"Vamos quedando presos de un sistema y, en Argentina, la salud es muy cara", aseguró el secretario de Organización de la CGT Regional Azul, Daniel Corrado.

El dirigente proviene del sindicado de estatales UPCN y abordó en una entrevista con EL TIEMPO diversos temas: el controvertido GOC impuesto por el Colegio de Médicos de la provincia, la situación con IOMA, el impacto de la pandemia, la escalada inflacionaria, entre otros. También sirvió para reflexionar aspectos también significativos: "La globalización ha sido nefasta. Nos automatizó, que tratemos de no pensar".

En primer lugar, celebró la normalización de la CGT Azul, "luego de muchos años", dijo, para añadir: "Creo que un poco tuvo que ver la necesidad que hay".

Es que "desde los gremios, a menudo tenemos que ir salvando algunas cuestiones sociales que no están muy previstas desde el Estado. Así que, por una parte, le defendemos el salario a los afiliados frente al problema de la inflación, año tras año. Y, por otra parte, damos cobertura en algunas cosas que, quizás, la obra social no tiene o no llega".

Corrado explicó que, en el caso de UPCN, "nosotros no tenemos obra social propia, sino que somos un coseguro de la obra social madre de los estatales, que es IOMA, en la provincia de Buenos Aires". Indicó al respecto: "Esto es mi modo de ver personal, pero es como que estamos presos de esa obra social: si sos empleado público bonaerense, tenés que tener la obra social IOMA, no otra".

"En ese sentido, nuestro coseguro cubre algunas cosas que la obra social no lo hace. La demanda es muy grande, realmente. Las brechas son más amplias", aseguró.

Luego detalló que "tenemos afiliados a nivel nacional, provincial y municipal. La injerencia de UPCN, como sindicato estatal, está en todos esos niveles y en todos los ministerios; en algunos lugares el gremio es más fuertes, en otros no tanto. En nuestro caso, lo más fuerte es Provincia de Buenos Aires. Dentro de Educación tenemos afiliados docentes, no docentes, Registro Civil, IOMA, Patronato, algunos municipales, incluso a nivel local. Más de una persona se puede preguntar por qué no participamos de las negociaciones paritarias en Azul y es porque no llegamos al cupo para poder sentarnos en paritarias".

Después de la década del 90 "es como que los sindicatos salimos a tapar baches que, en realidad, no deberíamos tener las asociaciones gremiales. La actividad gremial la dejamos a veces un poco de lado por la vorágine que tenemos, diariamente; por el emergente en el que hay que salir a salvar situaciones, sobre todo de índole económica. Es decir, cosas que hoy al trabajador del Estado le está costando mucho".

Señaló que, "igualmente, en cuanto a paritarias, se ha logrado mucho más a nivel provincial que a nivel municipal. En el nivel nacional no es tan grande la brecha, pero si lo es en Provincia: si bien estamos lejos, al menos estamos siempre arrimándonos a la inflación".

Daniel Corrado aseguró que, por ejemplo, "en la última negociación, que fue un salvataje también, se otorgó un 14% de aumento -que ya se había charlado en marzo-, pero finalmente se llegó al 25%. Fue un mejor número, aunque es cierto que siempre estamos por debajo de la inflación. Es el gran problema económico que tenemos".

Tiempos de pandemia

El dirigente, contextualizando su análisis, admitió que "la pandemia nos complicó a todos. Fue un volver a barajar y dar de nuevo. Y todavía se sigue en plena reestructuración, porque estamos en esta postpandemia, en realidad. No se terminó el proceso".

Para Corrado, "fue todo muy confuso. No hubo claridad en las comunicaciones; no se estaba preparado para este tipo de cosas, como pueblo. Otros países, acostumbrados a vivir en guerras, o con catástrofes, o pestes, si bien estaban preparados porque su idiosincrasia lleva a que estén alertas siempre sobre esos temas, así y todo, la pandemia los pasó por arriba. En nuestro caso, que no somos un país muy preparado, nos afectó el doble".

"Por eso creo que salir va a costar mucho -dijo a continuación-. Fue todo muy desarmado. Inclusive no había Ministerio de Salud. A nivel trabajadores del Estado los golpes también fueron muy duros. Y lo siguen siendo".

Negocio recetado

Entre las demandas más comunes que UPCN atiende "está la de medicamentos", confirmó Corrado. "La gente está siempre con tratamiento de algún tipo; la obra social responde, pero a veces no responde a tiempo o en los porcentuales que uno quisiera, porque también hay que ver ese tema: los medicamentos en Argentina son un negocio muy grande y los números nos exceden fácilmente. Hay medicaciones que son muy buenas, pero no son argentinas; se pagan en dólares -con todo lo que conlleva eso- y si la obra social no responde, tenemos que salir nosotros a tratar de salvar esa situación, con el coseguro".

