Un periodista bahiense que viajaba en el tren que ayer descarriló a la altura de Olavarría dio su versión sobre los hechos: contó que "los frenos chillaban" en el momento del accidente, advirtió que faltaban matafuegos y pidió que "dejemos de jugar con la suerte".

"¡Estoy vivo y mi rol de periodista apareció hasta en el momento de mayor desesperación!", escribió Juan Clemente en su cuenta de Twitter para iniciar un relato sobre el descarrilamiento que ayer dejó como saldo más de 20 heridos leves.

El periodista, que viajaba en la formación que iba de Plaza Constitución a la ciudad de Bahía Blanca, indicó que a los diez minutos de la partida "comenzaron los problemas". "'Hay un corte en El Jagüel y esperamos el ok para poder pasar'", explicaron las azafatas", relató.

A la hora de hablar del accidente, que sucedió a eso de las 5.20 horas de ayer, detalló que "de golpe el tren empezó a frenar desmedidamente, las luces se apagaron y los pasajeros se refugiaron en los gritos". "Los frenos chillaban", describió.

Y continuó: "Ahí perdí noción del tiempo. Los segundos que pasaron entre que el tren descarriló y chocó la alcantarilla fueron horas. Gritos, llantos y, por fin, el impacto. Rápidamente nos preocupamos por los niños (uno cayó arriba mío) y los mayores. Todos contra las ventanas".

Clemente indicó que "tras varios intentos fallidos de abrir la puerta del vagón y un vidrio roto en vano (imposible trepar hasta la ventana que había quedado de techo), logramos salir".

En tanto, indicó que en una primera instancia fueron asistidos por "tres o cuatro personas que vivían en el campo más cercano". A eso de las 6 de la mañana "la policía y los bomberos llegaron y con prioridad para mayores y niños cruzaron a todos para el campo en la caja de las camionetas".

Y luego "los dueños del campo (o peones, desconozco) nos abrieron las puertas de su casa de par en par" con "agua para el mate, baño, electricidad para cargar los teléfonos y ¡hasta torta!".

Asimismo, los pasajeros del tren descarrilado fueron trasladados a la Sociedad Rural de Olavarría donde recibieron un desayuno y asistencia médica, y luego trasladados en colectivo hacia Bahía Blanca con una vianda entregada por la Municipalidad olavarriense.

"Después de casi 23 horas, llegamos a Bahía. Hubo aplausos para los choferes del micro, despedidas entre personas que eran desconocidas 24 horas antes y abrazos con los familiares. En fin, una desgracia con suerte. Aunque ojalá dejemos de jugar con la suerte", apuntó.

Clemente también criticó al representante de Trenes Argentinos que brindó una conferencia en Olavarría al sostener que "no sólo se sacó responsabilidad, sino que desconocía la falta de matafuegos en el vagón". (DIB) MT