ESTUVO PRÓFUGO DIEZ MESES Y SE ENTREGÓ HACE DOS DÍAS. El azuleño considerado "partícipe necesario" de un violento asalto se negó ayer a declarar

Matías Nicolás Castañares, el azuleño sospechado de ser el entregador de un violento robo que el 9 de mayo del año pasado tuvo como víctima a una familia en Azul, fue indagado ayer por el Fiscal que instruye esta causa.

Durante esa audiencia en sede judicial -en la que estuvo asistido por Daniel Pérez Guedes, su abogado defensor- el hombre de 34 años de edad optó por negarse a declarar, informaron a EL TIEMPO voceros allegados a la tramitación de este sumario penal.

Tal lo que este diario informara, Castañares había quedado detenido anteayer martes, cuando en el marco de la investigación penal que lo involucra en este hecho decidió presentarse en los tribunales de Azul para entregarse, luego de permanecer prófugo varios meses.

Su detención por esa entradera, un día antes a que también fuera declarado "en rebeldía", había sido ordenada el 17 de mayo del año pasado por la magistrada Magdalena Forbes, la titular del Juzgado de Garantías 1 que entiende en esta Investigación Penal Preparatoria.

Aquella medida de coerción para el azuleño se conoció ocho días después a que se registrara este episodio delictivo, que lo tiene también preso a uno de los considerados autores materiales de lo que fuera el asalto: un hombre domiciliado en la ciudad de Luján al que la Policía aprehendió el mismo día de sucedido el hecho, cuando el auto en el que huía fue interceptado sobre la Ruta 3, en jurisdicción de Cañuelas.

Castañares es considerado el "partícipe necesario" de lo que a escala penal fue definido como un robo doblemente agravado por el uso de armas de fuego y por ser cometido en poblado y en banda, en concurso real, el delito por el que ayer optó por no prestar declaración durante la indagatoria desarrollada en una de las fiscalías con sede en el Palacio de Justicia de Azul.

Según pudo saberse ahora, para cuando su captura fuera ordenada ya se había ido de Azul. Y se mantuvo prófugo diez meses, tiempo durante el cual estuvo radicado en otra provincia, hasta que hace dos días decidió regresar a esta ciudad para entregarse.

"Cooperación esencial"

Con diferentes elementos de prueba reunidos en la investigación penal que se iniciara por esta violenta entradera, el fiscal David Carballo -a cargo de la UFI 2 con asiento en los tribunales de Azul- había pedido la detención de Matías Castañares días después a registrarse aquel episodio delictivo, la medida cautelar que recién pudo hacerse efectiva hace dos días.

En la resolución que el 17 de mayo del año pasado se tradujo en el dictado de la detención para el azuleño, las evidencias reunidas en esta investigación penal lo ubicaban como quien ofició de entregador e informante en aquella entradera sucedida en la casa de la familia Calderón.

Días después de ocurrido el hecho, ya estando evadido de la justicia y vigente su orden de captura, en Azul los investigadores habían podido incautar el automóvil de Castañares: un Citroën C4.

El 9 de mayo de 2021, día de sucedido este asalto, a través de diferentes cámaras de seguridad ese rodado fue observado circulando por las calles de la ciudad junto con el Vento en el que después de ocurrida la entradera -sobre la Ruta 3, en jurisdicción de Cañuelas- sería aprehendido Sifredo, uno de los que, de acuerdo con lo investigado, ingresó a cometer el robo a la casa de la familia azuleña.

Momentos antes a que sucediera el hecho, Castañares fue visto también pasar por la casa de la familia Calderón en su auto.

"Además de pasar por el domicilio de las víctimas, acompañó por diferentes lugares de la ciudad al coimputado Sifredo, conduciendo éste el vehículo Volkswagen Vento con el que arribaron a la vivienda de Calderón mientras Castañares conducía el vehículo Citroen C4. Tanto antes de perpetrarse el hecho como después, en oportunidad de que Sifredo y sus acompañantes huyeron hacia la Ruta Nacional número 3", sostenía para que se ordenara su detención el fiscal Carballo.

Según la hipótesis del titular de la UFI 2, cuando el robo se produjo Matías Castañares no ingresó a la vivienda "por ser conocido de las víctimas y oriundo de esta ciudad"; aunque a través del referido accionar había prestado "una cooperación esencial sin la cual no hubiera podido cometerse el robo".

Al día siguiente de sucedida la entradera, la casa donde Matías Castañares reside -ubicada sobre la prolongación Norte de la calle Las Flores- había sido allanada.

Para aquel entonces, el hombre que está preso desde hace dos días ya no estaba en Azul, más allá de que aún no se había ordenado su detención.

Aquel procedimiento finalizó con los hallazgos y posteriores secuestros de elementos considerados de importancia para esta y otras pesquisas donde también Castañares aparecía como investigado.

"Objetos vinculados con la perpetración de ilícitos contra la propiedad, como cartuchos de armas de fuego de diferentes calibres", dos radios del tipo "Handy" y "cargadores de armas de fuego" -detalló la jueza de Garantías Forbes- se incautaron durante esa diligencia, realizada el lunes 10 de mayo del año anterior.

Además, la orden para el allanamiento firmada por esa magistrada incluía el secuestro del Citroën C4 de Castañares, vehículo al que los policías pudieron hallar "en otro lugar distinto al domicilio de su propietario".

EL DATO

Matías Nicolás Castañares, tras permanecer en un principio en la sede de la DDI Azul, fue llevado ayer a la Estación de Policía Comunal que está en Saladillo. En mayo pasado, cuando le dictó la detención, la jueza de Garantías Magdalena Forbes dispuso también que, una vez efectivizada esa medida cautelar, permaneciera alojado en la Unidad 2 o la 38 del SPB, para que en uno de esos penales ubicados en Sierra Chica siga privado de la libertad bajo el llamado "sistema de alcaidía".