DÍA DEL TRABAJADOR. "Hace treinta años que ando limpiando vidrieras"

En el centro de la ciudad de Azul desde hace treinta años todos lo conocen como "El Colo limpia vidrios". Pero el hombre tiene como todos uno o dos nombres y un apellido: se llama Sandro Javier Almada y el día que se prestó a dialogar con este diario en la previa al Día del Trabajador estaba como casi todos los días de su vida, trabajando. Esta vez en un local en pleno centro, sobre la calle De Paula, que estaba vacío y a pocas horas de la inauguración de un nuevo emprendimiento comercial (en estos tiempos toda una aventura para nada despreciable).

El Colo como le dicen casi todos o absolutamente todos los que lo tratan diariamente, quedaba muy expuesto paradito al lado de los inmensos cristales que estaba a punto de empezar a limpiar. Y como prueba fehaciente que por estos días "pique" no le falta, antes de iniciar la charla se hizo tiempo para responder un audio de WhatsApp de un cliente, con el que se comprometió a analizar su pedido y luego presupuestarlo.

"Hace como treinta años que ando limpiando vidrieras. Me acuerdo que cuando arranque lo hacía por dos o tres pesos. En esa época no había estacionamiento medido, ni zorros, no había nada" comenzó contando.

En relación al trato diario con los comerciantes que requieren de sus servicios aseguró que es excelente: "Con todos me manejo igual y cuando terminó mi trabajo ellos me pagan. La verdad que no me puedo quejar porque es toda gente muy amigable, me tratan muy bien y gracias a Dios me quiere todo el mundo".

Consultado sobre la parte más sacrificada que tiene la tarea de limpiar vidrios y cristales, muchas veces en la altura, en épocas de bajas temperaturas, relató: "En invierno es complicado porque a veces me muero de frio arriba de la escalera limpiando las vidrieras. Algunos te dan agua caliente pero muchas veces es contraproducente eso, porque después sacas las manos del tarro y te agarra ese frio polar que te congela las manos y es peor, pero ya estoy acostumbrado".

"Cuando llega el invierno a mí se me parten las manos y se me ponen negras, por el frio y por el detergente y la lavandina que uso para limpiar. Y en verano sufro con el sol, pero al trabajo lo tengo que hacer de todas maneras" agregó.

El Colo en acción, el día que dialogó con diario EL TIEMPO estaba limpiando en altura las vidrieras de un local céntrico. FOTO: NICOLÁS MURCIA

El Colo explicó que durante los meses de verano suele tener más trabajo que en invierno y contó que hace un tiempo tuvo complicaciones serias en su salud por exponerse al frio: "Antes de la pandemia por el frio llegue a estar internado en terapia intensiva porque me agarró una neumopatía y estuve re jodido. Pero salí y seguí trabajando".

Asimismo, remarcó que durante los meses más complicados de la pandemia de coronavirus prácticamente no tuvo trabajo: "Ese tiempo que cerraron todos me mató y bajó mucho el laburo. Ahora por suerte volví al ritmo de trabajo habitual".

Más adelante el especialista en la limpieza de vidrieras admitió que es uno de los más viejos en el rubro y dijo: "De los más viejos el que todavía sigue trabajando en esto soy yo. Puede que haya algún otro haciendo lo mismo, pero generalmente lo hacen un tiempito y después largan".

En otro tramo de la charla Sandro indicó que, si bien cuenta con una pensión por discapacidad, por la deficiencia pulmonar que tiene, el trabajo que hace es su sostén económico y el de su familia.

"Con esto de los vidrios la peleo y me permite subsistir. No es nada del otro mundo lo que gano, pero me permite vivir. Me adapté a esto y amo mi trabajo" remarcó.

En ese sentido recordó que está al aguardo de un llamado del intendente Hernán Bertellys, quien tiempo atrás le hizo una propuesta para que se encargue del mantenimiento de los vidrios de la Terminal de Ómnibus: "También lo hablé con el intendente de Olavarría para hacerlo en la terminal de allá, pero ahí ya tendría que tener una o dos personas que me ayuden".

"En realidad me dedico más que nada a los comercios chicos, aunque tengo clientes como el Banco Provincia, PAMI. varias concesionarias de autos y la verdad que no me puedo quejar" resaltó con orgullo y finalizó: "Si tengo que quedarme dos días en mi casa por algo, me siento mal, porque soy una persona muy sociable y estoy acostumbrado al trato permanente con la gente".