En algunos casos, las empresas son libres de adoptar políticas de empleo a voluntad. Significa que el empleador puede despedir a un empleado en cualquier momento, por cualquier motivo siempre y cuando esté dispuesto a darle su indemnización correspondiente. Básicamente, las políticas a voluntad le brindan más flexibilidad de la que tendría si sus empleados fueran retenidos con contratos de trabajo. Sin embargo, esto viene con una salvedad importante: el motivo del despido no puede ser ilegal, por ejemplo, si se demuestra que el despido es a causa de discriminación. Y sí, algún trabajador ha sido víctima de esta situación debe ser asesorado de inmediato por Abogados laborales, estos podrán ayudarlo en todo momento y guiarlos en las acciones legales correspondientes.

Existen situaciones en las que las empresas están obligadas a ofrecer contrato indeterminados a todos sus trabajadores, y las condiciones de despido son iguales al caso anterior. Pero, como decíamos al comienzo es importante asegurarse que las razones para suspender la relación de trabajo son válidas.

Razones económicas

Los motivos más habituales de despidos son económicos. Cuando el país se encuentra en una recesión, es probable que las empresas se vean afectadas y es posible que tengan que recurrir a despidos simplemente para mantenerse en el negocio. O el problema puede estar limitado a su industria en particular, o al negocio en sí. Tal vez un competidor está innovando y haga reducir los precios para darle a los productos una ventaja de marketing o puede ser que, la empresa, perdió inversionistas. Realmente, las razones pueden ser infinitas, pero la respuesta es siempre la misma: hay que reagruparse controlando los gastos y la nómina es a menudo el primer elemento al que recurren los empleadores.

En las empresas, la clave para implementar legalmente despidos con reducción de costos es asegurarse de no discriminar involuntariamente. Es importante utilizar criterios objetivos y centrados en el negocio para elegir a los empleados que se planea despedir. Por ejemplo, se puede eliminar todo un departamento o grupo. O recortar un porcentaje de la fuerza laboral que fue contratada más recientemente. Para ello, tendrán que respetar los términos de cualquier contrato, lo que puede implicar negociaciones con los empleados afectados o sus sindicatos.

Despido con causa

En la categoría de despidos legales están los que son "por causa justificada", suele ser la razón más difícil de gestionar. Por definición, el empleado en cuestión está creando problemas que impactan negativamente en la empresa y pueden implicar un daño potencial a los compañeros de trabajo. Las "causas" que son motivo de despido abarcan una amplia gama que incluye: actividades ilegales como robar o revelar secretos comerciales, deshonestidad, infringir las reglas de la empresa, acosar o interrumpir a otros trabajadores, insubordinación, ausencias injustificadas excesivas y desempeño laboral deficiente según alguna medida objetiva.

Aunque la necesidad de despedir empleados puede parecerle clara y justificada, los propios empleados, y posiblemente los tribunales, pueden tener un punto de vista diferente. Por eso es importante tener un conocimiento básico de las leyes de discriminación y de despidos para evitar problemas a futuro.