Identificado como Fernando Emmanuel Matos y de 31 años, el encausado había sido detenido el pasado 14 de enero en Tapalqué.

Ahora, a través de una resolución que lleva las firmas de los camaristas Agustín Echevarría y Carlos Pagliere (h), se resolvió ratificar desde la Alzada departamental con asiento en el tercer piso del Palacio de Justicia de Azul la vigencia de la medida de coerción para ese hombre.

Tres hechos de desobediencia, uno de violación de domicilio, uno de amenazas y otro caratulado como lesiones agravadas son los ilícitos -considerados como cometidos "en concurso real de acciones"- por los cuales el imputado continúa privado de la libertad.

Lo resuelto en esta segunda instancia fue en respuesta a una apelación que había sido presentada desde la Defensa Particular del acusado.

Dicho recurso, formulado por el abogado Pedro De Luca, terminó siendo rechazado por "improcedente" desde la Alzada.

En lo resuelto en esta segunda instancia se hizo mención a que el imputado evidencia "peligros procesales" que hacen adecuado que continúe encarcelado.

"La medida de coerción personal que pesa sobre el encartado resulta necesaria y deviene proporcional, habida cuenta el tiempo de detención que viene sufriendo el incuso, quien se halla privado de su libertad desde el día 14 de enero del año en curso", señaló el camarista Echevarría en un tramo de lo resuelto. Y agregó: "Las imputaciones que le han sido formuladas a Matos radican en la comisión de varios hechos de similares características, en relación a la misma víctima, enmarcados en un contexto de violencia en el que se desarrollara la relación" entre ese hombre y la mujer que hasta tiempo atrás había sido su pareja.

En lo investigado se menciona que a través de uno de esos episodios el tapalquense había interceptado a la víctima en la calle, ocasión durante la cual -desobedeciendo una perimetral que le prohibía acerca a ella- amenazó con matarla.

Citando ese hecho, en el fallo de la Cámara se concluyó que, de recuperar la libertad, el acusado podría "influenciar sobre la víctima al momento en que deba prestar declaración en un eventual juicio".

También se tuvo en cuenta para ratificar la vigencia de su prisión preventiva las tres veces en que desobedeció la manda judicial que le prohibía acercarse a su ex pareja. Circunstancias que, sumado a lo que esa mujer declarara, evidenciaban "no sólo el contexto de violencia de género en el que se desarrollaron las conductas imputadas, sino también que el detenido resulta reacio a acatar las órdenes impuestas por la jurisdicción y se aparta de las normas imperantes".

A criterio del camarista Echevarría, las situaciones señaladas lo llevaban a vaticinar que Matos, en libertad, "incumplirá con los requerimientos que desde la magistratura se le efectúen y podría entorpecer el accionar de la justicia, ya sea no presentándose al ser requerido u hostigando a la víctima", motivo por el cual se resolvió confirmar su prisión preventiva como el probable autor de estos hechos de violencia de género que, "por su naturaleza, características, motivación, gravedad y pluralidad, presumiblemente darán lugar a la imposición de una pena de cumplimiento efectivo".