Por Laura Méndez

De la Redacción de EL TIEMPO

El azuleño Santiago Villanueva es curador y artista, tiene 30 años, y realmente ha alcanzado metas. Recientemente, ofició de curador en la muestra de Juan del Prete, artista pionero en la abstracción en la Argentina, quien fue pintor, dibujante, escultor y fotógrafo autodidacta.

La muestra Juan Del Prete, Pintura Montada Primicia se inauguró en Roldan Moderno. De igual forma se presentó un libro que lleva el mismo título, con la edición al cuidado de Villanueva.

Ambos se concentran sobre todo en una selección de obras inéditas de Juan Del Prete (Vasto, 1897 - Buenos Aires, 1987) que datan de las décadas del setenta y ochenta.

El guión curatorial establece una serie de núcleos, armando un recorrido que pone especial énfasis en el uso del color, de los materiales y su tratamiento para pensar al artista no solo como pionero de la abstracción local, sino para entenderlo como figura central en el surgimiento del arte contemporáneo en la Argentina.

El libro contiene reproducciones de ochenta obras, que comprenden las piezas de la muestra y suma otras, además del texto curatorial y las contribuciones de las artistas Claudia del Río y Fernanda Laguna y la historiadora del arte Sofía Dourron.

Esta exposición fue definida por la Revista Ñ como "terapéutica". Está centrada en los últimos veinte años de producción del artista, que estuvo activo hasta sus últimos días en 1987.

Asimismo en la Galería de Arte Isla Flotante, el azuleño junto a la artista Paula Castro presentan "Lo que pasó en la Navidad de 1980", una muestra inspirada en el hurto que, durante la Nochebuena de aquel año, sufrió el Museo Nacional de Bellas Artes, hecho muy peculiar ya las obras fueron robadas por el mismo Gobierno. "Esa noche se llevaron 16 obras y 7 objetos de la colección Santamarina, solo dos pequeños cuadros no pertenecían a ella: un boceto de Un episodio de la fiebre amarilla de (Juan Manuel) Blanes y un (Valentín) Thibon de Libian", que carecían de valor de mercado. La sala en que se encontraban estaba principalmente dedicada a piezas del período impresionista francés e incluía pinturas de Paul Cézanne, Auguste Renoir y Paul Gauguin, entre otras. Una de las principales hipótesis respecto del móvil del hurto sostiene que las obras fueron cambiadas a Taiwán por armas para sostener los últimos años de la dictadura, iniciada en 1976 con la presidencia de facto de Jorge Rafael Videla, la cual finalizaría en 1983. La muestra no aspira a una reconstrucción documental de los hechos; se propone como una ficción y remarca cómo el patrimonio de un museo nacional puede tergiversarse cuando su utilización se aleja de los objetivos iniciales de la institución.

EL TIEMPO dialogó con Santiago quien contó cómo fue la experiencia. Indudablemente el talentoso artista local nos está representando de la mejor manera en el mundo del arte con los mejores creadores y creativos del país.

"Trabajar en arte tiene algo extraño y fascinante"

-¿A que edad te fuiste de Azul y qué sueños te llevaste en la valija?

-Me fui a los 17 años, a estudiar Historia del Arte con la idea de poder aplicar eso a mi obra como artista y a hacer exposiciones, que es una de las cosas que mas disfruto.

Trabajar en arte tiene algo extraño y fascinante, uno conoce un montón de personas muy diferentes, con diferentes edades y trayectorias, no es igual a otras profesiones que son más cerradas y limitadas. En arte es tan posible tener amigos de 80 como de 20 años y convivir en un mismo espacio, hacer obras juntxs y trabajar en espacios compartidos. Siempre me sentí cómodo viajando y el arte es un espacio posible para eso.

-¿Dónde te fuiste en un principio y cómo se fue dando todo para que actualmente estés en Buenos Aires con semejante trayectoria y reconocimiento?

