A continuación las palabras del Padre Rafael y Marcos de la Iglesia Catedral para la feligresía en estas vísperas a Navidad. Destacaron cómo se pudieron realizar actividades religiosas en el marco de la pandemia, la fe de los fieles, la voluntad de los solidarios y la generosidad de los aportantes, entre otras cuestiones.

De la mano del Señor

"Queridos hermanos de nuestra comunidad parroquial y todos aquellos que a la distancia están unidos espiritualmente a la vida de la parroquia.

Todos los años al llegar estos días del mes de diciembre les hemos hecho llegar una carta donde dábamos gracias al Señor por la vida de la comunidad y las actividades con las cuales la parroquia había desplegado su misión evangelizadora.

En este año tan especial para todos, no queremos dejar de reconocer, en medio de tanto desconcierto, dolor e incertidumbre vividos, como la mano del Señor se ha manifestado sosteniéndonos en la misión y agradecer a quienes han hecho posible que la vida de la comunidad siguiera adelante.

La llegada de la pandemia a mitad de marzo, cuando todos los proyectos de la vida parroquial estaban a punto de comenzar, nos supuso un gran cimbronazo, quedando desconcertados, sumergidos en un gran silencio orante que nos permitiera sintonizar con lo que el Señor nos pedía. Ver la Catedral cerrada, el inicio de la catequesis suspendido, los grupos de oración, las capillas, el curso Alpha....suspendiendo sus reuniones y actividades, implicó una gran pena que entregábamos al Señor dejando que se hiciera su voluntad sobre la nuestra".

De la misma manera los Párrocos continuaron "queremos dar un agradecimiento especial para Radio Azul que al día siguiente del inicio de la pandemia nos permitió comenzar con la transmisión diaria de la Santa Misa, pudiendo llegar así a mucha gente mayor que no disponía de internet. Gracias de corazón a Laura Barbalarga y a todo el equipo de operadores de la Radio.

El desafío de romper el encierro por medio de la virtualidad a través de internet nos implicó un "curso acelerado" para aprender a usar los medios precarios con los que disponíamos. Gracias a la ayuda de algunos hermanos que nos facilitaron los medios, las conexiones y el aprendizaje, a la semana del inicio de la pandemia pudimos estar transmitiendo por internet nuestra misa diaria".

Además sostuvieron que "nuestra gratitud para ellos, especialmente a Tomás y a Oscar que dedicaron muchas horas de trabajo para lograr la mejor transmisión posible".

La celebración de Semana Santa y Renovación Carismática

En segundo lugar los sacerdotes se refirieron a la Semana Santa: "el haber celebrado la Semana Santa en esta situación de aislamiento, sin la presencia de las grandes asambleas que acompañan todos los años estos días mayores de nuestra fe, nos permitió redescubrir el sentido profundo de estos días santos, uniéndonos paso a paso a la Pascua del Señor. La presencia de nuestro obispo Hugo Manuel presidiendo todas las celebraciones del Triduo Pascual fue de gran consolación para toda nuestra Diócesis de Azul, representada por muchos hermanos de otras localidades que se unían a la transmisión de nuestras liturgias".

Asimismo "agradecemos a los hermanos del ministerio de música de la RCC quienes ayudaron a que la liturgia de esos días santos no decayera ante las circunstancias que vivíamos. También a Mirta y Pocho que nos ayudaron con el vía crucis y a todos quienes con los guiones, lecturas, etc...pudieron hacer que las celebraciones fueran lo más dignas posible dentro de la precariedad.

Pasada la Semana Santa, las actividades litúrgicas continuaron cada día siendo transmitidas por la radio e internet, teniendo un público siguiendo las celebraciones que no dejaba de asombrarnos. Si en las misas presenciales de semana la participación era entre 15 y 30 persona, las celebraciones virtuales nunca bajaban de 200 (hasta 500 los fines de semana). Nos hacía descubrir el hambre y la necesidad de oración que el Señor iba suscitando en las iglesias domésticas y como allí se encontraban las fuerzas espirituales para llevar con esperanza la prueba de la pandemia".

"Merece nuestro especial reconocimiento y gratitud el pequeño grupo de hermanas que cada fin de semana de este año, indefectiblemente han preparado el altar, dejándolo inmaculado y bellísimo para las celebraciones, viniendo al servicio aún con dificultades serias de salud. ¡¡Gracias Mirta, Alma, Almita, Zulema, Olivia y Analía!", señalaron.

Agregando que "para la animación de la liturgia se sumaron aparte de los hermanos del ministerio de la RCC, Mónica y Matilde, Cesar Bazzano, la chicas de la comunidad Anástasis, el grupo de jóvenes "El Señor es mi Pastor", los hermanos de fray Escoba y quienes se han ofrecido en este tiempo a dirigir el rezo del Santo Rosario....A todos ellos nuestra gratitud por su generosidad y entrega. También agradecemos de corazón a Monseñor Oscar Sarlinga quien asumió la celebración de la misa del sábado a la tarde y quien me reemplazó durante el mes de mi estadía en Mendoza".

Propuesta virtual

En más párrafos de la carta de agradecimiento destacaron la propuesta virtual de la siguiente manera:

"A lo largo del año pudimos sumar a la propuesta virtual cursos de formación y espiritualidad, en torno a las fiestas litúrgicas que íbamos viviendo (Cuaresma, Semana Santa, Pascual, Pentecostés, Corpus, Sagrado Corazón, etc). Cada jueves nos congregamos para tener un momento de enseñanza y adoración al Santísimo, con una numerosa y animosa participación de hermanos de muchos lugares diferentes. Damos gracias por este espacio que permitió seguir creciendo y fortaleciendo nuestra fe en momentos tan difíciles".

