualizó que "los veteranos somos tema de atención de los políticos. Ahora, ¿qué pasará cuando nosotros desaparezcamos? Eso me pregunto. Por ejemplo, en educación se trabaja con algunas charlas. Pero también veo que, en los hogares -que es desde donde parte la educación-, Malvinas ya es un tema que, prácticamente, no se habla. Quienes vivieron esa época, son los abuelos de los niños de hoy, y el tema no ha ido pasando de generación en generación. Por eso ves la cara de asombro hoy en los chicos de las escuelas cuando damos charlas, y eso demuestra que es un tema que no se ha tocado en la casa. Y vemos que, paulatinamente, es un tema que se va apagando, más allá de los museos y de todo el trabajo que hagan los Veteranos de Guerra. Hoy Malvinas ya no es un tema masivo".

En lo personal, actualmente "no estoy tan relacionado hoy con los grupos de Veteranos de Guerra, porque he tenido problemas con el postraumático. Me han aconsejado médicamente alejarme del tema Malvinas, pero del conflicto en sí, de lo que ocurrió en la guerra. Y cuando nos reuníamos con los centros de veteranos, a la larga o a la corta siempre caes en el dónde estuviste, con quién, a quién perdiste. Después del paso de los años, me afectó el postraumático. Es algo muy jodido, porque no es que aflora inmediatamente después de la guerra. Estudiado por psiquiatras que estuvieron en la Segunda Guerra, en Vietnam, hablan claro que el postraumático a veces sale a los diez, a los veinte años; es decir, no tiene tiempo determinado para aflorar. Es algo que vos, internamente, estás procesando; por eso puede aflorar a los treinta o cuarenta años. Se nota de inmediato cuando te angustia hablar de esas cosas que, en este caso, ocurrieron en Malvinas. Es el momento en el que nos tenemos que alejar un poco del tema", admitió el azuleño.

Ante esa situación, durante la entrevista EL TIEMPO agradeció a César Gabriel Luna el diálogo ofrecido a pesar de las circunstancias personales postraumáticas. Notoriamente afectado, admitió que "muchos veteranos se han ido ya... Es increíble ver en los grupos de veteranos de Facebook, por ejemplo, cómo todos los días mueren dos o tres veteranos de guerra. Es mucho. Estamos hablando de una población que, en un noventa por ciento, tiene 61, 62 años de edad. Y se van rápido. Ver eso es muy violento", además de trágico.

Planteó, además, otra cuestión significativa: "No siempre tenemos psicólogos y psiquiatras preparados para canalizar esa clase de angustias que tiene un veterano de guerra. Por eso es un tema muy complejo."

Finalmente sostuvo que "yo, que soy un veterano de Malvinas y el hecho de haber pertenecido a una unidad de combate que dejó todo en la guerra, tengo las ansias de que ese territorio se recupere para esta bendita Nación. Pero, por el lado social, me gustaría saber quiénes están dispuestos a vivir en ese lugar argentino ya recuperado. Hablo de colonizar, agrandar ese territorio poblacionalmente. Alguien que quiera irse a vivir ahí. No sé si encontraríamos tanto valiente que vaya a vivir a Malvinas... Es algo que siempre me pregunto. Además, cuál es la utilidad que le daríamos a ese punto tan entrañable que tenemos los argentinos, porque ¡hay que vivir ahí! ¡Hay que estar, eh! Inclusive es más confortable vivir en Río Grande que las islas", en referencia a la hostilidad del clima.

Los días en Malvinas

César Gabriel Luna, en primer plano, camino a Puerto Argentino el 14 de junio de 1982, día de la rendición argentina en la Guerra de Malvinas.

