Por Laura Méndez de la

Redacción de EL TIEMPO

El próximo miércoles a las 19, se rendirá homenaje en la Isla de los Poetas a dos grandes de la poesía en Azul: Alicia Castro y Roberto Glorioso. El domingo 7 de febrero salió publicado en las páginas de este diario un homenaje a quien fuera compañera de tareas en este matutino: Alicia Castro. En ese mismo marco Elva Gratas Abot, Luis Librandi, Edelmiro Menchaca Bernárdez y Graciela Cañas la recordaron con emotivas palabras.

Hoy es el turno de este personaje también inolvidable que fue declarado Ciudadano Ilustre, máximo galardón que entrega el Honorable Concejo Deliberante. Esto ocurrió unos meses antes a su deceso -el 20 abril de 2018-, ex trabajador del Banco Industrial, escritor

de poemarios y colaborador de importantes revistas literarias que aportaron a la cultura en Azul. Tenía 68 años cuando partió. Es así que su amigo y prácticamente considerado parte de su familia Silvio Oliva Drys, su conocida de toda la vida "Pochi" Belsito y su compañero del Banco Claudio Conte dirigieron palabras en su honor.

Es importante señalar que Roberto nació en esta ciudad el 19 de enero de 1951 y siempre vivió en Azul. A lo largo de su vida se destacó por ser un escritor prolífico y un lector insaciable.

Estudió en el profesorado de Castellano, Literatura y Latín en el Anexo de Profesorado de la Escuela Normal Superior "Bernardino Rivadavia" de Azul, hasta el tercer año de la carrera. Entre sus obras están: "Los olvidos imperecederos" (1979), "Comuniones en silencio", "Lejanías conjuradas", "Playa de mediaciones", "Música de guerra", "Astillas" y "Tierra no prometida" en el año 2008. En el año 2004 participó como representante de la Biblioteca Popular de Azul "Bartolomé J. Ronco" en el Congreso Internacional de la Lengua en Rosario, Argentina. Que en el año 2005 publicó Enunciados del desierto en Summa Poética de Editorial Vincinguerra para la colección Poetas Contemporáneos.

Además fue miembro del Comité Directivo Azul Ciudad Cervantina en representación de la comunidad de Azul. Pero popularmente fue conocido por su trabajo en el Banco Industrial Con una simpatía inigualable Roberto el era el gran "solucionador" de problemas de todos, con mucho respeto trataba a todos sin importar clases sociales y tenía una memoria privilegiada. Incluso se ponía a cantar en esas mañanas frías y ajetreaba la jornada bancaria que no es una visita a la que a todos nos guste hacer.

Por Silvio Oliva Drys

"Roberto Glorioso y el privilegio de la amistad": Evocar al querido Roberto en ocasión de este reconocimiento en un espacio tan simbólico como la Isla de los Poetas en el Parque, lo vivo con la satisfacción de reivindicar a un gran artista cuya obra poética enorgullece la historia cultural de Azul. Roberto Glorioso para quienes lo conocimos y honramos ese milagro de la palabra llamada amistad, fue de una generosidad que muchos, quienes en ese entonces éramos más jóvenes, encontramos en él consejo y apoyo. Nuestros primeros encuentros, como no podía ser de otro modo, estuvieron ligados a un lugar que él quiso entrañablemente: el Museo López Claro.

Una de las últimas corbatas que uso Glorioso en el Banco la dejó colgada para el recuerdo de todos cuando se jubiló.

Para Roberto nunca dejó de ser el hogar de doña Emilia y la revista Pan donde encontró espacio a sus primeras publicaciones. Los recuerdos son muchos, elijo verlo caminar por las calles de esta ciudad que él amaba, eligiéndola cuando pudo haber desarrollado su obra en ciudades donde el fervor y las oportunidades eran otras. Sin embargo, sus relaciones intelectuales trascendieron ese Azul convirtiéndose en una suerte de embajador azuleño. En este presente, aún, me consta que su recuerdo permanece en escritores, poetas y artistas con quienes cultivó vínculos: Ana Emilia Lahitte, Hugo Mujica, Griselda Gambaro, solo por citar algunos.

Un poeta sensible y profundo que celebró la palabra y el encuentro. Acompañó con compromiso las instituciones culturales de la ciudad con la humildad de los grandes.

Trabajamos juntos en la edición de Maná Azul, segunda época cuando Tato Baudrón reunió un equipo editor que volvió a revivir las revistas culturales que tanto amaba y posibilitó numerosas colaboraciones que respondieron a sus llamadas. Escribir esto me hace pensar que tanto pudimos conocerlo o dimensionarlo ya que su quehacer estuvo más en lo que ofrecía que en lo que sostentaba. Suelo releer sus libros para descubrirlo, volverlo a ver y en esa honda profundidad existencial de sus poemas Roberto está allí, como un misterio o enigma.

Su obra abarcó el cuento, poesía y teatro. Su amor por Borges, entre muchos otros, me recuerda la anécdota de que solía ir a la casa de su admirado escritor, solo para mirarla. He pensado más de una vez en ese hecho, qué significancia la de ser un observador sensible de calles, muros y puertas e imaginar que allí se habían escrito textos que lo conmovían. A otro gran poeta que admiró, Hugo Mujica, en su libro Playa de mediaciones le dedicó:

Dijo que sobre el pecho había cavado un miedo extraño cuando la resonancia de la lluvia encaló tajos en su obrador de soledad. Nunca un artista habla del otro sino también de sí mismo, como una suerte de espejo. Celebro este reconocimiento a su obra y en esa Isla como en toda la ciudad, donde guardo la esperanza de reencontrarlo más allá del tiempo y del espacio.

