Desde el Comando de Prevención Rural con asiento en esta ciudad y perteneciente a la Policía de la Provincia se dieron a conocer esas cifras oficiales, relacionadas con infracciones a la llamada ley de caza y, también, con aquella otra norma que protege la fauna silvestre.

Cuando se realizan procedimientos por infracciones a la primera de las leyes referidas, posteriormente las actuaciones que se inician desde la Policía son remitidas al Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense.

En tanto, en el caso de la ley que protege la fauna silvestre, en esas actuaciones se les da intervención a una de las tres fiscalías con asiento en el Palacio de Justicia de Azul que está en turno cada diez días a lo largo del mes.

En su mayoría, esos cazadores furtivos que han sido infraccionados en el ámbito del Partido de Azul a lo largo de estos nueve meses no terminan privados de la libertad una vez que los efectivos de seguridad los hallan en la zona rural realizando esta actividad ilegal.

Pero en algunos de esos procedimientos, hay personas que sí terminan siendo arrestadas. Básicamente, al constatarse que las armas de fuego que utilizan para la caza ilegal de diferentes especies -generalmente de ñandúes o liebres- no cuentan con la debida documentación legal habilitante. Tanto para su tenencia como para su portación. De ahí que también a esos cazadores se les inician sumarios penales por esos tipos de delitos.

Muchos cazadores furtivos foráneos

Ahora que ya finalizó la temporada oficial de caza, tanto de tipo comercial como deportiva, otro dato que surge de la información suministrada desde el CPR Azul que actualmente está a cargo del comisario Mariano Lozano señala que en su gran mayoría las personas infraccionadas en lo que va de este 2022 no residen en Azul.

"Se trata de sujetos que suelen venir a cazar a esta zona desde diferentes localidades del Gran Buenos Aires o ciudades cercanas al conurbano bonaerense. Y en algunos de esos casos, llegan hasta la zona rural de Azul porque son convocados por personas que sí se domicilian en esta ciudad", afirmó el titular del Comando de Prevención Rural.

En ese contexto, los cazadores furtivos terminan siendo infraccionados cuando sus presencias son advertidas en los interiores de establecimientos rurales del Partido de Azul donde, además de desarrollar esa actividad de manera ilegal, ingresan sin contar con la debida autorización de los propietarios de esos campos.

Otro aspecto en que el funcionario policial puso especial énfasis fue en referir que generalmente quienes terminan siendo infraccionados no son sujetos que "cazan para comer".

Por el contrario -precisó el comisario Lozano- "se trata de personas que se dedican especialmente a esta actividad, aunque sin las autorizaciones necesarias para llevarla a cabo, y que lejos están de cazar por necesidad o para después consumir esas presas a las que les dan muerte".

Otro aspecto surgido de esos procedimientos tiene que ver con que los cazadores suelen utilizar habitualmente, teniendo en cuenta que varios de ellos no portan armas de fuego, perros de raza Galgo para desarrollar esa actividad para la cual no están autorizados.

Los canes, una vez que se llevan adelante las actuaciones y esas personas terminan siendo infraccionadas, les son posteriormente restituidos a quienes los usan para llevar a cabo la caza de manera ilegal de diferentes especies animales características de esta región en la que el Partido de Azul está ubicado.

En la actualidad, la labor de los agentes pertenecientes al Comando de Prevención Rural -la dependencia cuya sede se encuentra situada en Urioste y Ruta 3- está centrada, en gran parte, en la realización de este tipo de procedimientos.

Según lo que se explicó, durante los fines de semana es cuando más procedimientos de estas características se realizan desde el CPR local, teniendo en cuenta que es habitual que en esos días que no son laborables personas que se domicilian en otras ciudades viajen a Azul para llevar a cabo en la zona rural esta práctica ilegal.

"El ñandú es una de las especies protegidas a través de una de las leyes mencionadas. Y a las personas que han sido infraccionadas, se las ha encontrado en la zona rural de Azul cazando, tanto con armas de fuego como utilizando perros raza Galgo, esa especie de fauna protegida como otras, tales como las liebres, por ejemplo. Depende de las características del procedimiento que se realiza, después se le da intervención desde la Policía al Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires o a las fiscalías en turno en los tribunales de Azul", explicó el comisario Lozano.

"Hay casos de personas que han sido aprehendidas cazando liebres, con perros o con armas, a las que después se las ha infraccionado. Incluso, en plena temporada de caza. Y teniendo en cuenta que utilizan armas de fuego, después en esos casos se les da intervención a las fiscalías en turno en Azul", agregó el titular del CPR local.

"Si bien la temporada de caza deportiva finalizó el mes pasado y la comercial había terminado meses antes, eso no es un impedimento para que se continúen hallando a personas que desarrollan de manera ilegal en campos del Partido de Azul esta práctica", afirmó también el funcionario policial azuleño.

El dato

Cada uno de esos procedimientos que se realizan desde el Comando de Prevención Rural local finaliza con el decomiso de los animales muertos por parte de los cazadores furtivos, los cuales posteriormente son cremados.

Cinco cazadores que fueron aprehendidos

El procedimiento más reciente relacionado con la caza furtiva lo hicieron ayer agentes del Comando de Prevención Rural local a la altura del Cuartel XIV del Partido de Azul y había finalizado con las aprehensiones de cinco varones, todos mayores de edad.

De acuerdo con lo informado, en momentos que los efectivos de seguridad realizaban un patrullaje interceptaron, en el camino que conduce a Shaw y su intersección con el Camino Viejo a Cacharí, un utilitario Renault Kangoo en el que se trasladaban los cazadores que después serían arrestados, quienes en ese rodado llevaban varios perros raza Galgo.

Al ser identificados los ocupantes del vehículo, posteriormente los policías hallaron en ese utilitario una mulita, una liebre y varios restos de ñandúes, especies todas que habían sido recientemente cazadas.

La requisa incluyó que los agentes del CPR secuestraran un machete, teléfonos celulares, dos handies, una cámara filmadora y varias armas blancas.

Según lo informado, durante el procedimiento -además- fue incautado el utilitario en el que los cazadores furtivos se trasladaban.

Uno de esos varones que fue aprehendido tiene 58 años y otro, 30. Y desde la Policía se informó que los demás arrestados son tres jóvenes que tienen, respectivamente, 19; 21 y 26 años de edad.

Todos ellos figuran con domicilios en Azul y permanecían privados de la libertad en la sede del CPR Azul, a la espera de que hoy fueran trasladados a los tribunales para ser indagados por esta infracción a la Ley 22.421 que ahora les imputan, en el marco de una causa penal que quedó radicada en la UFI 2 que está a cargo del fiscal David Carballo.