Con un grupete fabuloso de amigos, estamos armando el segundo encuentro de rock azuleño. Todavía estamos disfrutando del primero mientras planificamos el segundo, con más amor y más garra, todavía.

En medio de habituales intercambios organizativos, aparecieron videos, que no tenía ni idea existían. Verlos me dio la dimensión universal del rock. Y pese a que hay pocas mujeres, se licuaron las razas, los roles y el status.

He amado la introspección del jazz toda la vida, quizá por el mágico encuentro en las improvisaciones. No sé, pero llega hondo. Pero ver esos videos de 1000 músicos de todas las nacionalidades y procedencias para tocar juntos para un público enorme y diverso.

Algo me perdí. Una comunión músico energética amorosa, que no vi antes. No supe ver. Metida por ahí, en intelectualidades varias, y en pretendidos discursos "del común".

Buscando generar un espacio de reconocimiento a los rockeros en Azul, descubro que es todavía más allá, es una forma de vida, ahora sí, "en común". Que ahí se diluyen los "centro-periferia", y aparece una corriente colectiva de energía compartida, solo comparable en mi pequeña experiencia, a cuando empecinada, logré que mi marido y compañero, me llevara por primera vez a la cancha a ver un Estudiantes - Gimnasia; y lloré de emoción, -sin entender absolutamente nada-, cada marea humana embanderada, por cada pase, gol, ...o que se yo.

Sigo sin poder dimensionar el rock y su valía, pero estoy en eso. Quiero agradecer esta oportunidad de que NUPA sea hoy un espacio de reconocimiento y valorización a un movimiento musical, tan diverso, fascinante, y de increíble encuentro, como es el rock. Y que nuestro pequeño espacio se haga grande, con tantos músicos y amigos que siguen dando todo por hacer música y encontrarse a rockear.

Nos dice Charly (Martínez): "Los rockeros tenemos nuestros mambos, pero también determinados ritos colectivos, de mancomunión, de emoción, confraternidad. En lo personal no me moviliza el arte genéricamente hablando, solo el rock es mi ventana con ese mundo, y es atrapante. Es una música con mucha energía, potencia, que nos moviliza, pero también con una fuerte carga ideológica, que fija una postura ante la vida. La rebeldía, la libertad, los "ideales", como diría Nano (Fernandez). Yo no escucho rock, soy rockero que no es lo mismo".

Gracias por aceptar venir a tocar acústico en horarios y espacios familiares. Gracias Charly, Nano, Inés y Metro, por hacer posible tanto encuentro y tanta magia.

Viernes 3 y sábado 4 de diciembre. En NUPA. ¿Dónde si no?

Alicia Lapenta