Los vecinos de un sector del barrio Del Carmen y de Villa Piazza Sur por obvias razones conviven con las plantas cerealeras que están ubicadas en línea a la altura de las vías del ferrocarril en pleno ejido urbano. Desde hace al menos un año empezaron a ser varios los habitantes de esos sectores de la ciudad que salieron públicamente a denunciar los serios problemas de contaminación ambiental que generan diariamente muchas de estas empresas dedicadas al procesamiento de distintos tipos de cereales a gran escala.

En diálogo con diario EL TIEMPO la vecina Verónica Burgos que vive desde hace más de un año en el barrio Del Carmen con su familia en cercanías a las vías del ferrocarril aseguró que son muchos los azuleños que sufren y padecen el mal funcionamiento de las cerealeras que con el paso del tiempo y el crecimiento demográfico quedaron encalladas en el medio de la ciudad.

"No solamente por el ruido, que es una consecuencia del mal funcionamiento de las tolvas sino también por la gran cantidad de estele de semillas que se dispersan a lo largo del día y esto según nos han explicado tiene que ver con la falta de mantenimiento y la falta de un filtro" señaló.

En ese sentido la mujer recordó que el año pasado y luego de una publicación que ella hizo en una red social denunciando esta situación se acercó hasta su domicilio un funcionario municipal del área de Medio Ambiente quien luego de dialogar con su marido sobre el tema en cuestión labró un acta de constatación y contó: "Después de eso no tuvimos nunca más una respuesta de nadie y entonces seguimos llamando telefónicamente a los números que nos indicaban sin tener tampoco respuesta alguna. A pesar que seguimos publicando y denunciando el tema a través de nuestras redes sociales y de los medios de comunicación jamás se acercó nadie y tampoco tuvimos la posibilidad de hablar con alguien del municipio".

En este punto Burgos indicó que según pudieron averiguar existe un proyecto de ordenanza presentado años atrás por el entonces concejal Juan Sáenz que aborda esta temática que fue "cajoneado" y nunca se logró aprobar: "Y algunas personas que consultamos nos dijeron que de nada servía hacer un reclamo o hacer público el tema si no es a través de algún político y personalmente no tengo interés en involucrar a nadie. Porque si hay alguien interesado en solucionar esto no tiene que ir de la mano de ningún vecino y tendría que presentar directamente un proyecto".

"Los vecinos que están hace añares acá tienen un montón de fotos, videos y denuncias que han realizado y básicamente el gran problema es que esto acarrea serios problemas de salud, más la contaminación ambiental, la contaminación sonora y ahora se le agrega que trabajan de madrugada" agregó.

En ese sentido manifestó que desde los últimos días del 2022 a la fecha una de las cooperativas cerealeras ubicadas a la altura de calle Guido Spano y las vías comenzó a procesar cereales en horas de la madrugada, violando las reglamentaciones vigentes y perturbando el derecho a descansar de los vecinos.

"Este último tiempo a partir de las doce de la noche empiezan a trabajar y el viernes pasado por ejemplo los ruidos eran impresionantes y según nos explicaron tiene que ver con el rozamiento de los hierros centrales de una de las tolvas. Y en el barrio hay muchos vecinos con distintos problemas de salud que ya están cansados de esta situación y se dan por vencidos con respecto a los reclamos porque sienten que es una permanente tomada de pelo" destacó.

En otro tramo de la entrevista que le brindó a este diario Verónica Burgos aseguró que a mediados del mes de octubre del año pasado un vecino del barrio Villa Piazza Sur se contactó personalmente con ella y les acercó una nota que fue firmada por varios vecinos y fue ingresada por mesa de entrada en la Municipalidad de Azul.

"Pero hasta el momento no tuvimos ninguna respuesta de nadie, ni de la persona de Medio Ambiente que se acercó ni de nadie y de los números a los que nos contactamos en varias oportunidades la persona que nos atendía no sabía ni siquiera quien estaba a cargo del área y esto marca que hay una desorganización interna total en el área" sostuvo.

En esa línea Verónica aclaró que contrariamente a lo que manifiestan muchas personas en sus opiniones y comentarios en redes sociales, no es la intención de nadie que la planta se cierre y expresó: "La idea es que pueda haber un ente regulador, acá se nota que hay cero mantenimiento y no hay ninguna sanción por el incumplimiento de las normas vigentes y hablamos del mal funcionamiento de las tolvas, falta de filtro y ahora se suma además de los ruidos molestos que hay durante el día los ruidos durante la madrugada".

Más adelante la vecina recalcó que la problemática que viven quizá pase desapercibida porque se da en una barriada alejada del centro de la ciudad y a la vez consideró que esta realidad no les quita el derecho a reclamar y enfatizó: "No estamos en el centro y no son los ruidos de las motos con escapes libres los que nos molestan, pero estamos en una parte de la ciudad donde el descanso tampoco se permite".

"Hay vecinos que hace muchos años que viven en la zona que están con un nivel de desgaste psicológico terrible y hace unos días varios de ellos se acercaron hasta la oficina de la cerealera en cuestión y hablaron con un encargado de turno, pero entendemos que un encargado recibe ordenes y cumple con su trabajo. Ese día al rato pararon las máquinas por algunas horas y después siguieron como si nada" añadió.

No hacer las cosas bien

Durante otro tramo de la charla con este medio Burgos no dejó de resaltar una cuestión que resulta llamativa y alarmante y que tiene que ver con un concepto vertido por el inspector del área de Medio Ambiente que en su momento se acercó y labró un acta en lo que pareció un gesto de interés por brindar una solución desde el Estado municipal y relató: "En ese momento el inspector dijo que el mal funcionamiento de las tolvas y la falta de un filtro sale 10 millones de pesos y que esto se arreglaba pagándoles a la inspección 2 millones de pesos y ya está. A las claras a la planta le sale más económico pagar una coima que hacer las cosas bien".

"Toda esta situación que atravesamos es muy lamentable porque hay gente que ha pensado hasta en vender la casa, hay gente que está mal psicológicamente y otros que están pensando en acudir a abogados de manera particular. La verdad que el malestar es generalizado" subrayó.

Por otra parte, y atendiendo a aquellos vecinos que cuestionan a las personas que decidieron construir sus viviendas en cercanías a las plantas cerealeras que tiene Azul, indicó: "Es un planteo muy precario porque si nosotros estamos viviendo acá es porque se dio la circunstancia de comprar un terreno que cumplía con los requisitos para hacer una vivienda y es donde pudimos hacerla. Y me parece que el problema está en que el casco urbano se ha ido expandiendo para distintos sectores de la ciudad y no se contempló que esta planta cerealera como las otras que están en la misma línea quedaron adentro de la ciudad. Como pasa con la planta de EFASA o el mismo Cementerio Municipal que están en pleno centro".

Por último, la vecina puntualizó que, en el caso de la planta de la Cerealera de la Cooperativa de Rauch, según se lo señalaron personas conocedoras en la materia, es un montaje industrial completamente desarmable y por ende no habría inconveniente alguno para relocalizarla en otro sector de la ciudad donde su funcionamiento no perjudique la salud y el descanso de los vecinos.

"Por eso digo que hay falta de interés por parte de los funcionarios y no ha habido nunca una respuesta a las notas y a los pedidos de todos los vecinos" finalizó.