ESTÁ EN LA UNIDAD 2 DE SIERRA CHICA . Dictan la prisión preventiva para un recluso al que investigan por un caso de "extorsión"

Actualmente alojado en la Unidad 2 de Sierra Chica, un recluso continúa imputado por un caso de extorsión. Un ilícito que, de acuerdo con lo investigado, cometiera años atrás mientras estaba preso en el penal de varones de Azul.

Identificado como Miguel Ángel Meza Cores -oriundo de Monte Grande, la ciudad cabecera del Partido de Ezeiza situada en el conurbano bonaerense- tiene 47 años de edad.

Desde la UFI 20 del Departamento Judicial Azul que tiene su asiento en la ciudad de General Alvear, el fiscal Cristian Citterio lleva adelante la instrucción de esta causa. Y hace dos días, en respuesta a una solicitud que formulara, la detención que fuera ordenada tiempo atrás para el recluso por este caso fue convertida en una primera instancia en prisión preventiva, a través de una resolución firmada por Juan José Suárez, el titular del Juzgado de Garantías 3.

Fotos y mensajes de "contenido sexual"

Según se menciona en lo resuelto, ese hecho que le atribuyen a Meza data como sucedido entre los días 15 y 17 de octubre de 2023.

En aquel entonces, mientras por otro delito purgaba una condena y estaba preso en la Unidad 7 -la cárcel de varones del Servicio Penitenciario Bonaerense situada en Azul-, utilizó un perfil falso de Facebook para hacerse pasar por una menor de edad y comenzar a extorsionar al damnificado por lo ocurrido.

En las actuaciones penales se menciona que el recluso entabló un diálogo con la víctima valiéndose de esa identidad falsa a través de la cual simulaba ser una mujer.

De esa manera, entre ambos "intercambiaron mensajes de contenido sexual", al igual que "fotos y videos íntimos".

Después, tal como sucede con este tipo de hechos, el mismo Meza -desde otro perfil trucho- le dijo a ese hombre, también de manera falsa y para lograr que le diera dinero, que había contactado a una "menor de edad" con la que estuvo intercambiando mensajes y fotos íntimas.

En ese contexto, y sin que el varón que resultara víctima de lo sucedido advirtiera que estaba siendo engañado, el recluso comenzó a amenazarlo.

Concretamente, le expresó que "si no le transfería dinero lo iba a escrachar en las redes y con sus contactos".

La situación derivó en que el damnificado por este caso le remitiera al preso 30.000 pesos, a través de varias transferencias bancarias que le hizo.

Existen evidencias que demuestran que el recluso para quien anteayer lunes fue ordenada su prisión preventiva por este caso utilizó, desde la cárcel de Azul donde estaba en octubre de 2023, un teléfono celular que no tenía oficialmente declarado. Móvil a través del cual le remitía los referidos mensajes vía WhatsApp al damnificado.

Así, contando también con los datos que le aportó el considerado autor de esta extorsión, el varón y víctima hizo transferencias desde una cuenta personal a un CBU que figura a nombre de otro hombre.

El caso fue denunciado en noviembre de 2023, luego de que el preso acusado, en esos mensajes que intercambiaba con el damnificado un mes antes, comenzó también a insultarlo, diciéndole falsamente que había estado hablando con una adolescente de 17 años de edad y que, en consecuencia y si no le daba plata, lo iba "a ensuciar en las redes", para lo cual también llegó a expresarle que tenía "todos sus contactos" y que iba a viralizar "las fotografías y videos" que la víctima le remitió creyendo que estaba charlando con una mujer.

A través de lo investigado ha podido determinarse, además, que el recluso acusado hasta fingió ser un novio de esa menor de edad que en realidad no existía. Y en carácter de tal le escribió también al damnificado por esta extorsión, pidiéndole en aquella ocasión 50.000 pesos "para no escracharlo".

El preso -se menciona en las actuaciones penales- utilizó un teléfono celular cuyo número tiene prefijo de Azul para extorsionar desde la Unidad 7 a la víctima de lo ocurrido. Y está demostrado que fue quien "realizó las llamadas y quien utilizando un perfil falso -con nombre de mujer- por Messenger de la red social Facebook" logró concretar esta extorsión a través de la cual la víctima de lo sucedido le terminó transfiriendo a un CBU esos ya referidos 30.000 pesos.

Ese teléfono que Meza había utilizado en su contexto de encierro en la cárcel de varones de Azul -a diferencia de otro con prefijo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- no lo tenía "debidamente autorizado o declarado", se concluyó en lo resuelto hace dos días para ordenar su prisión preventiva.

Tras denunciado lo ocurrido, en noviembre de 2023 la celda que en ese entonces ocupaba el imputado en la cárcel de varones de Azul había sido allanada, incautando personal policial en aquella diligencia el teléfono celular utilizado para concretar esta extorsión.

Cuando fue indagado por el hecho que le siguen atribuyendo a título de autor, el preso había negado las pruebas que lo involucran.

Pero su testimonio continúa siendo considerado no dotado de veracidad.

"Principalmente -escribió el magistrado que ahora le dictó la prisión preventiva- porque no puede explicar cómo es que tiene entre sus pertenencias la tarjeta SIM correspondiente al abonado que extorsionó a la víctima", la cual le fuera secuestrada también durante el referido allanamiento.

La pena que podrían dictarle por este caso de extorsión será de prisión a cumplir, concluyó el Juez de Garantías que entiende en esta causa valorando para ello que Meza actualmente está preso tras haber sido condenado por un "robo agravado en grado de tentativa" y que registra más antecedentes delictivos.

Esa circunstancia derivó en que el titular del Juzgado de Garantías 3 que tiene su sede en el Palacio de Justicia de Azul se pronunciara a favor de convertir a su detención en prisión preventiva.

El dato

El resultado de una pericia al móvil secuestrado a Meza, cuando fuera allanada en noviembre de 2023 la celda que en la Unidad 7 de Azul ocupaba, revela que ese teléfono celular se utilizaba también para la comisión de más delitos como el investigado. Y que el preso a quien le fue dictada la prisión preventiva por este caso de extorsión "no actuaba en soledad" para la comisión de más ilícitos desde ese contexto de encierro carcelario en que permanecía en aquella época y todavía sigue.