El representante local de UPCN mencionó que "IOMA recientemente arregló varios medicamentos del vademécum y se está trabajando con un buen porcentual de cobertura, pero lo cierto es que los medicamentos siguen subiendo".

Precisamente ese es una de las problemáticas constantes. "Hay momentos en que IOMA dice, bueno, lo que es porcentual lo dejamos en un monto fijo. Al ocurrir esto, y como el medicamento en realidad sigue subiendo de precio, ese porcentual va bajando cada vez más. Y en ese desfasaje es donde tenemos a todos los afiliados reclamando al sindicato, con todo derecho: ¿qué pasa, por qué IOMA cubre cada vez menos? Al ser sólo un coseguro, nosotros podemos cubrir un porcentual más de lo que cubre IOMA. Generalmente, 70% a lo que cubre IOMA", puntualizó.

De todos modos, "por suerte podemos decir que todavía el porcentual que cubrimos es grande. Hay casos de afiliados que no pagan nada, y otros que pagan un pequeño porcentual, pero la cobertura en general es importante. Casos que se me vienen a la memoria, por ejemplo, de gente que gasta 5 mil pesos en farmacia por mes, y pagan solamente doscientos, el resto se cubre entre IOMA y nuestro coseguro".

Corrado admitió que "hay un sistema que hay que reconocerle a IOMA que lo está trabajando bien, que es el MEPPES. Es medicación específica para tratamientos muy largos, muy costosos y de enfermedades graves; por ejemplo, oncológicas. La cobertura es 100% y lo hace directamente IOMA a eso. La crítica que se le puede hacer a ese sistema, quizás, es que es muy engorroso la parte burocrática, ya que hay que renovarlo cada seis meses, con una serie de requisitos".

Observó, en ese contexto, que "a veces pasa en Azul que por ahí no están todos los profesionales médicos específicos y, entonces, la gente tiene que salir cada seis meses de la ciudad para hacer solamente un estudio o una historia clínica, volver y presentarlo. A veces en ese interín de tiempo se queda sin esa cobertura. Para una persona que tiene una patología muy importante, ese tiempo es mucho", además de correr riesgo de vida.

GOC: un "cachetazo"

Durante la entrevista con EL TIEMPO, Daniel Corrado respondió a cuestiones que se relacionan con el controvertido GOC (Gastos Operativos de Consultorio). Señaló que "nuestra lucha no es en contra de los médicos, sino más bien cómo se actúa. Personalmente entiendo que los médicos no están ganando lo que tendrían que ganar a partir de los cupos que las obras sociales y las cápitas que están pagando; pero tampoco somos la herramienta de inflexión para que eso cambie".

No dudó en plantear que "el pobre trabajador, el pobre jubilado, no necesariamente es el que tiene que pagar los costos. Son negociaciones que tienen que hacer los colegios médicos con las obras sociales. Lo del GOC por ahí es lo más fácil, porque lo tienen ahí a mano, se cobra eso y se terminó. Es un cachetazo muy feo que dio el Colegio Médico de la provincia de Buenos Aires, al cobrar este GOC".

Corrado consideró que "realmente es un cobro indebido, algo que no está negociado. Nosotros consideramos que no es legal, porque hay convenios, leyes marco, precisamente donde se firman esos convenios entre los médicos y las obras sociales, pero esto fue unilateral".

De acuerdo con los datos obtenidos por la Regional Azul de la CGT, "con el GOC, recaudan más rápidamente. Es lo más sencillo y práctico que tienen. Algunos médicos entregan factura, pero la mayoría no. En el caso de IOMA, por ejemplo, si el afiliado va con esa factura del GOC, le reintegra ese monto. El tema es que no siempre se da esa factura, por parte de los médicos. Si no hay factura, no se puede justificar ante el IOMA que se gastó equis dinero en concepto de GOC".

Recordó que, "en su momento, nosotros desde CGT tuvimos las reuniones necesarias con el Círculo y con el Colegio de Médicos; llegamos al Concejo Deliberante inclusive", en tanto destacó: "Tampoco es algo que ocurre sólo en Azul. Esta situación se da en toda la provincia de Buenos Aires. Lo cobra el médico que quiere, no es algo obligatorio".

Y al retomar la idea de las especialidades médicas, Corrado insistió en que, en nuestra ciudad, "a veces la oferta de médicos no es tan grande; sobre todo cuando hablamos de profesionales con especialidades. A veces hay que salir a buscarlos fuera de la ciudad. Es como que vamos quedando presos de un sistema".

En un contexto más amplio, reconoció que, "lamentablemente, en Argentina, la salud es muy cara. Y lo es tanto para la gente que tiene las obras sociales megamillonarias, como para aquellas que la están peleando todos los días". Amplió el concepto al sostener que "tenemos un sistema de salud público y privado que, hoy por hoy, está bastante colapsado. A nivel público, ni hablar. Y con la pandemia se terminó de demostrar cómo estamos en materia de sistema de salud".