-Me fui de Azul en el 2008, el mundo del arte es pequeño y muy colaborativo, eso abre muchas puertas y posibilidades. Es un espacio donde uno puede construir su propio espacio, con un tiempo propio: cada obra y cada artista necesita algo diferente, aprender cosas diferentes o vincularse con personas diferentes y eso hace al propio trabajo. Me gusta abrir espacios, tener revistas, es como tener un lugar donde volcar todo tipo de pensamientos y deseos.

-Cuándo te fuiste ¿hubo quienes te abrieron puertas, te tendieron una mano o te fuiste abriendo camino solo?

-Sobre todo me abrieron las puertas Diana Aisenberg y Roberto Jacoby, dos artistas que son mis maestrxs, con los que compartí muchas charlas, viajes, momentos... no fueron estrictamente mis profesores, sino personas con las que crecí, una especie de compañía constante. También amistades que empezaron en los primeros años que estuve en Buenos Aires y continúan al día de hoy, como con Ad Minoliti, con quien hice muchas cosas y seguimos en contacto permanente.

-¿A qué edad se despertó tu vocación? ¿Recordas algún momento en particular? ¿Alguien te orientó?

-Desde muy chico, a los trece años, gracias a dos amigxs concurrí a los talleres de los sábados en la Escuela de Bellas Artes junto a Pato Valentin y Albe Pavese.

Me acuerdo mucho de esas mañanas de mucha neblina y frío, y de todos los objetos que había en la escuela que me despertaban mucho deseo de conocer más artistas y modos de hacer obra. Me formé con los fascículos de historia del arte del diario La Nación que llegaban a mi casa todas las semanas, ahí vi por primera vez obras de artistas argentinos. También en los viajes a Buenos Aires con mi mamá y mi papá, mientras ellxs compraban ropa para su local, yo visitaba museos y exposiciones, siempre me acompañaron en todos esos caprichos. Así vi la exposición de Kuitca en el Malba en la que quedé atrapado varios años. Después fui a los talleres de Silvina Mele, Pino Gimenez y Silvio Oliva, ahí las obras crecieron en tamaño y conocí muchos amigxs de ese momento. El Museo López Claro fue muy importante con sus exposiciones, el Teatro Español y Carlos Filippeti, ahí me sumergí en el mundo de los libros que es otra cosa que continúo hasta el día de hoy. Mucho antes Perla Arriando que fue mi profesora y vecina que me dió mucho entusiasmo, me prestaba sus libros, nuestros patios coincidían, y teníamos charlas mas allá de las clases en la Escuela Normal. Son muchas las personas con las que me crucé, las obras, libros y que fueron mucho más importantes que cualquier institución o universidad.

-Por otro lado ¿Qué es Azul para vos?

-Azul es entre un lugar que me generaba mucha sensación de encierro y un portal de cosas muy excitantes a la vez.

-¿Venís con frecuencia?

-La verdad muy poco, una vez por año.

-¿Tenes familia acá?

-Si, mis sobrinos, mi mamá, mi papá, mi hermana y mi perro.

"Creo que no siempre es bueno vivir de lo que amas"

-¿Sentís que tus sueños se volvieron realidad? ¿A nivel laboral, personal y demás?

-Nunca pensé en término de sueños sino más de deseos. Azul es también una ciudad muy conservadora, por lo menos así lo fue para mi cuando crecí, hay mucho de eso que me marcó. Pienso que para trabajar en arte es necesario poder estar en lugares más amplios y en eso estudiar en Buenos Aires fue muy importante para mí.

-Contame sobre la muestra por la cual fuiste mencionado en revista Ñ y en Suplemento Radar, Página 12. Es decir, en el primero de los casos qué intervención tuviste en la exposición, cómo fue la experiencia, qué significa para vos en tu carrera?

