La investigada tiene 26 años de edad y se llama Michelle Luján Funes, según EL TIEMPO pudo saber.

En tanto, la joven que recibió el disparo tiene 27 años y había sido identificada como Daiana Abigail Ibarra.

A causa de la lesión que sufrió, en una ambulancia tuvo que ser trasladada al Hospital Pintos para que fuera atendida por la Guardia, sin que al parecer su vida corriera riesgo; pero considerando también que se encuentra embarazada.

La propia víctima, mediante un llamado al 911, alertó a la Policía sobre lo sucedido, por lo que instantes más tarde agentes del Comando de Patrullas de Azul se hicieron presentes en el inmueble donde reside para intervenir en este hecho.

También a esa casa había sido convocada una ambulancia del SAME con personal médico, para que posteriormente la joven embarazada que resultó herida en el marco de este incidente -cuyos motivos ahora se investigan- fuera trasladada al Hospital Pintos.

Golpeó la puerta y le disparó

Una primera versión de la víctima indica que estando ella sola en su casa -ubicada sobre Calle 4 entre Maipú y Alvear, en cercanías a la Iglesia Santa Lucía- se hizo presente la agresora.

Aquello ocurrió cuando habían pasado algunos minutos de la hora 14 de hoy martes.

Teniendo en cuenta el testimonio de la joven atacada, no bien abrió la puerta de su domicilio Funes -a quien la víctima conoce- le efectuó un disparo con el arma que portaba, cuyas características la lesionada no pudo precisar con certeza y en un principio no había podido ser hallada por los policías ligados a esta pesquisa.

Al respecto, los investigadores no descartan que la agresora haya utilizado una pistola de aire comprimido que, al dispararle a la embarazada, le provocó un roce a la altura del pecho.

La mujer que permanece en sede policial se hizo presente en el inmueble de la víctima. Y tras golpear la puerta, al ser atendida por Ibarra -de manera sorpresiva y sin mediar palabra alguna- le disparó con lo que sería la mencionada pistola de aire comprimido que en ese momento portaba.

La embarazada inmediatamente cerró la puerta de su casa tras escuchar el disparo, constatando luego -mientras su agresora se daba a la fuga- que presentaba una lesión en la zona del pecho por la que después ella misma convocó a la Policía.

Dicha herida habría sido superficial y de carácter leve, por lo que una vez trasladada en una ambulancia del SAME al Pintos se constató que su vida no corría riesgo, al igual que la del bebé que está gestando.

Agentes de la Policía Científica fueron convocados a la vivienda convertida en escenario de este incidente para la realización de pericias.

Al mismo tiempo, los investigadores procuran obtener registros de cámaras de seguridad instaladas en la zona cercana a la vivienda donde este incidente se produjo, con la finalidad de reunir mayores elementos vinculados con la investigación penal que ahora se lleva adelante.

Ese sumario iba a quedar radicado en la UFI 6 a cargo de Karina Gennuso y en un principio sería caratulado como "lesiones agravadas".

Una vez identificada la agresora, los policías se hicieron presentes en el inmueble donde se domicilia, situado sobre la Avenida 25 de Mayo.

A esa casa ingresaron con "anuencia", en busca del elemento empleado para lesionar a la joven embarazada; aunque la inspección realizada no permitió hallar lo que sería esa pistola de aire comprimido que continuaba siendo buscada.

A la joven que resultó demorada por lo sucedido la habían llevado a la sede de la Policía Científica para hacerle un dermo-test, con el objetivo de constatar si en sus manos presentaba restos surgidos de ese disparo que efectuara.