Escribe: Lucas Moyano (*)

Especial para EL TIEMPO

Estamos viviendo una auténtica revolución digital en donde WhatsApp pasó a ser una parte significativa de nuestra identidad digital. Cuando alguien chatea con un contacto por la aplicación, la suposición es que detrás de ese perfil está la persona real. Y por lo tanto, hay una confianza implícita que reduce la desconfianza y baja las barreras de sospechas.

Los criminales, por ese motivo, buscan apoderarse de cuentas de WhatsApp: el objetivo es suplantar la identidad de su titular y estafar a sus contactos. De esa manera, los ciberdelincuentes se valen de diferentes estrategias para tomar el control de un perfil de usuario. Cuando esto ocurra, a quien resulte víctima no se le permitirá entrar a su cuenta.

Para validar la cuenta de WhatsApp se necesita un código de verificación que se puede recibir por mensaje o llamada. Los estafadores utilizan diferentes engaños para lograr que les den ese código, el cual después -una vez consumado el ardid- les permitirá tomar el control de una cuenta.

La modalidad de esta estafa se inicia con un llamado telefónico donde el criminal se hace pasar por una entidad oficial. Y engaño mediante, por ejemplo, le expresa a la víctima que fue elegida para recibir la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19. Después, le indica que para confirmar la operación se le debe pasar un código que le acaba de llegar.

Pero en realidad, estimado lector, lo que le llegó vía SMS es el código para habilitar e iniciar su perfil de WhatsApp en otro teléfono. Recordemos que para activar una cuenta de esa aplicación en otro dispositivo no es necesario que sea en un celular, cuyo chip tiene el mismo número. Incluso, se puede habilitar en un teléfono sin línea y sólo con Wi-Fi.

Pero si alguien quisiera tener ese WhatsApp en otro celular, podría hacerlo siempre y cuando tenga el código de verificación que se envió por mensaje SMS al número de teléfono original. Una vez que el criminal logra el dominio de la cuenta de WhatsApp de la víctima de esta estafa virtual, se comunica con sus contactos. Y con el engaño de que ese usuario ha sufrido un accidente, o el de venta de moneda extranjera a menor precio que el del mercado, logra que le transfieran dinero, alcanzando así su cometido.

Cómo evitar ser víctimas

Es importante tener en cuenta estos consejos para evitar ser víctimas de engaños de estas características. En ese contexto, en primer lugar hay que ser desconfiados con el uso de Internet. Y tener siempre presente que no toda persona que se presenta por la red es quien dice ser en realidad.

Estar atentos y nunca compartir información personal a ninguna persona sobre códigos que nos llegan, de claves o datos bancarios es otro de los aspectos a tener en cuenta. También hay que activar la autenticación, de dos pasos, en nuestras cuentas (ya sea de WhatsApp o en redes sociales). Sólo nos va a demorar breves instantes y será una capa de seguridad extra que permitirá que la plataforma verifique quién es el real titular de la cuenta.

¿Cómo se hace en WhatsApp?: ir a ajustes, luego cuenta y, desde ahí, la verificación está hecha en tan sólo dos pasos. Es simple. Y, lo más importante, nos protege de estos posibles engaños. Ante cualquier duda se puede buscar información en los canales oficiales de los entes públicos.

No hay que reenviar mensajes de dudosa procedencia y siempre, previo a realizar envíos de dinero (con la excusa de compra de divisa extranjera o eventuales accidentes), hay que comunicarse telefónicamente con nuestro contacto, a los fines de verificar la veracidad de la situación. En caso de que un usuario se convierta en víctima de un engaño así hay que efectuar inmediatamente la denuncia correspondiente. En sede policial o en una fiscalía.

También puede hacerse esa presentación escribiendo al correo electrónico denunciasazul@mpba.gov.ar. Debemos adoptar medidas de seguridad e higiene digital, ser más desconfiados y estar siempre atentos al momento de recibir llamadas, mensajes o correos electrónicos. Somos tan vulnerables como el grado de conciencia que tengamos de los peligros que existen en la red.

(*) Fiscal especializado en investigación de ciberdelitos. Actualmente está a cargo de la UFI 22 con sede en los tribunales de Azul.