De una entrevista realizada con el autor de este artículo en 2018 pueden extraerse algunas referencias de lo que fue la experiencia del veterano de guerra. César Gabriel Luna nació el 2 de marzo de 1964 en Azul. Su barrio fue Plaza Oubiñas y el club de la niñez se denominó "La Cotorra", que funcionaba en el domicilio de la familia Medina. Cursó la escuela primaria en la N° 12, de avenida Mitre y 1° de Mayo. Sus padres, Bonifacio Luna e Italia Altamare. Para Gabriel, una imagen fuerte en la niñez fue la de su abuela Petrona Pérez. Vivía con ellos en la casa. "Entre mi madre y mi abuela, nos dieron lo necesario para vivir dignamente", aseguró. Es que, desde niños, explicó, tanto él como su hermana Claudia conocieron el sacrificio y el trabajo duro. Bonifacio falleció en un accidente, a los 27 años. Gabriel entonces tenía 5 años y su hermana 3. Italia comenzó a repartirse en tres, cuatro trabajos. "Descubrimos el dolor de vivir sin nuestro padre, pero descubrimos una madre increíble", afirmó Gabriel, quien, a los 9 años, empezó a trabajar en una frutería y verdulería, y más tarde comenzó un reparto para el diario Pregón. A los 12, ingresó en la empresa NeoGas, de Sabattini, y a los 14 le ofrecieron un empleo bien rentado en La Casa de la Goma, de Vicente Valicenti. Allí realizó los clásicos "trabajos en general" y atención al público. Por ese entonces, leyendo una revista -aunque no puede precisar si fue Patoruzito o Isidoro-, vio una propaganda de la Armada Argentina. En ese momento, además de trabajar, Gabriel estudiaba secretariado comercial en la Escuela Piloto. La propaganda anexaba un cupón para recortar. La decisión fue inmediata: completó allí sus datos, metió el cupón en un sobre y lo despachó. El destino era Buenos Aires.

Dos meses después, en un sobre papel madera, recibió contestación: eran las instrucciones para el ingreso a la Armada.

Comenzó a rendir los exámenes y, al momento de elegir, optó por "chafa" -son quienes barren las cubiertas de los barcos-. Pero, mientras aguardaba la confirmación, observó el despliegue de una delegación de Infantería de Marina, con el uniforme camuflado que tanto le había llamado la atención en su niñez, en algún desfile. Fue lo que motivó a Gabriel el pedido de cambio de destino: en la instrucción, finalmente se enganchó con los infantes. Desde Buenos Aires viajaron a Mar del Plata. "Incluso nos llevaban haciendo ejercicio en los pasillos del tren...", recordó.

En Mar del Plata, el contingente ingresó en la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM), entonces ubicada en el faro de Punta Mogotes. El primer "baile" lo soportó en la "olla" de arena, un pozo que -recordó- tenía enormes dimensiones, en el que fácilmente entraban cinco o seis autos. Permanentemente, debían subir y bajar por "la olla" los infantes, durante unas tres horas. ¿Quién se quiere ir de baja?, preguntaba el instructor. Fueron quedando pocos durante esa primera semana. Gabriel resistió y logró egresar y optó por la especialidad de "artillero". Había ingresado a la ESIM con quince años de edad.

Cuando se recibió, a los 18, pudo tomarse unas vacaciones en Azul y pronto regresó para integrarse a su nueva unidad: el Batallón de Artillería de Campaña, en Puerto Belgrano. De las tres baterías, a Gabriel le correspondió la "Bravo", que poseía seis obuses Oto Melara, de 105 milímetros, unas piezas de fabricación italiana.

Ese tiempo es muy próximo a marzo de 1982. A fines de ese mes, los infantes de Marina observaron que la batería "Alfa" se desplegaba para una campaña al sur. Pensaron que era una instrucción más, pero poco después, el día 2 de abril los despertó con la transmisión del Himno Nacional y los comunicados sobre Malvinas. Allí supieron, entonces, dónde había ido la primera batería, "Alfa".

Gabriel recordó que, poco después, su batería -"Bravo"- se movilizó hacia Comodoro Rivadavia. Los infantes viajaron en unas viejas camionetas Dodge a las que había que ir reparando durante el camino. Horas después, en un Hércules C 130, los infantes fueron llevados a Malvinas. Era el 10 de abril.

