Luego de más de 12 horas de debate - o de décadas, corregirán algunos - el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo es Ley. Finalmente, varios de los legisladores que en la previa se presentaban como dudosos, por no haber adelantado su postura, se inclinaron por la positiva.

En diálogo con medios acreditados, minutos antes del inicio de la sesión, la legisladora por Tucumán Silvia Beatríz Elíaz de Pérez denunció al presidente Alberto Fernández por presionar a sus pares para votar a favor de la Ley. La senadora afirmó, además, que el proyecto es inconstitucional y que en caso de aprobarse recurriría a la justicia. Fue el primer indicio de que la posición celeste vislumbraba un escenario adverso a sus intenciones.

Más tarde, la primera oradora en tomar la palabra al inicio de la sesión, la senadora pampeana Norma Durango como miembro informante comunicó que el Ejecutivo se comprometió al veto parcial del Art. 4, inciso B, que habilita la posibilidad de realizar un aborto después de la semana 14 en caso de violación o en el caso de que estuviera en riesgo la vida o la salud "integral" de la persona gestante. La palabra "integral" generaba preocupación en algunos de sus pares y un compromiso para excluirla facilitaba el acercamiento de algunos votos en duda para la aprobación del proyecto.

Con el correr de las horas, empezarían a clarificarse otras posiciones, entre ellas la de la senadora Silvina García Larraburu que afirmó: "El mío es un voto deconstruido", y anunció su apoyo al proyecto de legalización. En 2018, la legisladora se había opuesto a la aprobación.

"Debemos encontrar un punto intermedio, que siempre es la ley, no la clandestinidad", expresó por su parte Laura Rodríguez Machado y ratificó su acompañamiento al proyecto, lo que estuvo en duda hasta hace unos días.

Sobre la mitad de la lista de oradores, se dio la intervención de las senadoras Stella Olalla y Carmen Crexell, que habían sido identificadas como indecisas. A esa altura, su voto podría inclinar la balanza hacia la aprobación o emparejar aún más un escenario ajustado.

"Por lo tanto adelanto mi voto como positivo", dijo la entrerriana Olalla al finalizar su discurso y desde el interior del Congreso se escucharon gritos de algarabía en la Plaza del Congreso.

"No cambié mis creencias personales, cambié el enfoque desde el que entiendo que debe ser abordado", manifestó minutos después la neuquina Drexell, dejando entrever su acompañamiento al proyecto, que a esa altura estaba cada vez más cerca de ser aprobado.

La intervención de Sergio Leavy, senador por Salta que días atrás se había reunido con el presidente Fernández, aclaró aún más el panorama. Argumentó que "en ese proceso - el de escuchar a las mujeres - me he dado cuenta que la ley no obliga a abortar sino que sólo les da un marco legal y seguro" y adelantó que votaría a favor de la interrupción voluntaria del embarazo.

Ya cerca de la medianoche, llegaba el turno de otro de los "indecisos", el senador Edgardo Kueider, pero el entrerriano decidió no hacer uso de la palabra, postergando la incertidumbre sobre su voto hasta la hora del recuento definitivo.

Por su parte, otro de los catalogados como dudosos, el catamarqueño Oscar Castillo, anticipó su voto favorable. "De todo lo que dije en 2018 no tengo nada para agregar. Voy a votar en el mismo sentido y esperemos que esta noche sea el resultado distinto", expresó.

Si bien nadie se atrevía a festejar por adelantado, la clarificación de la postura de quienes no habían mostrado sus cartas hacía prever una cómoda aprobación de la ley.

En torno a las 2 horas, llegó el turno del último de los "indecisos". El rionegrino Alberto Weretilnek fortaleció la idea de un final cantado. El senador, que comprometió su voto en positivo, agradeció al Poder Ejecutivo por haber considerado sus objeciones al proyecto aprobado en Diputados y el compromiso de salvarlas a través de un veto parcial y la reglamentación de la futura ley.

Finalmente, llegó la hora de la verdad. El reloj marcaba apenas pasadas las 4.10 horas cuando el tablero indicó lo que miles esperaron en vigilia, ya sea en la Plaza del Congreso como en decenas de espacios públicos de todo el país.

Por 38 votos a favor, 29 en contra, 4 ausentes y 1 abstención, en la Argentina es ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo.