Un día como el de hoy, hace 71 años, nuestra compañera Eva Perón -o como el pueblo decidió llamarla, Evita- su figura, obra y legado pasaban definitivamente a la inmortalidad, y la efeméride es una excusa más para recordarla con alegría y cada vez mayor admiración. Decimos "definitivamente" puesto que a lo largo de su vida política, Evita ya había construido su propia inmortalidad.

Para quienes encarnan la conducción de los movimientos que hoy recogen su nombre, resulta insoslayable la condición de sensibilizar con los pesares y los anhelos de su pueblo, valorar a cada integrante por igual y hacer hasta lo imposible para que ese pueblo no vea menoscabados sus derechos. Y esto exige la gravitación política permanente, más allá de las coyunturas eleccionarias, y la obligación de dar respuestas a las necesidades. Evita respondía a las mismas con derechos. Su personal forma de vincularse con el pueblo desde su Fundación, es cómo concebimos que deben construirse los vínculos CON LA GENTE. El lazo con los trabajadores, la reivindicación de su identidad social y política, siempre en defensa de sus intereses y de su dignidad; porque es a partir de la generación y la protección de las fuentes de trabajo que se fundan las bases para su generación y la posibilidad concreta, cercana, de realizar un proyecto de vida personal en torno al mismo.

En tiempos de apatía y agotamiento de promesas, hacemos un llamado a que seamos las vecinas y los vecinos del Partido de Azul, artífices de nuestros propios destinos. "Nadie puede hacer nada sin el pueblo, nadie puede hacer tampoco nada que no quiera el pueblo". Forma parte del legado de la compañera Evita el empoderamiento del pueblo, transformando a partir de la unión todo aquello que se oponga a su bienestar. Nuestro mejor homenaje sigue siendo la militancia en cercanía de nuestros vecinos y vecinas de todo el Partido de Azul, en cada barrio, en cada casa, con cada compañero.

Con la misma relevancia, Evita es la reivindicación de la mujer como sujeto político y persona soberana de sus decisiones.

La homenajeamos y recordamos porque para nosotros es guía permanente; jamás ha sido de otra manera. EVITA ES ETERNA