"Cuando tocamos Malvinas dos cosas me sorprendieron: cuando abrieron la puerta del avión, entró un frío que ni en Comodoro ni en ningún lado habíamos padecido. La otra sorpresa fue que ponía la mano a cincuenta centímetros de mi vista y no la veía. Esa es la imagen real de la oscuridad que había en Malvinas", afirmó Gabriel Luna.

La batería se instaló cerca de un arroyo, entre Sapper Hill y el antiguo cuartel de los Royal Marines. "Ya en posición los obuses, comenzamos a reglar el tiro sobre los posibles lugares donde podían atacar los ingleses", recordó.

Aseguró que el 1° de mayo fue el "día crucial", luego de dos semanas pertrechados en Malvinas. Aquel fue el día del primer bombardeo naval inglés a la Isla Soledad. "Algunos tiros cayeron cerca, a unos cien metros de nuestra posición", mencionó y fue, en ese momento, cuando se tomó real dimensión de lo que acontecía: "Ya están tirando. Ya estamos en contacto con el enemigo. Estamos en guerra." Aseguró que, hasta ese momento, muchos de los que estaban en Malvinas pensaban: "Vamos y volvemos..."

Desde mayo, la guerra fue sistemática. Los combates fueron dándose en distintos lugares de Malvinas. Gabriel recordó que el 12 de junio los ingleses "nos vieron". Y les comenzaron a tirar con piezas de artillería, desde varios puntos. "¿Cuántas baterías tienen estos tipos? En realidad, no eran tantas, sino que las transportaban con helicópteros y las iban moviendo permanentemente." A dos días del final de la guerra, comenzó el "verdadero combate para nosotros", afirmó, para añadir: "Ese día nuestra batería sacó 'chapa de héroe'. Nos tiraban tantos tiros que no nos daban la oportunidad de irnos hasta los refugios. No hubo más remedio que quedarse en la pieza [obuses] y enfrentarlos. Nos entraron a tirar por todos lados. Cuando se dice 'llueven los tiros de artillería', tal cual fue, de cañones 105 milímetros. Eran tremendos."

"Una vez que el proyectil enemigo explotaba, ahí nomás nos levantábamos, cargábamos el cañón y le respondíamos el fuego. Pero era todo muy rápido. Sólo teníamos tiempo de ejecutar el tiro y volver a cargar el obús y ya sentíamos que el proyectil inglés venía hacia nuestra posición", recordó Gabriel. "La que fue la última noche, con ese obús solo que nos había quedado, tiramos toda la noche y parte de la mañana del día 14 de junio. En un momento nos dicen 'alto el fuego', nos pusimos sobre una altura, nos alcanzó parte del BIM 5, y nos fuimos hacia la izquierda, que era donde estaba Sapper Hill. Esa mañana hubo algo muy pesado para mi historia en Malvinas, porque me matan un soldado que estaba al lado mío. Estaba pegado a mí, y lo mata un misil. Nos faltaban unos quinientos metros para llegar a Sapper Hill. Estábamos con la nieve a la rodilla, habíamos dejado las piezas de artillería y estábamos detrás de una roca, esperando que terminara de llegar el BIM 5. La artillería inglesa nos tiraba pero nosotros, detrás de esa roca, estábamos a cubierto. Yo estaba parado atrás de una piedra y a mi lado estaba un soldado, Oscar Mansilla, del Chaco. Sentimos el característico silbido del proyectil, cuando va a caer cerca y nos tiramos cuerpo a tierra. Nos separaba una piedra chiquita con Mansilla. El proyectil cayó a un metro y nos levantó a los dos. Yo veo que Oscar no hablaba, no gritaba, largaba sangre por los oídos, por la nariz".

El azuleño veterano de la Guerra de Malvinas junto a un obús 105 milímetros, réplica de la pieza de artillería que utilizó en el conflicto armado de 1982.

