Por Laura Méndez De la Redacción de EL TIEMPO

Se celebra mañana el Día del Animal y con tal motivo El Tiempo dialogó con dos proteccionistas que cuentan con una vasta trayectoria rescatando animales, ofreciéndolos en adopción y haciendo un trabajo diario de concientización de tenencia responsable de mascotas: Patricia Cotugno y Ana Louge quienes forman parte de la Ong Asociación Azuleña de Protección Animal (AAPA).

Entre otras cuestiones, mencionaron que, en el predio donde se encuentran los animales pasaron de tener 300 a 50 en pocos años, Es decir que hay una conciencia más plena por parte de la comunidad de tenencia responsable, aunque "falta mucho aun", según mencionaron.

"Antes era una lucha con todo"

En principio Cotugno recordó que "yo cumplí 25 años en AAPA, en tanto Ana 20".

Explicó que "cuando nosotros nos hicimos cargo de AAPA lo hicimos con una orientación como la mayoría de las protectoras de ahora: que los refugios no sean un depósito de animales".

Es decir no era que la mentalidad era distinta, sino que eran otros tiempos y había que ir en contra de ello".

Louge se sumó a la charla mencionando que "los refugios cumplían, desgraciadamente, la función de sacar a los perros de la calle y cobijarlos".

De igual manera admitió que "hay lugares en Argentina, sobre todo en el Gran Buenos Aires, donde los refugios son grandes y aun se continúa con esa modalidad, pero la idea o el concepto de ahora es que ya no existan y es una tendencia mundial".

Sobre si se logró una apertura mental de la gente con respecto a adoptar, especificaron que "antes era una lucha con todo, en general el proteccionismo independiente también nos dio aire porque éramos muy pocas las que estábamos en el tema pero ahora está ARCA, el monte frutal que es municipal y nosotros. Así que sí, pude ser".

"En realidad tanto ARCA como nosotros somos organizaciones independientes, no dependemos del Municipio".

Aclaró que "la independencia no es sólo económica sino que en cuestiones de trabajo".

Cotugno precisó en cuanto a lo monetario que "en AAPA seguimos con la cuota de socios y el resto sale de nuestros bolsillos".

"El predio cambió muchísimo"

Sobre las edades de los animales que están en el refugio, Cotugno especificó que "yo hace 25 años que estoy y Ana 20, como mencioné anteriormente, y hay animales que cumplieron 19 años o 20 años. Ocurre que el predio cambió muchísimo. Fue un esfuerzo tremendo, pero ahora hay caniles enormes donde hay tres perros en cada uno que están rodeados por plantas y flores".

Louge continuó explicando que "incluso hasta el año pasado se realizaban eventos donde la gente va a tomar mate, a conocer, a disfrutar y los perros también".

"De todas formas nosotros pasamos de tener 300 y pico de perros a tener 50 que es el número que podemos llegar a sostener y que a medida que se van dando en adopción o mueren siempre ingresa alguno".

Prosiguió "yo he levantado este último tiempo varios viejitos de la calle que estaban malheridos que sabemos que eran de dueños cuyas familias metieron en geriátricos y largaron los perros a la calle y no les importó. Es decir hay cosas que no podes cambiar de la gente, falta mucho aun".

Abandono y/o maltrato animal

Por otra parte las entrevistadas contaron que "no existe protección legal, -aunque haya alguna ordenanza- para el que quiera hacer una denuncia por abandono o maltrato. Incluso se 'escrachan' nombres a través de las redes sociales pero tampoco les interesa".

Cotugno habló de la condena social: "el caso del perro 'Rubio' asesinado en la costa. Ese hombre no puede caminar tranquilo al igual que lo que pasó en Olavarría con el señor del regimiento que mató a un perro".

Louge retomó el tema de las familias de los abuelos que están en geriátricos y cuyas mascotas terminan en la calle.

"Me llegan mensajes en forma privada. Lo mismo ocurre cuando están alquilando y se mudan y en la casa nueva no se les permite animales y queda el perro afuera. De eso hay muchos y ¿de dónde te agarras para hacer algo con relación a ello?. Por eso decimos que falta mucho".

Cotugno reflexionó que "necesitamos dar 'castigo' para que la persona se dé cuenta que es un ser vivo, es un ser sintiente y sufre muchísimo. Yo tengo una perra de un señor venezolano que estaba trabajando en un complejo en Azul, fue traslado al exterior y dejó una perra que crió desde los 45 días. Dijo que venía a buscar el animal y no vino nunca. Ese animal llora muchísimo, lo dejó en una guardería y lo adopté".

"Antes esos casos prefiero que no adopten, lo mismo pasa cuando se llevan cachorritos y los tienen que castrar. Es obligatorio, sino nos los tienen que devolver".

Sobre si llevan a las mascotas del refugio a las ferias para dar en adopción, contaron que "no los llevamos más porque el perro sufre mucho el estrés por los ruidos de la música, los chicos y demás".

"Adoptar un perro adulto es una de las mejores experiencias"

Para terminar, se refirieron a la gente que va a adoptar a AAPA. Ana expresó que "el que se traslada hasta allá es otro tipo de adoptante, no es que está de pasada, que anda con el nene, que al nene se le antoja un perro.... e incluso se llevan perros adultos. Cualquier persona que haya adoptado un perro adulto lo puede decir: adoptar un perro adulto es una de las mejores experiencias porque se visibiliza, desde el animal, el agradecimiento del día a día, se adaptan muy bien y son muy buenos".

A lo que Cotugno afirmó que "porque, por otro lado, hay perros de 15 años que están en el refugio desde bebés, que ingresaron y que nadie los adoptó. Ellos están tan adaptados que cuando los van a adoptar te miran como preguntando ¿dónde me llevan? y algunos se nos han vuelto, se han cruzado la ciudad para ir al refugio porque su casa es esa".

Patricia contó otra experiencia: "muchas veces hemos dicho que no, que nos los queremos dar en adopción, que muchísimas gracias, pero que no. Ocurre que los animales que están en el refugio no los queremos dar para sacárnoslo de encima sino para que tengan la posibilidad de tener una familia, para que haya alguien que esté todo el día dándole amor, que los abracen. En el refugio no podemos estar todo el día o todo el tiempo pero no les falta nada".

Las proteccionistas siguieron "han ido a dejar perros viejos para 'cambiarlos' por uno más joven cuando es el momento de mayor cuidado de la mascota. No es un auto, a uno lo llevaron para que lo durmamos yo le dije 'cuando te pongas viejo vas a ser lo mismo?', detestable".