Luego de que ayer después del mediodía fueran indagadas en sede judicial y optaran por negarse a declarar, un fiscal pidió que las aprehensiones de dos mujeres llevadas a cabo un día antes, durante allanamientos en Azul donde se incautó una considerable cantidad de cocaína fraccionada para la venta al menudeo, sean convertidas en detenciones.

Ante Juan José Suárez, el titular del Juzgado de Garantías 3, el pedido lo había formulado Lucas Moyano, el fiscal a cargo de la UFI 22 con asiento en los tribunales de Azul que lleva adelante la instrucción de este sumario relacionado con una infracción a la Ley 23.737.

También a solicitud de ese Fiscal, el referido magistrado había ordenado los procedimientos que este domingo que pasó finalizaron con las aprehensiones de ambas imputadas.

Si bien en un principio voceros allegados a esta pesquisa no revelaron sus identidades, señalaron que una de ellas tiene 26 años de edad y la otra, 31. También, que entre ambas "hay una vinculación directa de familiaridad".

Así lo refirió ayer el fiscal Lucas Moyano, durante una rueda de prensa en la sede de la Fiscalía General departamental donde se brindaron más precisiones con relación a lo que habían sido los allanamientos desarrollados un día antes.

Allanamientos y aprehensiones

Realizados por policías pertenecientes a la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado con sede en esta ciudad, los allanamientos tuvieron como escenarios dos departamentos ubicados en uno de los monoblocks del Barrio Pedro Burgos, inmuebles donde se domicilian las mujeres que hasta ayer permanecían aprehendidas.

De acuerdo con lo que fuera señalado en la rueda de prensa y en lo que se menciona en las actuaciones penales, el pasado domingo en horas de la mañana los agentes de la división antinarcóticos local hallaron en uno de los departamentos allanados un total de 111 pequeñas dosis de cocaína que ya estaban listas para su posterior comercialización al menudeo. También, un trozo compacto de esa misma sustancia estupefaciente que pesó algo más de veinte gramos y, según se sospecha, tenía como objetivo su posterior fraccionamiento para ser vendida bajo la modalidad conocida como "narcomenudeo".

En ese mismo departamento, los policías incautaron más de diez gramos de marihuana y -según se detalla textualmente en la causa- "elementos vinculados al ejercicio de la actividad ilícita" que ahora les atribuyen a ambas mujeres, entre los cuales se hizo alusión a más de 111.000 pesos en efectivo, nylon para fraccionar la droga y teléfonos celulares.

En tanto, en el segundo de los inmuebles allanados los policías secuestraron más teléfonos celulares y una suma de dinero superior a la hallada en el primer departamento referido: más de 155.000 pesos en efectivo.

"Ha sido un operativo importante", destacó ayer el fiscal General Marcelo Sobrino en la conferencia de prensa, ocasión durante la cual hizo alusión al trabajo que de manera conjunta se llevó a cabo en esta investigación penal entre los funcionarios de la UFI 22 y el personal policial.

"Acá hay un trabajo de más de un año, relacionado con venta al menudeo de cocaína", sostuvo el Fiscal General para después dar cuenta de que en esa pesquisa hubo por parte de la Policía tareas de observación previas a allanarse anteayer ambos departamentos y, también, se llevaron a cabo varias horas de escuchas a los teléfonos de los investigados, que habían sido intervenidos desde la justicia.

Sobrino hizo alusión a la "interconexión" existente entre esta causa y otras, al referir específicamente que uno de los datos fundamentales que permitió incautar esta considerable cantidad de dosis de cocaína surgió de la versión de un testigo, pero en el marco de la tramitación de un sumario penal vinculado con un caso de violencia familiar y de género.

"Se cerró una boca de expendio"

Según señaló el fiscal Lucas Moyano, son "más de 1500 horas de escuchas telefónicas" las que están incorporadas a ese sumario penal que instruye y tiene ahora aprehendidas a ambas mujeres.

A escala penal, las dos son consideradas autoras de tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas al consumidor, en concurso ideal con comercialización de estupefacientes propiamente dicha, los delitos por los cuales -asistidas desde una Defensa Oficial- se negaron a declarar cuando ayer fueron indagadas en el Palacio de Justicia de Azul.

"Se cerró una boca de expendio", afirmó el titular de la UFI 22 con relación a lo que fueron los resultados de los allanamientos que permitieron aprehender a esas mujeres.

"La modalidad investigada era a través del delivery, por lo que se abastecía a toda la ciudad de Azul", sostuvo también ese funcionario judicial.

Al aludir a las características de la droga incautada, puso especial énfasis en que se trató de "111 dosis de cocaína de una pureza interesante que eran vendidas en el lapso de dos o tres días", dejando con sus dichos en evidencia la forma en que los estupefacientes se comercializaban en esta ciudad.

Con relación al dinero incautado, Moyano explicó que "era utilizado para efectuar pequeños préstamos, con la clara intención de darle luego un blanqueo" a esa plata. Una circunstancia a través de la cual no descartó que se esté en presencia de "otros ilícitos de competencia federal".

"Ha sido un procedimiento sumamente exitoso", afirmó el Fiscal a cargo de la instrucción de este sumario penal.

Finalmente, al ser consultado por EL TIEMPO, Lucas Moyano informó que las mujeres que fueron aprehendidas "estarían vinculadas a una persona que tenemos con prisión preventiva" en el marco de la tramitación de otra causa relacionada también con una infracción a la Ley 23.737.

En ese contexto, el funcionario judicial no descartó -teniendo en cuenta ese vínculo familiar que hay entre el hombre que está preso desde meses atrás y las mujeres arrestadas el pasado domingo- que pueda existir "una organización destinada a la comercialización de estupefacientes con división de roles".

EL DATO

De la rueda de prensa realizada ayer en la Fiscalía General del Departamento Judicial Azul participaron también Ariel Ferreyra, quien dio más detalles de lo que fue el pulso de esta investigación, y el comisario Inspector Juan Marcelo Castro. El primero de ellos es Director de Investigaciones Criminales perteneciente al Ministerio de Seguridad bonaerense. En tanto, el funcionario policial es el actual Director de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado con asiento en la Avenida Mitre de este medio.