"Sin lugar a dudas que este año de pandemia ha significado para Caritas parroquial un inmenso desafío y un trabajo incansable, bajo la animación e impulso del P. Marcos, quien junto a un numeroso grupo de hermanos se pusieron la realidad de tanta fragilidad al hombro y han llevado hasta el día de hoy la caridad de la comunidad parroquial a los hogares más vulnerables. En el silencio y también el riesgo del contagio, han estado cercanos a las situaciones de necesidad que se presentaban todos los días. Desde el mes de junio se cocinó el almuerzo del día sábado para unas 500 personas. Nuestra inmensa gratitud, no solo para los servidores de Cáritas parroquial, sino también para todos los que durante estos meses no dejaron de acercar su colaboración para que esta misión fuera posible. Dentro de los servicios silenciosos de la parroquia agradecemos a Mari, que durante todo este tiempo se hizo cargo del roperito de Catedral, ordenando incansablemente la ropa que llega y entregándola a quienes la han necesitado. ¡Gracias!".

Grupo de adoradores

El Padre Rafael y Marcos siguieron mencionando "no queremos dejar de agradecer y bendecir al Señor por el grupo de adoradores, quienes al comienzo desde sus hogares y luego ya presencialmente en Catedral, han sostenido la llama encendida de la intercesión, llevando al Corazón Eucarístico de Jesús tantas intenciones y necesidades de la comunidad. Gracias a cada adorador, que quitándole tiempo a sus obligaciones, se han puesto en la primera línea, orando en nombre de toda la comunidad parroquial.

Con inmensa gratitud en el corazón, bendecimos al Señor por la tarea incansable de nuestro equipo de catequistas, que saliendo al ruedo de la situación de pandemia, pudieron acompañar de modo precioso el camino de fe de los chicos de confirmación y comunión. Buscando las formas más creativas posibles a través el zoom, el whatsapp, las misas por youtube pudieron llevar adelante lo que en un primer momento pensábamos como imposible. Los frutos de esta catequesis virtual permitieron no solo la participación de los chicos, sino la de toda su familia. Agradecemos a cada catequista el tiempo, el entusiasmo, la creatividad y el amor puesto en la misión".

En este contexto remarcaron que "dentro de los límites que la pandemia nos marcaba, no podemos dejar de agradecer al Señor y a la Virgen del Rosario el momento de la Fiesta Patronal de Nuestra Señora. Tanto la preparación a lo largo de la novena, con la participación de las capillas y grupos parroquiales, como la misma fiesta el día 7 de octubre, fueron días de inmensas gracias derramadas. De modo especial queremos agradecer la procesión por toda la ciudad de Azul con la imagen peregrina de la Virgen, pasando por las otras parroquias de la ciudad, las capillas de nuestra parroquia, los hospitales y hogares de ancianos. Creemos que fue una gran bendición para todo Azul que su Patrona recorra la ciudad derramando su ternura y misericordia en tiempo de tanto dolor y necesidad. ¡Gracias a todos lo que estuvieron en la organización de esos días de bendición!".

Es así que "en torno a la fiesta del Virgen pudimos abrir en Catedral un humilde servicio de santería, dando la posibilidad de tener más a mano y de fuente segura objetos religiosos y algún material de formación y espiritualidad, que muchos buscaban y no tenían en nuestra ciudad. Agradecemos a la editorial Ágape que nos ayudó para iniciar el servicio confiándonos todo el material a consignación y a Verónica que dispuso de su tiempo y cuidado para la atención del servicio".

"A los equipos de hermanos de cada una de las capillas de la parroquia nuestra gratitud y reconocimiento por el cuidado de las instalaciones y la disposición para disponer todo lo necesario para las celebraciones de las misas en un año donde salir de casa era todo un riesgo. Valoramos y agradecemos el servicio prestado al Señor y a la comunidad.

Quedan muchos agradecimientos en el tintero....pero no queremos dejar de expresar nuestra inmensa gratitud a María del Carmen, nuestra secretaria, por su incansable buen ánimo en un año donde el teléfono le quedó pegado a su oído...También a Cristina, quien apenas pudo volver a la tarea de mantener limpia la casa y los espacios internos de la catedral, estuvo al pie del cañón. Además agradecemos también la presencia de Atilio ayudando en la sacristía y a Mónica con su equipo que mantuvieron el templo impecable.

Y por último nuestro sincero agradecimiento a cada uno de quienes a lo largo de todo este año, nada fácil para ninguno, nos hicieron llegar sus aportes económicos de modo tan generoso, no sólo para la obra de Caritas, sino también para que la parroquia pudiera cumplir con sus obligaciones de sueldos de los empleados y pago de los servicios, obra social y sostenimiento de los dos sacerdotes que servimos a la comunidad. Hemos ofrecido cada misa de este año por las intenciones de nuestros benefactores".

¡De corazón muchas gracias!.

Mensaje navideño

El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz: sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz...Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado (Is 9, 1.5).

Queridos hermanos, en un año marcado por la enfermedad, la muerte de seres queridos, el distanciamiento, la precariedad económica...confiamos que el Señor viene a llenar con su luz de amor y de ternura todas nuestras tristezas y desalientos. Le pedimos al Niño Jesús, que nacerá en el Belén de cada corazón que lo aguarda en vigilante espera, que inunde sus vidas y sus familias con su Gracia y su Bendición.

¡¡Feliz Navidad!!

P. Marcos y P. Rafael.