El mundo se detuvo

El dirigente cegetista reflexionó que, "con la pandemia, hubo un momento en el que el mundo se paró. No había poder político, ni económico, nadie que superara al Covid-19".

En tanto, "hoy hay que seguir, la vacunación continúa, y tenemos que estar todo el tiempo "en pos de", no descuidarnos, más allá de que pueda venir otra ola o no".

Con la pandemia también fue evidente "el negocio de los laboratorios. Yo pensé que no íbamos a llegar a eso. Pensé: hemos aprendido con esta pandemia y realmente no, no aprendimos. Siempre está el "pillo" que saca provecho".

Por otra parte, "lo económico no nos está acompañando para nada a los trabajadores, con los niveles de inflación que existen. Los últimos números siguen sumando y ni siquiera hay una meseta, un respiro; por el contrario, la inflación sigue avanzando. A los problemas que ya teníamos, en lugar de quedarse quietos, se suman más".

Para Corrado, "la tarea de los sindicatos, precisamente, viene dura, porque nosotros tenemos que representar a todos los trabajadores, más allá de las ideologías políticas. Cada uno es un ser político, y más cuando a la democracia hay que fortalecerla día a día. En los sindicatos representamos a los trabajadores, pero los afiliados tienen diversas ideologías".

Impacto globalizador

"Hay que decir las cosas como son -asevera Daniel Corrado-, y creo que es la lucha que nos debemos los sindicatos hacia dentro. Nosotros representamos al trabajador, más allá de la ideología del gobierno o del trabajador. Creo que este divisionismo, la grieta o como se le quiere llamar, lo único que ha hecho es defender intereses mezquinos, pero se olvida de la esencia de las cosas".

El referente azuleño de UPCN fue tajante: "La globalización ha sido nefasta. Claro que hay ideales, y siempre sigo que me gusta ser un idealista de 20 años todavía, en algunas cuestiones, pero creo que ese romanticismo no hay que perderlo, y es lo ha que hecho la globalización un poco, ¿no? Nos ha hecho perder en eso. Nos automatizó, nos hizo "robotitos" para realizar determinada cosa y nada más que eso; que tratemos de no pensar".

Ante ese panorama, Corrado planteó que "hay que enfrentar eso: pensemos, reflexionemos, repensemos las cosas; porque creo que es lo único que nos puede llegar a salvar de lo que se viene".

¿A qué se refiere? Lo aclara de inmediato: "Creo que este es el principio de una crisis grande que va a llegar. Sabemos que hay una crisis económica y financiera, pero la que más nos duele es la crisis cultural. Los pueblos que entramos en crisis culturales estamos condenados. Entonces, no lo podemos permitir. Somos bebes de la democracia; en la historia de los países del mundo, en nuestro caso, como democracia continua, no tenemos casi nada de experiencia, si nos comparamos con otros países".

Juventud, divina

"Democracia es poder convivir, poder hablar, desarrollar actividades juntos, sin mezclar y entorpecer cada uno con su ideología", subrayó Corrado. "Es bueno eso de proyectar juntos, por ejemplo, qué Azul queremos de aquí a treinta años. En algún momento se proyectaban las plataformas de trabajo, en cada partido. Eso ya tampoco existe, se ha perdido".

Actualmente, "por la vorágine diaria, en este mundo de intereses globalizados, ha hecho que todo eso se pierda. Incluso la información es tan veloz que nos supera. Si vi algo ayer y hoy lo quiero buscar en las redes, ya no lo encuentro. Es un ejemplo, pero nos pasa. Se nos fue de las manos. O las noticias nos parecen muy viejas, cuando sólo estamos hablando de 48 horas atrás. A mí a veces todo eso me supera [se ríe]".

Insistió con un aspecto, convencido: "Estamos viviendo una época muy individualista y yo me resisto a eso. Tal vez porque viví mi juventud de otra manera y veo lo que hoy estamos haciendo los adultos con el mundo de los jóvenes y realmente me da bronca. Hablamos todos de los jóvenes, pero no le damos espacio. Por suerte, en esta conformación nueva de la CGT Azul hay jóvenes dirigentes. Es importante la formación de cuadros sindicales, políticos. Hay que nutrir a esas juventudes".

Finalmente, Daniel Corrado admitió que, "a veces, me da la sensación de que nuestra generación le tiene miedo al joven. A veces nos muestran al joven que hace desmanes o algún tipo de delito, pero no es esa toda la juventud. Son casos, sí, y hay que tenerlos en cuenta, y también hay que actuar en consecuencia. Pero, ¿y esa gran masa de juventud? No creo en eso de que los jóvenes son el futuro. Para mí son el presente. Soy un defensor de esa postura y así quiero ver a los gremios. Necesitamos esa impronta. Creo que los adultos, hoy por hoy, no les estamos dando los espacios necesarios a los jóvenes. No sé si por celos, o por miedo, pero es algo fundamental. Impera un pensamiento "de viejos". Y hay que cambiarlo".