"Con respecto a la situación de Vieyra al día de hoy, es un concejal que limitó su licencia, volvió a la banca y se ausentó de la 16° sesión ordinaria", precisó ayer a EL TIEMPO la presidenta del Concejo Deliberante de Azul, María Inés Laurini.

Para ella, "es necesario contextualizar: la de ayer [por el martes] fue una jornada en donde, desde el Concejo, se esperaba con mucha expectativa cuáles serían las explicaciones que el intendente Bertellys iba a dar respecto de lo que se veía, claramente, como una grave crisis de su gestión".

Es así que, "desde el Concejo Deliberante, y fundamentalmente desde la oposición, teníamos muchas expectativas respecto de sus declaraciones que, esperábamos, fueran claras y contundentes sobre cuál era la marcha que le iba a dar a la gestión municipal, ya que se rompía el vínculo político que él tenía, con el funcionario más importante de la gestión, como lo fue el jefe de Gabinete", dijo, en referencia a Vieyra.

"Y fundamentalmente -añadió- por la delegación de responsabilidades que había hecho a lo largo de estos siete años".

Sin embargo, "ya durante el transcurso de la mañana y cerca del mediodía", explicó Laurini, "se observó que el intendente Bertellys hizo declaraciones plagadas de pasado, donde fundamentalmente se refirió a cuestiones personales. Adjetivó su relación con el jefe de Gabinete prácticamente en términos de un matrimonio con relación tóxica".

La presidenta del Concejo admitió que, "realmente en ese contexto, desde el Concejo Deliberante se aguardaba, además, una decisión que tomara quien, hasta pocas horas antes, había sido el jefe de Gabinete, porque ya se observaba que había una lupa sobre su decisión, respecto de qué iba a hacer con su cargo de concejal, ya que finalizaban las razones por las cuales había solicitado licencia y se le había otorgado".

Una nota por mail

Laurini detalló que, ya "bastante avanzada la mañana, cerca del mediodía, ingresó por mail una nota [enviada por Vieyra] cuyo análisis requiere que se la separe en dos partes. Una primera, donde claramente solicita que se le limite la licencia. Después, unos párrafos de muy engorrosa lectura y una última oración, muy clara, donde solicitaba, además, una licencia por 60 días por causas particulares".

Apuntó luego: "Digo que el análisis de esa nota requiere que se la divida en dos partes. La primera, específicamente, requirió una acción administrativa, que se impulsó desde la Presidencia, cada vez que cualquier concejal solicita que se limite una licencia. En este caso, sería un caso similar a la de la concejala Paola Ficca. Y la última parte de la nota, en cambio, requirió de una acción legislativa: es el Concejo Deliberante, en pleno, quien decide si se le otorga, o no, una licencia a un concejal. Razón por la cual, en reunión de Labor Parlamentaria, se planteó el ingreso de la nota, se planteó el análisis de la nota. Desde la Presidencia entendíamos que, inmediatamente, debíamos empezar a generar las acciones administrativas para limitar la licencia y que se debía someter a votación su pedido de renovar la licencia por otras causas. Es decir, se modificaban las razones por las cuales solicitaba la licencia".

En realidad, los presidentes de bloque reunidos en Labor Parlamentaria, "planteaban el giro de la nota a comisión, para un análisis más minucioso

personalmente, entiendo que lo que correspondía era someter esa solicitud a votación y cada espacio político debía considerar si aceptaba o no renovar la licencia, a partir de lo que el concejal Vieyra expresó como 'causas particulares'. Desde la Presidencia entendíamos que el giro a comisión generaba una situación muy ambigua ya que, en el primer párrafo, el concejal había solicitado que, a partir de la fecha de la nota, se limitara su licencia de manera tal que no se podía explicar cuál era la situación en la que se encontraba su suplente".

Por esa razón, durante "el transcurso de las primeras horas de la tarde [del martes], se trabajó para que el concejal Vieyra clarificara su situación. Las alternativas posibles eran: renunciar a la banca, continuar con una licencia -que debía ser votada por los concejales-, o volver a la banca. En este caso, la otra opción era volver a la banca y explicar que en los términos del artículo 5° del reglamento interno del Concejo, debía ausentarse. Esta última opción es la que eligió el concejal".