-Soy artista y curador, cuando necesito hago obras, otras veces me gusta trabajar con obras de otrxs, encontrar cosas nuevas en lo que otrxs hicieron. En este momento tengo una muestra que hice junto a Paula Castro, una artista con la que trabajamos juntos en una gran instalación sobre un robo de obras que sucedió en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en 1980 por parte del gobierno militar, y otra con el trabajo de Juan Del Prete, el pintor que introdujo la abstracción en Argentina, pero que su obra va mucho mas allá de eso. Son dos muestras muy diferentes, pero muy parecidas en el modo que pienso la historia como ficción, y que marcan lo importante de prestar atención a cosas que antes no se vieron o se descuidaron.

-Proyectos a corto y mediano plazo. ¿Que más has hecho durante la pandemia profesionalmente hablando?

-Tengo una revista para la que trabajo mucho, pensando exhibiciones con una artista que se llama Fernanda Laguna, trabajando en muestras para el año que viene...

Durante la cuarentena volví a hacer collage, una serie que vengo haciendo hace años que llamo "mesas revueltas", volví a dibujar y estoy escribiendo un pequeño libro sobre una exposición.

-Me imagino que en este mundo has conocido gente de distintos países culturas, ¿manejas otros idiomas?

-Hablo muy mal idiomas mas allá de que traté de estudiar varios. Tengo buena memoria para los años pero no para los nombres.

-Si tenés que sugerir ítems para vivir de lo que amás, es decir, ¿qué se necesita?: ¿perseverancia? ¿habilidad? ¿creatividad?.

-Una vez un artista que se llama Eduardo Costa me contó que sus mejores obras, a las que más cariño les tiene las hizo cuando no vendía sus trabajos y trabajaba de otras cosas. Creo que no siempre es bueno vivir de lo que amas.

-Te gustaría volver a Azul definitivamente? ¿Con qué proyectos?

-Me encantaría hacer una muestra del tandilense Marcelo Alzetta en Azul, es un artistas que todxs deberían conocer!.

Sobre Santiago Villanueva

Actualmente cursa la maestría en Historia del Arte Argentino y Latinoamericano en IDAES (Universidad de San Martin). Durante los años 2008-2012 concurrió a la clínica de Diana Aisenberg. En 2010 fue becario del Centro de Investigaciones Artísticas (CIA).

Tiene a su cargo el área de influencia ampliada del Nuevo Museo Energía de Arte Contemporáneo y fue curador del ciclo Bellos Jueves en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.

Es curador pedagógico del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Es editor de la Revista Tradición y parte del grupo editor de la revista Mancilla.

Es docente en la materia Estudios Curatoriales en la Universidad Nacional de las Artes (Argentina). En el 2011 fue seleccionado para participar de la Octava edición del Premio arteBA Petrobras de artes visuales con el proyecto Adquisición.

En 2012 obtuvo el primer premio del Salón Nacional de Rosario con su obra Museo del Fondo del Paraná. En 2013 recibió una beca de la Fundación Cisneros Fontanals (CIFO) para realizar un proyecto titulado Geografía Plástica Argentina. En 2014 fue artista residente en J.A.C.A (Belo Horizonte-Brasil).

En 2015 formó parte del premio Braque en MUNTREF. En 2013 formó parte de 89plus Colony Conference en MOMA PS1 y en 2014 de 89plus Maratón de las Américas en el Museo Jumex en México DF

Expuso individualmente en Galería Isla Flotante (Buenos Aires, 2016),Y Gallery (Nueva York 2015), Abate Galería (2012-2014), Peña galería (2012), Nuevo Museo Energía de Arte Contemporáneo (2011) y en el Museo López Claro de Azul (2007-2012); y colectivamente en el Parque de la Memoria. Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, Universidad Torcuato Di Tella, Consulado General de Argentina en Nueva York, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA), Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano (MACLA), Musée d' Art moderne de la Ville de Paris.

Su obra forma parte del Museo Castagnino+Macro de Rosario, Museo Municipal "Alberto López Claro" de Azul, Museo "Franklin Rawson" de San Juan, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Fundación Cisneros Fontanals, Pérez Art Museum Miami.