Por Alejandra Hesayne (*)

El presente año será recordado como un punto de quiebre donde la humanidad, presurosamente, tuvo que adaptarse a una realidad en la cual el dolor por la perdida de seres queridos y la necesidad de cuidarnos, implicó adoptar nuevos hábitos sanitarios en el intento de frenar la ola de contagios provocado por el COVID 19.

La extensa cuarentena decretada por el poder ejecutivo nacional, más allá de las gravísimas consecuencias económicas provocadas por el desmanejo de los tiempos pandémicos y las numerosas contramarchas por la falta de planificación, tornaron cada vez mas dificultosa la vida cotidiana.

Es imprescindible cuidarnos y cuidar a los demás hasta que la tan ansiada vacuna o cura se encuentren disponibles para todos aquellos que asi lo necesiten.

Aprender y cuidarnos es la clave.

En nuestra ciudad, consecuentemente con el ingreso a la fase 5, se permitieron las salidas recreativas, lo que provocó una masiva y entendible salida de azuleños a la via publica, notándose con gran preocupación que no se están respetando los protocolos, hemos observado ciudadanos sin tapabocas, sin respetar el distanciamiento social, compartiendo mates en los paseos públicos, haciendo uso de los juegos infantiles y del gimnasio a cielo abierto del parque.

Desde la Unión Cívica Radical, apelamos a que cada vecino tome conciencia sobre la responsabilidad que cada uno tiene para sobrellevar esta pandemia. Pensemos también en nuestros adultos mayores que integran grupos de riesgo, a ellos también se le hace difícil estar lejos de sus seres queridos, de sus hijos, de sus nietos, bisnietos.

Nos queda aún un largo camino para transitar, si entre nosotros nos cuidamos más, pronto podremos volver a la normalidad.

(*) Vicepresidente, Unión Cívica Radical de Azul