Un joven fue trasladado ayer desde la Seccional Primera local a la Unidad 7, la cárcel del SPB con asiento en esta ciudad, para continuar cumpliendo con una condena por hechos de violencia de género impuesta en septiembre del año pasado y que ahora adquirió rango de firmeza, luego de que meses atrás esa sanción había sido ratificada por los jueces que integran la Cámara Penal departamental, informaron voceros policiales y judiciales a EL TIEMPO.

El ahora condenado fue detenido este lunes que pasó, medida ordenada por el Juez Correccional que en primera instancia lo había sentenciado, tras la tramitación en septiembre del año anterior de un juicio abreviado, a una pena única de tres años de prisión.

Para cuando se anunciara aquel fallo, el azuleño que ahora está preso en la Unidad 7 gozaba de un beneficio que le permitía cumplir arresto domiciliario con salidas laborales.

Pero ahora que la condena para él ya quedó firme después de haber sido ratificada en segunda instancia desde la Cámara Penal departamental, esa morigeración de prisión le fue revocada y se ordenó que permanezca privado de la libertad.

Por ese motivo, contando con una orden judicial agentes de la Seccional Primera lo habían arrestado este lunes que pasó en la casa de Azul donde se domicilia, un inmueble situado sobre Calle 96, según lo que fuera informado en un reporte policial.

Fuentes ligadas a la tramitación de lo que había sido esta causa penal identificaron al joven que ahora está preso como Santiago Gustavo Perrone, quien actualmente tiene 28 años de edad.

A la cárcel

El cupo para que permanezca privado de la libertad en el penal del SPB con asiento en esta ciudad había sido gestionado desde el Juzgado Correccional número 2 que está a cargo del magistrado Héctor Torrens.

Ese Juez, en septiembre del año anterior, condenó a Perrone en un juicio abreviado que se tramitara ante el juzgado a su cargo, con asiento en el segundo piso del Palacio de Justicia de Azul.

En aquel proceso habían intervenido también, pero en representación de las partes, el fiscal Marcelo Fernández y la defensora Oficial Adriana Hernández.

Todos los hechos por los que el joven resultara condenado en ese juicio los cometió en perjuicio de su ex mujer durante los meses de marzo y abril del año anterior.

Según lo señalado en el fallo, dichas acciones consistieron en no acatar medidas cautelares que para ese entonces estaban vigentes y le prohibían mantener contacto alguno con quien hasta tiempo antes había sido su pareja. Además, en una de esas ocasiones en que vulnerara las referidas perimetrales había dañado la puerta del inmueble de esta ciudad donde residía esa mujer.

Por uno de esos episodios Perrone fue declarado autor del delito de desobediencia; mientras que otro de los hechos que cometió había sido definido a escala penal como configurativo de desobediencias reiteradas. Y por el tercero de los incidentes que protagonizara en perjuicio de su ex mujer, el cual también derivara en su condena en septiembre pasado en aquel juicio abreviado, había sido hallado responsable de los ilícitos de desobediencia y daño, en concurso real de acciones.

Tras protagonizar el tercero de esos incidentes, personal policial lo había arrestado el 7 de abril del año anterior; aunque posteriormente le fue concedido ese beneficio que le permitió estar privado de la libertad en su domicilio y, al mismo tiempo, gozar de salidas laborales, el cual ahora le ha sido revocado al haber quedado firme esta condena.

Su aprehensión, ese día ya mencionado del mes de abril de 2021, la habían hecho efectiva policías en inmediaciones del inmueble donde vivía su ex pareja, tras vulnerar una vez más la perimetral que le prohibía mantener contacto con ella.

En el fallo que finalizara con la condena para el joven que ahora está en la Unidad 7 se indicaba que cometió más ilícitos, también en perjuicio de su ex mujer, los días 23; 24 y 26 de marzo del año anterior.

Aquellos hechos consistieron en que, estando vigente la perimetral que tiempo antes le fuera dictada por el juez de Familia Federico Berlingieri, llamara por teléfono varias veces a la víctima este caso de violencia de género.

En tanto, tres días antes a que resultara aprehendido -es decir, el 4 de abril de 2021- nuevamente se había hecho presente en la casa de su ex pareja. Y además de desobedecer la prohibición de acercamiento hacia ella, en aquella ocasión dañó de un golpe la puerta del inmueble donde la víctima residía para ese entonces.

El juicio abreviado tramitado ante el Juzgado Correccional 2 en septiembre pasado se tradujo en que, por los tres hechos mencionados, el azuleño fuera sentenciado a "dos meses de prisión".

Pero en ese mismo proceso, al unificarse dicha sanción con más condenas que para ese momento ya registraba, el juez Torrens se pronunció a favor de imponerle a Perrone esa pena única de tres años de prisión de efectivo cumplimiento por la que desde ayer está en la Unidad 7.

Según se menciona en la resolución, cuando fue sometido a ese proceso abreviado el azuleño ya registraba una condena a "tres años de prisión en suspenso", la cual le fuera dictada en el Juzgado Correccional 1 de Azul el 3 de julio de 2018. En ese entonces, como el autor de los delitos de "desobediencia reiterada (tres hechos) y violación de domicilio en concurso real", ilícitos que también tuvieron como víctima a su ex pareja.

Por esos hechos había sido sentenciado a "un año de prisión en suspenso". Y también le fue dictada una pena única, ya que desde tiempo antes registraba otra condena, de "dos años y tres meses de prisión de ejecución condicional" por más ilícitos, la cual se la había impuesto el mismo Juez Correccional que ahora ordenó que vaya a la cárcel.

EL DATO

El 29 de junio pasado, en respuesta a un recurso de apelación que no prosperó y que fuera presentado por la Defensora Oficial de Santiago Gustavo Perrone, los jueces que integran la Cámara Penal departamental habían confirmado "en todos sus términos" -según se señala textualmente en la resolución firmada por los magistrados Agustín Echevarría, Damián Cini y Carlos Pagliere (h)- el fallo que en septiembre del año anterior se tradujo en la condena para el joven a esa pena única de tres años de prisión. La sanción por la que desde ayer, después de que fuera detenido el lunes pasado, está preso en la Unidad 7, teniendo en cuenta que lo resuelto en esa segunda instancia posteriormente adquirió rango de firmeza.