Por "Pochi" Belsito

"Roberto era un Manual de la educación": "Roberto Glorioso fue algo único, aunque entiendo que todos somos únicos, pero él representaba la alegría, la atención personalizada, para él todos éramos alguien. Significa también una época pasada en cuanto al trato con la gente porque en este momento, la humanidad ha perdido humanismo. No se trata a la gente mejor que antes, ahora hay una forma de trato bastante ligero, incluso antipática y los bancos no son los que eran. Entonces cuando pienso en Roberto pienso en que era una luz. Era especial, tenía roles importantes y si lo encontrabas en la calle era la persona que escuchaba, la que daba el paso a la dama como tiene que ser. Era algo que es inusual. Roberto era un manual de la educación. Yo también escribo, tengo muchas cosas editadas y otras que no. Pero me encanta escribir en manuscrito, no tanto con la máquina. Aunque mi relación con Roberto no era sobre poesías y sobre escritura, sino sobre mucho cariño, mi madre y la de él habían sido muy conocidas. Él era respetuoso con el otro, no sólo con el conocido. Todos éramos importantes para él".

Por el Cdor. Claudio Conte, colega

Cuando me convocaron del diario para hacer este homenaje, pensé que difícil seria. Si él estuviera acá me diría viste que podes, porque bien sabía que escribir no es una de mis pasiones....

Roberto me conoció siendo muy pequeño, ya que era compañero de trabajo de mi padre y conocido de la familia. Allá por el año 1989, fecha en que ingresé a trabajar, en ese momento en el Nuevo Banco de Azul, tuve la suerte de poder conocer más a esta persona increíble. Uno llegaba con 18 años, siendo muy joven, a trabajar en un lugar donde había mucha gente y encontrarte con este personaje de la ciudad, admirado y querido por todos, hacía que todo fuera más especial.

Con el correr del tiempo, nuestra relación se fue afianzando, ya que el destino quiso que estuviéramos trabajando juntos en el mismo sector. Roberto era una persona que tenía una impronta muy particular, impuso su propio estilo de trabajo, lo que lo hizo diferente.

Uno de los que, con muy buena predisposición, decidieron participar con palabras en la edición de este domingo, en homenaje al "querido" (como decía él), Claudio Conte.

No podemos dejar de destacar su amabilidad y vocación de servicio en su puesto de atención al público y menos todavía la calidez con la que cada día le dedicaba a la atención de los jubilados "sus queridos viejitos", a quienes entretenía con sus monólogos e improvisaciones.

Como dato particular es para mencionar el conocimiento que tenia de sus clientes, a cada persona que se presentaba en el mostrador tenía siempre una palabra, ya sea para preguntar cómo estaba algún familiar o algún tema vinculado con su vida. Esa relación tan personal hacía que el cliente se fuera feliz. Tenía la habilidad de conocer de memoria los números de cuenta de gran parte de los clientes. Su particular forma de atender hizo que su persona transcendiera los ámbitos de nuestra ciudad.

Además de su actividad bancaria, no nos podemos olvidar de su actividad cultural como piedra fundamental en la Fundación Nuevo Banco de Azul, estando siempre presente en la organización de los eventos culturales, como fueron los concursos nacionales de pintura, presentaciones de escritores y pintores de reconocido prestigio nacional

Como anécdotas, no podemos dejar de comentar, las sanas disputas para ver quien atendía más y con mejor calidad de atención que tenía con su compañero de mostrador, Rodolfo "El Gallego" Fernández. Con el correr del tiempo la tecnología lo fue acorralando, su negación a la utilización de determinados programas hacia que más allá de conocer cómo usarlo se sentía más seguro si alguno de nosotros estaba cerca. A pesar de haber trabajado durante más de 30 años en el banco, no sabía hacerse el nudo de la corbata, por eso todos los días se la ponía y sacaba armado, hasta que un día el nudo queda tan ajustado que ahí si había que volver a hacerlo.

Fueron muchas las charlas, consejos y esa palabra justa en cada momento. Compartimos momentos alegres y también de los otros. Tenía una relación muy especial con cada uno de nosotros, estando siempre atento ante cada situación personal que pasaba en nuestras familias, casamientos, nacimientos, cumpleaños y también de los momentos no festivos.

Eligio el contacto con la gente hasta el último día de trabajo, ese 30 de noviembre de 2016 fecha en que se jubiló. El público era todo para él, durante las 5 horas en que el banco se encontraba abierto Roberto era una persona que dejaba de lado sus problemas, que seguramente tenía como cualquier ser humano, estando siempre sonriente y amable, luego que el banco cerraba se distendía. La siguiente frase resume lo que era su vida dentro del banco "más allá de las situaciones de la vida el show debe continuar" y de esa manera disfrutaba de su trabajo.

Roberto en nombre de todo el equipo que formamos parte de la Sucursal Azul del ahora BIND y en el mío particular, fue un verdadero placer haberte conocido y más todavía poder compartir tantos años de trabajo juntos.

EL DATO

La idea de llevar a cabo este acto era hacerlo mañana porque coincide con la fecha en la que Alicia cumpliría 77 años. Pero, el Intendente Hernán Bertellys no estará presente, entonces se informó desde la Dirección de Cultura que dicho evento se postergará para el miércoles.