Ficca, en mano

La concejala Laurini admitió que "esto generó, por supuesto, mucho revuelo, creo que fundamentalmente por quién era la persona que estaba solicitando la licencia. Y es ahí cuando, desde lo personal, yo entiendo que tengo que intentar alcanzar el mayor grado de objetividad posible y dar curso a las solicitudes de los concejales, en un marco de legalidad, independientemente de cuál haya sido el rol que ha ejercido. Y eso es lo que sucedió".

"Tal como se planteó en la sesión -señaló luego Laurini-, la Presidencia se vio obligada a hacer una interpretación de las notas, la primera que ingresó por mail y la segunda la llevó en mano Paola Ficca".

Con relación a la ausencia de la concejala Jéssica Córdoba, admitió que "por supuesto, hubo una comunicación entre quien fuera el concejal a quien ella reemplazaba y ella; o alguna comunicación entre algún miembro de su espacio político". Es que, precisamente, "cuando se le solicita al concejal Vieyra que clarifique su situación, es fundamentalmente para resolver cuál era la situación de la concejala Córdoba".

Para Laurini, entonces, "evidentemente, durante las horas de la tarde, decidió esto último: no insistir con el pedido de licencia, sino decidir que volvía a la banca pero que se ausentaba en la 16° sesión".

Ante una consulta de este diario sobre el caso del concejal Vieyra, dijo: "En relación a cuál va a ser su actitud, para las dos sesiones ordinarias que todavía restan del año legislativo, no tengo conocimiento".

EL TIEMPO realizó un contacto ayer con Alejandro Vieyra. Se limitó a responder a través de un familiar que se encontraba descansando y que, cuando vuelva, responderá la inquietud que este diario le formulara.

Banalizando

Para la presidenta Laurini, "evidentemente, todas las decisiones que se han tomado desde esos espacios políticos que terminan conformando lo que es Juntos por el Cambio en Azul, llevan a una banalización de la actividad legislativa y de una institución de la democracia como es el Concejo Deliberante".

Analizó luego: "Porque, más allá del tratamiento que se le tuvo que dar a la nota del concejal Vieyra, estaba la cuestión de observar que quien hasta hacía unos días era la subsecretaria de Gobierno [Paola Ficca] volvía a la banca, para que no ingresara una persona de la lista pero que, dentro de la interna de Juntos, pertenece a otra organización, puntualmente al GEN en este caso [Juan Cruz Mirande]. Hubo que dar tratamiento a la licencia del concejal Pedro Sottile y que el concejal Lucio Mansilla haga su ingreso como lo hizo. El concejal Ramiro Ortíz, que pertenece al PRO, se refería a la ambigüedad de la situación. Sin embargo, el reemplazo de Sottile se realizó por Mansilla, que pertenece al PRO. Mansilla, realmente, hizo una aparición muy burda".

No sólo eso: "La concejala Pilar Álvarez fue muy crítica en algún punto, pero quien acompañaba a Vieyra en la lista era ella, por más que hizo la aclaración que, desde su espacio político, el Comité Radical, se había cuestionado la candidatura de Vieyra", recordó Laurini.

Es así que la presidenta del Concejo señaló que "creo que, en general, toda esta situación política banaliza. En algún momento la sesión se transformó en un grotesco".

"Cuando Ficca decide limitar su licencia y volver a la banca, desplaza a Mansilla. Se da simultáneamente que Sottile deja la banca para irse al Ejecutivo, por lo que asume el reemplazo, que es nuevamente Mansilla", resumió Laurini.

Finalizó indicando que, "desde la Presidencia, nosotros vamos a hacer todo el esfuerzo necesario para evitar que la crisis del Departamento Ejecutivo se arrastre al Legislativo. Estaremos con la lupa, observando qué hace Vieyra con su cargo en el Concejo Deliberante. También, cómo sigue la marcha de esta gestión municipal, porque Bertellys podrá salir a decir todo lo que dijo por los medios, pero acá no se trata sólo de que lo echó a Vieyra. Hay montón de renuncias sucesivas en secretarías importantísimas y el equipo económico. Con respecto a Vieyra, veremos qué hace en la próxima sesión, la 17°, dentro de quince días. Y ver qué hace Bertellys, a quien le falta más de un año de gestión".