Desde hace 11 años que Diego Falconaro ejerce esta actividad centrándose principalmente en el corretaje, es decir, a la venta y administración de alquileres de inmuebles.

"El corredor es aquel que junta las partes para concretar una venta, mientras que el martillero es aquel que remata con el martillo una propiedad, animal u objeto al mejor postor", explicó a este diario.

Asesoramiento y control

Falconaro hizo referencia a la importancia de un asesoramiento y acompañamiento profesional a la hora de cualquier transacción inmobiliaria.

"Nosotros tenemos la obligación de controlar toda la documentación de las propiedades. A veces no nos traen la documentación toda completa por el hecho de que a veces la gente desconoce cómo tiene que tener la documentación, ya sea tema de escrituras o porque hay fallecidos en sucesiones y demás. Eso tenemos que corroborar todo. Tenemos que ver las escrituras que nos traen, si hay sucesiones y demás. Sino, consultarles a los abogados intervinientes en dichas sucesiones. Nosotros, por nuestra profesión, ya estamos capacitados para saber si le falta algún papel o algo", indicó.

Recaudos y protección de sus funciones

Al ser consultado sobre la posibilidad de que les sea entregada documentación falsa explicó: "Vamos a suponer que se concretara la venta o se inicie la operación. Siempre tomamos el recaudo que no entreguen el dinero o parte del dinero antes de que se pidan los certificados correspondientes antes de ver si está todo bien, si no hay una medida cautelar o algún embargo y demás, cuestión de proteger nuestra tarea. Nuestra misión, además de vender, protegemos las partes, tanto a quien vende como a quien compra en tanto no entregarle el dinero a la vendedora hasta no estar seguros de que la propiedad está en condiciones de venderse y que la compradora disponga de ese dinero. Y lo mismo a la vendedora de no venderle cualquier cosa, de no venderle algo que no está finalizado o que no esté en condiciones de venderse en sí".

Trabajo conjunto con los escribanos

El trabajo de los corredores es generar que las partes intervinientes en una operación sean cuidadas de igual forma, es por eso que la documentación respaldatoria toma un rol preponderante.

"Nuestros grandes aliados son los escribanos, que en definitiva son los que recaban la información y te dan el ok para ver si se puede vender la propiedad o no y los abogados también. Nosotros asesoramos también, porque quizás hay gente que desconoce que tiene que iniciar la sucesión cuando hay un fallecido y la gente piensa, por desconocimiento propio que porque es el hijo tiene poder para venderla, pero no. Tenes que demostrar legalmente que vos sos el heredero, el único o compartir la herencia con otro, y esa demostración lleva un proceso que primero la realiza un abogado y luego lo autoriza un juez. Primero, nosotros asesoramos a los vendedores que documentación se debe recabar y, si hacen falta, nos comunicamos con los abogados intervinientes en esa sucesión, o si no nos comunicamos con el escribano interviniente para que nos diga si esta toda la documentación correspondiente completa o no. Esto también es un grupo en el sentido de que recabamos información a ver si están los planos, si existen, esta todo en condiciones, también tenemos que ir a obras privadas y demás para recabar toda la información", especificó.

La satisfacción de vender

En otro tramo de su charla con este diario, Falconaro narró cuáles son los aspectos de su actividad que más le gustan y cuáles no.

"Yo entiendo que lo que más nos gusta a todos es vender. Cuando la venta se concreta, es lo que más nos gusta a todos. Lo que más me gusta es la venta. Entonces, lo que más tiempo te lleva y lo más complicado es la administración de alquileres, que a veces tenemos el inconveniente que te quita tiempo para vender", contó al respecto.

Cuidados a tener en cuenta

El entrevistado comentó que siempre se le pide a la gente que cuando vendan los asesore un martillero matriculado.

"Un martillero que venda y que lucre, tiene que estar matriculado. Si no, no tiene derecho a cobrar la comisión. Y lamentablemente anda gente que dice ser martilleros que son ilegales o intermediarios ilegales que no tienen el título o no tienen la matricula. O sea, si no tenes la matricula activa, no podés vender. Al menos, no tenes derecho a tener una retribución por lo que haces. En principio pedimos eso. De los mitos, a veces la gente no nos dice con cuánto dinero cuenta porque a veces piensa que la propiedad que le estamos ofreciendo vale ese dinero o que quizá vale menos y nosotros se la queremos aumentar. A veces tenemos esa fama", culminó.