El problema del patriarcado jurídico no es sólo una cuestión argenta, sino que se extiende por Latinoamérica de la mano de todos los ordenamientos jurídicos que derivan del Derecho Romano, que le da cohesión ideológica, sustrato moral y entidad jurídica. Es entonces que, para las mujeres abogadas, ejercer la profesión se vuelve una imposibilidad material al padecer las mismas violencias patriarcales por el sólo hecho de ser mujer en ejercicio de la abogacía, más la violencia institucional.

Desde títulos universitarios que designan como "abogado" a sus egresadas, hasta doctrina que nos sigue tratando a la generalidad de las mujeres como menos capacitadas que los hombres para las actividades intelectuales, objetos de desahogo sexual o naturalmente destinadas a la maternidad; pocos sectores de la actividad humana enarbolan la misoginia con tanta contundencia como el Derecho, la Ciencia Jurídica y el Sistema Judicial. Así, la realidad es que muchas mujeres abandonan la abogacía luego de un gran desgaste contra el sistema, o bien se adaptan a jugar con las lógicas patriarcales de la juridicidad machista.

Sobre este punto, Melisa García, la actual Presidenta y fundadora de ABOFEM Argentina enfatiza que, "en un escenario profesional donde somos preparadas desde la Facultad para ver al colega como un antagonista, como un contrario en litigio, recuperar la idea de sororidad y construcción colectiva es una gran motivación". ABOFEM Argentina nace entonces luego de un encuentro académico con miembras de ABOFEM Chile, en medio de una crisis personal en pos del crecimiento profesional de su fundadora quien, decidió encarar una tarea titánica: reunir abogadas feministas para la defensa de los derechos de mujeres, feminidades, niños, niñas y adolescentes en todo el territorio nacional, en todo ámbito de ejercicio de la abogacía: litigantes, funcionarias judiciales y de los ministerios públicos fiscales y de la defensa, empleadas de los servicios jurídicos administrativos, servicios locales, docentes y también estudiantes de Derecho.

Moira Goldenhörn agrega "acepté la invitación de las colegas porque en los últimos años me encontré con muchas abogadas que habían dejado de litigar cansadas de pelear contra un sistema. Porque no son sólo los casos que una toma, es el sistema en el trato que te dispensa como mujer, como feminista, es muy difícil ser abogada feminista y peor insertarse en la docencia en cualquier nivel en un ámbito tan machista; y aquí en el Centro esto es mucho más visible, como las redes de contactos personales que abarcan todos los ámbitos de injerencia del Derecho y no se puede ingresar, eso es típico de las formas machistas de construcción del poder, también encarnadas por mujeres y disidencias en algunos casos. Llegar sola no es fácil, son sociedades muy cerradas."

Goldenhörn continuó diciendo que "al año y medio de su creación ya tenemos más de 100 asociadas y no paramos de crecer. Tenemos filiales en San Juan, Catamarca, Tucumán, Río Negro, Chubut; además de la central en CABA con subfiliales en varios puntos de AMBA, La Plata, Chivilcoy, Filial Costa Atlántica, y Filial Azul para el Centro de la Provincia, y la filial Santa Fe con subfilial en Rosario. También compañeras referentas en Luján, Carmen de Areco y Junín, y en tratativas para la formación de filial en Salta.", gracias a la gestión permanente de Alejandra San Mauro, encargada del armado territorial y acompañamiento a las filiales, y concluye que "la pandemia y el ASPO influyeron en este crecimiento, ya que la violencia padecida por las mujeres se recrudeció y también la violencia institucional desde el poder judicial, por lo que contar con un espacio de contención para abogadas se volvió necesario.".

Pero no sólo es contención grupal en abstracto sino en capacitación permanente para la perspectiva de género en litigio estratégico, en comisiones de legislación y políticas públicas, de capacitación y de estudiantes para enlaces con las Universidades donde se enseña Derecho y asignaturas de Derecho en otras carreras, también terciarias. "Es un salto estratégico poder formarnos colectiva y mancomunadamente, hay colegas académicas con alta capacitación y otras que se han dedicado exclusivamente al litigio, a la docencia y estudiantes también, con lo que la socialización de los saberes técnicos y también de los adquiridos mediante la experiencia es un pilar fundamental para todas las que somos ABOFEM".

En el Centro, donde este mes se han asociado diez mujeres entre abogadas y estudiantas, se están planificando capacitaciones específicas en intercambio con el Instituto de Violencia de Género del Colegio de Abogados de Azul y se están llevando a cabo reuniones con las Mesas Intersectoriales de Violencia de la región, cuenta Moira "porque enfocar el problema como propio del sistema requiere enfoques diversos y estrategias diferentes también, con intercambios y articulaciones con diversos actores sociales que tengan capacidad de agencia en la resolución de las problemáticas en cada ámbito".

Por otro lado, esta construcción colectiva y feminista se posiciona sobre las soluciones jurídicas unívocas en el ámbito penal "pensar el Derecho en clave feminista implica superar la visión patriarcal de la juridicidad que pondera la asimetría, visibilizando las desigualdades estructurales." Asimismo, destaca la necesidad de llevar estos critetios de equidad situada en la realidad latinoamericana al campo de la mediación, trascendiendo modelos hegemónicos, importados de otras latitudes que también invisibilizan las relaciones de asimetría entre las personas, que caracterizan a nuestras sociedades no sólo signadas por la deigualdad de género, sino racializadas, migrantes, y de otros modos vulnerabilizadas.

El planteo feminista llega incluso a cuestionar la gratuidad impuesta en el ejercicio de la abogacía, la actividad judicial y la docencia universitaria como un sesgo de clase sumamente limitante en especial para las mujeres, sobre quienes pesa aún la doble jornada laboral "luego de unos años tuve que dejar la actividad docente universitaria para dedicarme al ejercicio rentado de la profesión, porque no es sostenible pensar un sistema basado en la gratuidad, pocas personas pueden trabajar sin remuneración a cambio, o por poco dinero empleadas en estudios jurídicos grandes. Como dice una de nuestras asociadas, 'eso que llaman militancia (meritorías o voluntariado) es trabajo no pago' y no está al alcance de cualquiera, una mujer madre no puede permitirse el lujo de regalar su profesión", así, en ABOFEM se defiende que la regulación de honorarios no se vea afectada por motivos de género y que tampoco los servicios jurídicos o seminarios de capacitación prestados por mujeres se presuman gratuitos.

Hoy en día la Asociación también está presente en formato de radio en Unica Contenidos (https://unicacontenidos.tv) y en Spotify a través de podcasts informativos realizados por miembras de la Asociación, a la par que tiene en proceso numerosas capacitaciones internas y externas, proyectos legislativos y artículos de doctrina. En las próximas semanas estarán al aire los podcasts de las abogadas locales.

Finalmente, la Dra. Melisa García renueva la invitación a las colegas y estudiantes de Derecho que quieran incorporarse a ABOFEM Argentina, ya que la labor colectiva también se nutre de la presencia y diversidad, apoyando el desarrollo personal de cada abogada que engrandece a la construcción. En la zona de todo el Departamento Judicial de Azul, pueden escribir a abofemazul@gmail.com donde serán escuchadas y asesoradas sobre los pasos a seguir para su incorporación.