"Cuando llegamos a Sapper Hill había pozos entre las rocas y ahí tratábamos de protegernos, porque la artillería inglesa estaba tirando sobre esa posición. Ahí realmente fue otra 'lluvia de tiros'. El refugio ese estaba lleno y yo, porque había llegado último, estaba en la puerta, no entraba nadie más. Ya era el 14 a la mañana. Ahí nos atacaron con helicópteros. Se repelió. Se tiró abajo un helicóptero y nos transportaron directamente hacia el pueblo. Para nosotros, ya había terminado todo".

Gabriel dijo que "yo seguía pensando en Mansilla y no entendía cómo había muerto, habiendo de por medio un bloque de piedra de cinco metros y nosotros estábamos al pie. ¿Cómo fue posible que cayera ese tiro? Después de casi diez años, un día fui a un asado al quincho del regimiento de Azul. Enfrente tenía a una persona y hablamos de dónde habíamos estado en Malvinas. El tipo me dice: yo, el último día, junté todos los muertos que había en combate en la zona de Sapper Hill. Yo le dije: sí, a mí me mataron un soldado, Mansilla. Cuando se lo dije, se acordó hasta del nombre. Me dijo: ¿Mansilla, Oscar? Sí, le dije, y me entró una sensación tremenda; y era raro, porque hasta el nombre se había acordado. Le conté: me lo mataron al lado, yo estaba pegado a él, me lo mató un tiro de artillería. El tipo me dice: no, no fue un tiro de artillería, ¿usted no vio lo que había en las rocas? No, le digo, nos estaban reventando a tiros, íbamos hacia Sapper Hill, ¡como para mirar qué había en las rocas! Entonces me cuenta: a Mansilla te lo mataron con un misil filoguiado que se tiró desde un helicóptero, ubicado en la posición opuesta a la playa. Desde ahí los vieron perfectamente. Cuando fueron por el cuerpo de Mansilla, todos los cables del misil estaban pegados contra la roca, arriba de donde habían estado ustedes."

Luego César Gabriel Luna recordó que "una vez que nos empezaron a llevar hacia el pueblo, me acuerdo que el camino desde Sapper Hill hacia el pueblo era encajonado, como con paredes altas. Y nos tiraban desde el pueblo. Nos tiraban con armas automáticas, armas livianas, calibre 22. Eran los kelpers. Avanzamos agachados, contra la pared, porque nos tiraban desde el pueblo. Ya habíamos soportado el tremendo ataque sobre Sapper Hill. Nosotros siempre veíamos cosas extrañas en ese pueblo. Tipos que veíamos y decíamos: este no tiene pinta de cura, tiene más cara de comando que de cura."

Ya prisionero, pasado el mediodía del 14 de junio, Gabriel recordó que "del pueblo nos llevan caminando al aeropuerto, que era una distancia de unos cinco kilómetros". Una de las últimas imágenes es la que, cuarenta y un años después, percuta en su memoria: "En el camino los ingleses nos hicieron entregar las armas. Quedó una pila de fusiles y cascos. Tristísimo. Muy doloroso ver eso."


COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

SOCIEDAD SOCIEDAD

SOCIEDAD. Entrega de Carnets a Nuevos Matriculados en el Colegio de Ingenieros del Distrito III

El pasado 11 de junio, se llevó a cabo la ceremonia de entrega de carnets a los nuevos matriculados en el Colegio de Ingenieros del Distrito III, un evento que marca el inicio de una nueva etapa profesional para los nuevos Matriculados.

12 de junio de 2025

ASOCIACIÓN OLAVARRIENSE DE VOLEIBOL. Cesuar superó a Velocidad y Resistencia en Intermedia

mask

SUCEDIÓ ESTE JUEVES POR LA TARDE. Despiste y vuelco de un Volkswagen Taos en la Ruta 3: su conductor tuvo que ser hospitalizado

mask
Una familia perdió todo en un incendio
SE PRENDIÓ FUEGO UNA CASA

Una familia perdió todo en un incendio

12 de junio de 2025

//