La pareja azuleña conformada por Marita Rodríguez y Emmanuel Rusiecki decidieron iniciar una travesía en bicicletas con motor eléctrico. Nunca visto, con tres gatas: Grisa, Negra y Amarilla. Después de pocos meses de preparativos, dudas, emotivos momentos con sus familias y dejando atrás sus empleos, salieron de esta ciudad el 5 de octubre con el objetivo de recorrer, experimentar...

Desde el martes que están en Chasicó....

Ahora, ya con varios kilómetros recorridos, algunos percances, nada grave, y mucho por contar, EL TIEMPO se comunicó con la pareja que explicó que salieron con ninguna expectativa, sino con la intención de pasarla bien y conocer.

Hasta el momento vienen encontrándose con gente muy amable porque -inteligentemente- decidieron pasar por localidades con baja densidad de población y además, para que las compañeras felinas no se asusten en ciudades grandes.

"Hoy estamos acá, mañana no sé"

En principio, Marita contó que "salimos con el objetivo de viajar e ir por pueblos pequeños para conocer sus culturas, sus típicos personajes y evadir las ciudades grandes y además por las gatas. De hecho cuando pasamos Olavarría nos dimos cuenta de ello. Conocimos un montón de pueblos y parajes. También fuimos por caminos rurales y eso, si bien es un camino más corto que por ruta asfáltica, se dificulta. Por ejemplo a mí se me rompió el portaequipaje, son cuestiones de aprendizaje. Aprendemos mucho, de esto se trata, uno se cansa pero nos motiva el aprendizaje".

También comentó que hasta el momento la provincia impulsora "es Neuquén, hoy estamos acá, mañana no sé, no sé dónde vamos porque programamos sobre las fechas. Es decir en un momento decidimos ir a La Madrid, después Coronel Suárez como no había lugar para acampar decidimos cambiar ir a Pringles y en el medio nos encontramos con un pueblo hermoso y valió la pena cambiar los planes. Queremos seguir hasta Salta y después dar la vuelta".

"Nunca se pierde el deseo de chocarse con consciencias que desean ayudar"

En segundo término, en cuanto a la organización, Emmanuel precisó que organizaron el viaje en siete meses. Hasta ahora (3 de noviembre) viajaron por Sierra Chica, Olavarría, Pourtale, Muñoz, Rocha, Las Martinetas, Gral. La Madrid, Líbano, Pontaut, Coronel Pringles, Stegmann, Peralta, Sierra de la Ventana, Villa Ventana, San Andrés de la Sierra, Tornquist y Chasicó.

Consultado sobre qué fue lo más los impactó hasta el momento, expresó que "las señales que el camino de la vida nos presenta. Nos guía".

Acerca de si esperaban encontrarse con la buena gente que se "toparon" Emmanuel subrayó "y... esperar como así.. ¡no!, uno nunca sabe que le deparará el camino. Pero nunca se pierde el deseo de chocarse con consciencias que desean ayudar".

Sobre qué lugar les viene gustando más hasta el momento, los viajeros coincidieron en que "es relativo, cada lugar tiene lo suyo. Todo es irrepetible, eso es lo que lo hace único. Y por ende, lo que más nos gusta son las anécdotas, no lo lugares".

No todo es color de rosa

En cuanto a los "altercados" que atravesaron Emmanuel enumeró "el primer día perdimos a Amarilla y Gris, luego de dos horas aparecieron solos. En Pourtale nos agarró la tormenta, alerta amarilla con vientos de hasta 100km x hr. (se voló la carpa). Además, durante el sexto día cortamos tornillo del portaequipaje, con el sol de frente y en camino de tierra, fue un momento tedioso. También doblamos las varillas del portaequipaje. Por suerte, en La Madrid conseguimos un herrero que nos hizo un duplicado en hierro. Re buena onda. Y cambiamos todos los tornillos por unos de acero inoxidable. Llegando a Sierra de la Ventana, se nos enroscó la cadena en el piñón y se dobló el pie de cambio. Por poco tiró todo. Nos arrimaron hasta la ciudad y allí pudimos solucionarlo gracias a un motero".

"Pasito a pasito se camina más lindo

Sobre el destino final Ruscieky señaló que "Neuquén comenzó siendo un objetivo de visita familiar y primera parada. Más que nada para hacer tiempo y dejar pasar el calor. Así luego podríamos subir hacia el norte del país. La cuestión es que vamos tranqui, nos gusta descansar en cada lugar y conocer las historias con unos mates de por medio. Hay mucho que escuchar y risas que sacar".

El viajero expresó que "el recorrido no lo sabemos, es un misterio. Es lo que más nos gusta de soltar, cuando nos aferramos a la seguridad sólo estamos demostrando miedo a vivir. Se cree que la vida es proyectar, programar y asegurarse de todo y no es tan así. Dado que la alquimia de las cosas nos permite mezclar momentos, emociones y pensamientos. Nos permite disfrutar tanto de la seguridad y el confort como también de la inseguridad y espontaneidad. Esto último nos trae sorpresas, que a veces pasamos desapercibidas".

Para terminar subrayó que "viajar sin horarios ni apuros permite a uno descubrir que en esta vida nunca se está solo, aún cuando físicamente no vemos a nadie. Viajar con reservas económicas y compañía nos trae seguridad y momentos que podemos selecciones de una manera más fácil. El camino no es uno solo, sino una mezcla de opciones que seleccionamos a gusto. Lo importante es caminar".

"Al elegir los destinos futuros nos estaríamos limitando a las sorpresas que da la vida, es por ello que todo es espontaneidad. Pasito a pasito se camina más lindo".